Australia exige una respuesta a China sobre el uso de armas láser en aviones de vigilancia.

Australia está esperando una respuesta de China sobre el reciente incidente en el que un buque chino apuntó con un láser de grado militar a un avión de vigilancia australiano, ha dicho este lunes el primer ministro australiano, Scott Morrison.

Según el Departamento de Defensa australiano, el incidente se produjo el pasado jueves frente al norte de Australia, cuando uno de los dos buques de guerra chinos que navegaban por la zona supuestamente iluminó a un avión P-8A Poseidón de las fuerzas aéreas australianas. El departamento calificó el incidente de «conducta militar poco profesional e insegura».

«Todavía no hemos recibido una explicación, pero lo que hemos pedido, trabajando a través de los canales diplomáticos y de defensa, es una investigación completa de este suceso y que den respuestas a cómo se pudo llevar a cabo este peligroso acto», declaró Morrison a la emisora australiana 2GB.

El incidente se produjo en la zona económica exclusiva australiana, subrayó el ministro, que lo calificó de «acto de intimidación y acoso».

Las relaciones entre China y Australia alcanzaron un nuevo mínimo tras la formación en septiembre de 2021 de la alianza trilateral de seguridad AUKUS, en la que participan Australia, el Reino Unido y Estados Unidos, considerada por Pekín como una amenaza para la no proliferación nuclear.

El P-8A Poseidon de la RAAF divisó un láser de grado militar que iluminaba la aeronave mientras volaba a las 12:35 horas del pasado jueves, reveló el Departamento de Defensa australiano (DoD). Cuando se produjo el suceso, había hasta diez personas a bordo de la aeronave.

Según el Departamento de Defensa, el buque chino se dirigía en ese momento hacia el este, a través del mar de Arafura, junto con otro buque del Ejército Popular de Liberación y de la Marina. Desde entonces, ambos buques chinos han atravesado el Estrecho de Torres y se encuentran ahora en el Mar del Coral.

La Fuerza de Defensa Australiana (ADF) había visto a los dos buques chinos seis veces en cinco días, incluyendo al sur de la isla indonesia de Java, en los mares de Timor y Arafura, y finalmente viajando a través del Estrecho de Torres, según el relato.

«Estas acciones podrían haber puesto en peligro la seguridad y la vida del personal de las ADF», dice el comunicado del Departamento de Defensa. «Tales acciones no están en consonancia con las normas que esperamos de los militares profesionales, añadió.

Este incidente se produce en un momento en que las tensiones siguen siendo elevadas entre Australia y China, ya que esta última se expande en el Pacífico y trata de establecer su influencia entre los países insulares del Pacífico. Australia considera esto como un desafío a su poder en su tradicional esfera de influencia.

Sin embargo, no es la primera vez que China se encuentra bajo la lupa por el uso de armas láser. En 2020, la Armada de Estados Unidos también acusó a China de disparar un láser de grado militar contra su avión de vigilancia P-8 que sobrevolaba el Pacífico, tal y como afirmó la CNN en un informe anterior.

El P-8A Poseidón es un avión de patrulla y reconocimiento marítimo multimisión utilizado por la Marina de los Estados Unidos para la guerra antisubmarina, la guerra antisuperficie, la inteligencia, la vigilancia, el reconocimiento y las operaciones de respuesta humanitaria.

Estados Unidos ha presentado con anterioridad protestas diplomáticas similares en respuesta a los militares chinos que supuestamente emplean láseres contra aviones estadounidenses.

Uno de estos sucesos ocurrió en Yibuti, un país de África Oriental donde tanto Estados Unidos como China tienen puestos militares. Los militares chinos estacionados en Yibuti fueron acusados por funcionarios estadounidenses en 2018 de dañar a los pilotos estadounidenses con un láser disparado contra un avión C-130J estadounidense.

Además, Australia también había señalado que los láseres de mano se estaban utilizando cada vez más contra los activos de las ADF en 2019, y los funcionarios militares culparon a las pequeñas embarcaciones de la milicia marítima china.

Los rayos láser de grado militar, a veces conocidos como «deslumbradores», crean un potente haz de luz que puede viajar enormes distancias y puede ser utilizado para cegar temporalmente a los pilotos al iluminar las cabinas de los aviones.

El uso de láseres de alta energía para aplicaciones navales está ganando adeptos entre las fuerzas militares del mundo, con China entre los que compiten por la supremacía en este ámbito. Las armas de energía dirigida basadas en láser tienen un coste por disparo barato y cargadores casi infinitos, lo que las convierte en una forma eficiente y eficaz de defenderse de las salvas de misiles o de los enjambres de robots no tripulados.

Muchos países, como Estados Unidos, China, Israel, Francia, Alemania y Rusia, llevan mucho tiempo investigando de forma agresiva para desarrollar armas láser y obtener una ventaja sobre los demás.

Según los expertos, las armas láser tienen el potencial de cambiar la cara de la batalla y son extremadamente importantes para la guerra de próxima generación. Hace tiempo que se inició una carrera armamentística de armas láser. Estados Unidos tiene una base tecnológica más sólida, pero China está trabajando para reducir la diferencia.

China está desarrollando armas láser tanto para buques de guerra como para cazas. Los buques de guerra chinos fueron equipados con modernos generadores para alimentar armamento de alta energía, como láseres y cañones de riel, según informaron los medios oficiales en julio de 2020. No se revelaron los tipos específicos de los buques de guerra, pero se supone que se trata de los destructores más modernos del país, como el destructor de misiles guiados Tipo 055.

El uso de este tipo de armas está regulado desde hace tiempo. Las Naciones Unidas publicaron el Protocolo sobre Armas Láser Cegadoras en 1995 para ayudar a desactivar posibles conflictos futuros, y entró en vigor en julio de 1998. Hasta abril de 2018, la convención había sido ratificada por 108 países.

La convención prohíbe el empleo de armas láser especialmente diseñadas para inducir la ceguera permanente como su única o una de sus funciones de combate. El despliegue de estas armas letales podría desencadenar una disputa entre China y sus adversarios en el Pacífico. Un incidente inesperado también podría conducir a una escalada injustificada.

Nitin j Ticku