Blinken condena las atrocidades de la guerra en Ucrania.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, condenó duramente a Rusia el domingo, acusándola de cometer atrocidades de guerra en Ucrania, mientras el mundo veía por primera vez los cuerpos de ucranianos muertos abandonados como si fueran basura en las calles del suburbio de Bucha, en Kiev, después de que las tropas rusas abandonaran la zona.

«No puedes evitar sentir un puñetazo en las tripas», dijo el máximo diplomático estadounidense en el programa «State of the Union» de la CNN. «No podemos adormecernos ante esto. No podemos normalizar esto».

Blinken dijo que Estados Unidos «buscará con ahínco documentar» los crímenes de guerra rusos en toda Ucrania, incluso cuando ésta afirma haber retomado el control de la región centro-norte alrededor de la capital. Las tropas de Moscú se han retirado del territorio de Kiev para concentrar nuevos ataques en las ciudades del sur de Ucrania a lo largo del Mar Negro y en la disputada región de Donbás, en el este de Ucrania.

Al reflexionar sobre los cadáveres encontrados en las calles, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy declaró al programa «Face the Nation» de la CBS: «Efectivamente. Esto es un genocidio». Dijo que Ucrania está siendo «destruida y exterminada» por las fuerzas rusas.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, declaró a la CNN: «Es una brutalidad contra los ciudadanos que no hemos visto en décadas» en Europa. «Es responsabilidad del presidente [ruso] [Vladimir] Putin poner fin a la guerra».

El secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, dijo en Twitter: «Estoy profundamente conmocionado por las imágenes de los civiles muertos en Bucha, Ucrania. Es esencial que una investigación independiente conduzca a la rendición de cuentas efectiva».

El Ministerio de Defensa de Rusia sostuvo en un comunicado el domingo que no había matado a civiles en Bucha y afirmó que las imágenes de vídeo y las fotografías que mostraban a los muertos eran «una provocación más» de Occidente.

Tanto Blinken como Stoltenberg expresaron su escepticismo sobre las implicaciones inmediatas de la retirada militar rusa de los combates cerca de Kiev, que Moscú pareció en su día pensar que podría capturar a los pocos días de lanzar su invasión del 24 de febrero en el este de Ucrania y el bombardeo aéreo de numerosos objetivos.

«Podrían estar reagrupándose y volviendo a Kiev», dijo Blinken, pero añadió que la resistencia de los combatientes ucranianos en las últimas cinco semanas ha demostrado que «la voluntad del pueblo ucraniano no se someterá a la ocupación» de Rusia.

Stoltenberg dijo que «no se trata de una retirada real, sino de un cambio de estrategia hacia el este y el sur».

Blinken dijo que las sanciones económicas occidentales están haciendo mella en Rusia y predijo que su economía se contraerá un 10% este año, en comparación con el avance interanual previsto en Estados Unidos del 3%. Afirmó que Estados Unidos y sus aliados pretenden endurecer las sanciones que ya han impuesto a Rusia y añadir más.

Blinken está viajando a Bruselas para reunirse esta semana con otros ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN, buscando resaltar la determinación de la alianza militar de responsabilizar a Rusia por los continuos combates en Ucrania.

La agencia de noticias Reuters informa que Ucrania ha «retomado más de 30 ciudades y pueblos alrededor de Kiev».

Sin embargo, Zelenskyy advirtió que lo que Rusia ha dejado en Kiev y sus zonas cercanas es un «desastre total», un territorio con tierras, casas y equipos minados. El presidente afirmó que incluso los cuerpos de los muertos han sido minados.

Zelenskyy dijo el sábado en su discurso nocturno: «No debemos albergar esperanzas vacías de que» los rusos «simplemente abandonen nuestra tierra». Dijo que la paz sólo podría conseguirse a través de «duras batallas», «negociaciones» y «un vigoroso trabajo diario».

Informes desde Odesa, en la costa ucraniana del Mar Negro, dicen que un ataque con misiles rusos a una refinería de petróleo en esa ciudad ha destruido la instalación. El Ministerio de Defensa ruso dijo en un comunicado: «Esta mañana, misiles de alta precisión basados en el mar y el aire destruyeron una refinería de petróleo y tres instalaciones de almacenamiento de combustible y lubricantes cerca de la ciudad de Odesa, desde donde se suministraba combustible a un grupo de tropas ucranianas.»

La inteligencia militar británica dijo el domingo que las minas reportadas en el Mar Negro son un grave riesgo para la actividad marítima. La agencia dijo que el origen de las minas es discutido y poco claro, pero es probable que se deba a la actividad militar rusa.

Sin embargo, el negociador jefe de Ucrania ha indicado que las conversaciones entre Zelenskyy y Putin podrían ser posibles después de que «los negociadores de Moscú aceptaran informalmente la mayor parte de un borrador de propuesta discutido durante las conversaciones cara a cara en Estambul» la semana pasada, según un informe de Associated Press.

En la ciudad portuaria de Mariupol, asediada en el sureste del país, los residentes seguían esperando un convoy humanitario del Comité Internacional de la Cruz Roja destinado a evacuar a los residentes y llevarles ayuda humanitaria. Según Associated Press, se cree que hasta 100.000 personas están atrapadas en la ciudad, que lleva más de un mes rodeada por las tropas rusas.

Ken Bredemeier