Alemania necesita con urgencia helicópteros de carga pesada.

El requerimiento de Alemania de hasta 60 helicópteros de carga pesada – STH o Schwerer Transporthubschrauber – es muy urgente. Sustituyendo al envejecido CH-53G MTH (Medium-Sized Transport Helicopter), dos fabricantes americanos – Sikorsky (Lockheed Martin) y Boeing – compiten por un contrato multimillonario.

El CH-53G, todavía en servicio, es una plataforma obsoleta que fue adquirida por la entonces Alemania Occidental para sus requerimientos basados en evaluaciones de 1966. A lo largo de los años se necesitaron varias iniciativas de modernización/actualización para hacer frente a los rápidos avances de la tecnología, así como a los cambiantes requisitos de las misiones, equipando 40 fuselajes con un sistema de control de vuelo y piloto automático de cuatro ejes. Para dotar a la Bundeswehr de una capacidad más avanzada, necesaria en respuesta a las «lecciones aprendidas» de sus misiones en los Balcanes y en Afganistán en particular, el gobierno de Berlín prosiguió con el programa de adquisiciones de ala giratoria más grande de Europa desde finales de 2017, por valor de 3.000 a 4.000 millones de euros. Como sorpresa, la carrera de adquisiciones entre los dos fabricantes se detuvo en septiembre pasado, cuando el gobierno consideró que sus ofertas eran demasiado caras.

Con el lanzamiento formal del proyecto STH hace más de tres años, dos equipos industriales se postularon con dos posibles sucesores: el CH-53K KING STALLION de la filial de Lockheed Martin, Sikorsky, y el CH-47 CHINOOK de Boeing lanzado como «multiplicador de fuerza» para la reorientación de la Bundeswehr hacia la defensa nacional y aliada. Sus propuestas iniciales fueron entregadas a tiempo para su aprobación parlamentaria. Según Lockheed Martin, la «K» de Sikorsky puede estar disponible a través de las Ventas Militares Extranjeras (FMS), lo que permite al fabricante entregar los helicópteros en la misma configuración que los operados por el Cuerpo de Marines de EE.UU., con una capacidad de reabastecimiento aéreo que forma una capacidad clave. En Alemania, Rheinmetall Defence, además de una selección de otros proveedores de equipos, se unieron al equipo de Lockheed Martin/Sikorsky, incluyendo HENSOLDT, Autoflug y Rockwell Collins. Este último, según Axel Schumann, que se convirtió en Director General de Rockwell Collins Deutschland GmbH en octubre de 2016, ofreciendo competencias básicas para el programa STH. «Ofrecemos nuestra cabina de cristal para las dos opciones [CH-53K y CH-47F] que están siendo evaluadas actualmente», declaró a Military Technology.

Mientras tanto, Boeing propone su probado CH-47. El avión está en servicio con un número de usuarios internacionales incluyendo los Países Bajos. Esta es una clara ventaja, según fuentes de la industria. Su 11ª Brigada Aérea (11ª Brigada Luchtmobiele) opera el CHINOOK como su «multiplicador de fuerza», y está asignado a la División de Fuerzas Rápidas de Alemania (DSK; División Schnelle Kräfte). Gracias al CHINOOK, la infantería rápida y ligera puede desplegarse en cualquier lugar para defender el territorio propio o aliado. Los líderes de la DSK consideran que el CHINOOK sería un sucesor ideal, minimizando la huella logística y haciendo del entrenamiento una tarea fácil. Otros instaron a la adquisición de ambos aviones, por ejemplo, 40 CH-53K y 20 CHINOOK.

Con el sucesor definitivo, la Bundeswehr debería ser capaz de sostener las demandas de las fuerzas de la OTAN de una capacidad de Búsqueda y Rescate en Combate (CSAR) en particular, para lo cual el venerable CH-53G STALLION no es una opción. El heredero ganador debería ser capaz de realizar el transporte táctico de las tropas y su equipo, así como el apoyo de CSAR y de operaciones especiales. Además, la Bundeswehr pide un sucesor que sea capaz de repostar en vuelo, una idea que se alimenta de la idea de utilizar el avión cisterna Lockheed Martin KC-130J HERCULES que Alemania tiene previsto adquirir junto con Francia, y que será operado por un escuadrón conjunto C-130J en Francia. En cuanto a la demanda alemana, el Departamento de Estado ha tomado una determinación aprobando un posible FMS de tres aviones cisterna KC-130J, además de un avión de transporte C-130J en mayo de 2018.

El proceso de selección para el STH debería ser rápido, ya que Berlín lleva más de un decenio estudiando la posibilidad de sustituir el CH-53G Stallions producido bajo licencia. La Bundeswehr esperaba que la selección del sucesor se produjera en 2019 y la firma del contrato a mediados de 2020. Mientras tanto, el tiempo es un factor, porque la actual pandemia de coronavirus causa obstáculos adicionales para las aprobaciones parlamentarias. Por lo tanto, los socios de la OTAN, como los Países Bajos en particular, deben preocuparse de que – debido a los cálculos políticos emergentes – el nuevo STH no llegue a tiempo. Las entregas iniciales – en 2023 – y el retiro completo del predecesor en 2030 – podrían ahora convertirse en una ficción.

Stefan Nitschke