¿A qué se destina el presupuesto militar de Alemania?

El ejército alemán acaba de recibir un enorme impulso en su presupuesto de defensa, pero se ve acosado por acusaciones de ineficacia. El informe del comisario parlamentario de la Bundeswehr no es reconfortante.

El anuncio del canciller alemán, Olaf Scholz, a finales de febrero, de que su gobierno estaba a punto de dar un gran impulso al presupuesto de defensa, hizo que los comentaristas recurrieran a los libros de historia para explicar la importancia de su decisión.

Algunos dijeron que décadas de una política de defensa excesivamente prudente estaban siendo revocadas en el espacio de un solo discurso en una brillante mañana de domingo en el parlamento alemán, mientras más de 100.000 berlineses protestaban contra la invasión rusa de Ucrania a unos pocos cientos de metros de distancia.

Scholz se comprometió a aumentar a largo plazo el gasto en defensa hasta el 2% del PIB, lo que aumentaría el presupuesto anual de defensa de los 50.300 millones de euros (55.000 millones de dólares) de este año a unos 70 millones de euros.

Sin embargo, lo más llamativo fue que Scholz anunció un sorprendente aumento de 100.000 millones de euros para gastar en las fuerzas armadas.

El presupuesto de defensa de Alemania no es precisamente pequeño: según el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI), Alemania es el séptimo país del mundo con mejor financiación militar, por encima de Francia, por ejemplo.

Pero, como suele ocurrir, los detalles se dejaron para después: En concreto, ¿a qué se destinará realmente esta enorme fortuna? Le correspondió a Eva Högl, comisionada de defensa en el Bundestag alemán, dar algunas respuestas el martes, cuando presentó en Berlín su informe anual sobre el estado de las fuerzas armadas alemanas.

Su impresión no fue muy buena. «Me sorprendieron mucho los informes de los soldados sobre las deficiencias materiales en los tres servicios armados», escribió en la introducción del informe. Sólo el 50% de algunos equipos importantes estaban operativos, dijo. «No hubo ni una sola visita a las tropas ni una sola conversación con los soldados en la que no se me informara de algunas carencias», dijo.

Añadió que el «equipamiento cotidiano», como los chalecos blindados y las chaquetas de invierno, a menudo tenía que entregarse más tarde, cuando los soldados ya estaban realizando operaciones. «Esto es inaceptable y debe mejorarse», dijo.

A pesar de todo esto, se cuidó de contradecir el alarmante veredicto emitido por el inspector del ejército, el teniente general Alfons Mais, en su página de LinkedIn a finales de febrero, cuando dijo que el ejército que dirigía estaba «más o menos desnudo». «Las opciones que podemos ofrecer a los responsables políticos para apoyar la alianza son extremadamente limitadas», escribió.

Eso es ir un poco lejos, insistió Högl: «Yo diría que esa fue, por supuesto, una declaración muy emotiva», dijo a los periodistas. «El general Mais señaló ciertos problemas, pero la Bundeswehr está preparada para la acción… La «capacidad de arranque en frío» de la Bundeswehr debe mejorarse significativamente, pero la Bundeswehr está preparada».

Además de los problemas bien documentados con la preparación de tanques y helicópteros, el Ministerio de Defensa ha sido perseguido por acusaciones de ineficiencia durante años: Una exministra, la actual presidenta de la UE, Ursula von der Leyen, tuvo que enfrentarse a una investigación parlamentaria en 2019, por lo que se conoció como el «asunto de la consultoría», cuando salió a la luz que su ministerio estaba, en palabras de un testigo, «quemando tanto dinero que daba vértigo.»

Lo que causó especial indignación fueron los lucrativos contratos para empresas de consultoría y jurídicas -incluyendo un contrato que iba a durar 30 años- con un coste total de 1.600 millones de euros.

Rina Goldenberg