Cazas F-16 holandeses liberados con destino potencial a Ucrania.

Los Países Bajos han vuelto a surgir como probable favorito entre las naciones occidentales que pretenden poner cazas F-16 en manos de la Fuerza Aérea Ucraniana. En el último acontecimiento relacionado con el futuro de la flota holandesa de Viper, el Ministerio de Defensa del país ha confirmado que los planes de vender una docena de los cazas a la empresa contratista «red air» Draken se han reducido drásticamente. El ministerio también dice ahora que un uso alternativo para los F-16 sería el entrenamiento de pilotos ucranianos, una aspiración que Holanda ha dicho anteriormente que quería apoyar.

Los nuevos detalles proceden de una carta dirigida al parlamento holandés por Christophe van der Maat, secretario de Estado de Defensa de los Países Bajos, cargo que apoya el ministro de Defensa holandés. Fechada el 1 de junio, esta carta describe el estado actual del acuerdo con Draken, que se anunció en julio de 2021, y que cubre la transferencia de 12 F-16A/B de la antigua Real Fuerza Aérea de los Países Bajos (RNLAF) a la empresa estadounidense, además de opciones sobre otros 28 de los cazas.

Según los términos del acuerdo original, los F-16 iban a ser utilizados por Draken «para asumir el papel del enemigo en ejercicios de la Fuerza Aérea y la Marina de Estados Unidos. Estos aviones se utilizarán exclusivamente sobre la base de contratos gubernamentales para tareas de apoyo durante ejercicios y entrenamientos (inter)nacionales en territorio estadounidense.»

En diciembre del año pasado, el Parlamento holandés fue informado de que se había producido un retraso en esta transferencia, aunque en la nueva carta no se especifican los motivos concretos.

La carta del secretario de Defensa afirma ahora que el acuerdo con Draken se ha «rescindido de mutuo acuerdo», a raíz de «una diferencia de opinión sobre la ejecución del acuerdo de compraventa». En particular, se dice que Draken no estaba satisfecha con «el estado de mantenimiento [del avión] en el momento de la transferencia».

Como parte de un nuevo plan, que el ministerio describe como una «solución amistosa», Draken ha acordado en su lugar comprar seis F-16 monoplazas holandeses «en condiciones aún por determinar». Aún deben celebrarse las conversaciones finales para cerrar ese acuerdo, aunque la entrega de los seis aviones podría producirse tan pronto como el año que viene si todo va según lo previsto.

Estos seis aviones son los ejemplares que en diciembre de 2022 volaron de vuelta desde Estados Unidos, donde habían sido utilizados para entrenar a pilotos holandeses, asignados a la 162ª Ala de Caza de la Guardia Nacional Aérea de Arizona, en la Base Morris de la Guardia Nacional Aérea (Arizona). Los aviones aterrizaron en Bélgica tras su vuelo en transbordador. Aquí están siendo sometidos a los trabajos de mantenimiento necesarios antes de ser entregados a Draken.

La llegada de los aviones a Bélgica hizo especular con la posibilidad de que fueran reacondicionados para su transferencia a Bulgaria, que busca un caza provisional mientras espera recibir los nuevos F-16 Block 70 de la nueva línea de producción de Carolina del Sur. También se ha sugerido Ucrania como otro posible destino.

Los seis aviones que se encuentran ahora en Bélgica se unirán a una flota Draken que también se espera que incluya otros 12 F-16 adquiridos a Noruega, dentro de una impresionante fuerza aérea privada de aviones tácticos, una de las mayores del mundo, que también incluye una docena de ex Atlas Cheetahs sudafricanos y 22 ex Mirage F1M españoles, además de otros aviones subsónicos. Mientras tanto, otro contratista aéreo rojo, Top Aces, ha sido pionero en la operación privada de aviones de ataque con una flota de antiguos F-16A/B israelíes, actualizados con el Sistema Avanzado de Misión de Agresión (AAMS) que añade un radar de barrido electrónico activo (AESA), un sistema de señalización Scorpion montado en el casco, capacidad de enlace de datos Link 16, y mucho más.

Mientras tanto, los 12 aviones reservados anteriormente para Draken también están potencialmente en juego. El Ministerio de Defensa holandés dice que «actualmente está investigando opciones para destinos alternativos». Entre los 12 aviones hay un número no revelado de biplazas, que pueden utilizarse para la formación de pilotos.

Además de estos 12 Vipers, los holandeses disponen de otros 22 aviones que también podrían transferirse o utilizarse para formación. Se trata del resto de las 28 opciones que se ofrecieron originalmente a Draken (menos los seis aviones que la compañía dice ahora que aceptará). No está claro si alguno de estos aviones es también biplaza, pero, una vez más, «se están investigando alternativas» sobre cómo deshacerse de ellos.

Lo más notable es que la carta del Ministerio de Defensa también señala que «tiene la intención de entrenar a pilotos ucranianos en el F-16», lo que sugiere que al menos algunos de estos aviones podrían utilizarse ahora con este fin.

Aunque los planes para suministrar F-16 y armamento asociado a Ucrania, así como para entrenar a sus pilotos en estas aeronaves, están cobrando impulso, no es habitual que uno de los posibles donantes destaque las aeronaves concretas de las que se trataría.

Sin embargo, los Países Bajos han estado muy a la vanguardia de estos esfuerzos en los últimos meses.

En concreto, los holandeses han respaldado una iniciativa de entrenamiento de F-16 para Ucrania, en la que se han unido a Bélgica, Dinamarca y el Reino Unido. Sin embargo, el Reino Unido no es un operador de F-16, mientras que Bélgica ha dicho que puede ofrecer entrenamiento, pero no transferir ningún Vipers (al menos por ahora). Teniendo esto en cuenta, cualquier avión holandés disponible podría estar muy solicitado.

A diferencia de Bélgica y Dinamarca, que todavía tienen que empezar a recibir cazas furtivos F-35A para empezar a sustituir a los F-16 en su propio territorio, la RNLAF ha dado pasos significativos en la introducción del Joint Strike Fighter.

En la actualidad, todos los F-16 en activo de la RNLAF se encuentran en una única base, Volkel, donde la flota local de primera línea se redujo a solo 24 aviones el verano pasado.

El mes pasado, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, confirmó a los periodistas que Holanda, junto con Dinamarca, lideraría una coalición europea para entrenar a pilotos ucranianos en los F-16.

«Durante la reunión de hoy, varios aliados y socios también discutieron los planes para entrenar a los pilotos ucranianos en aviones de combate de cuarta generación, incluyendo el F-16», dijo Austin. «Planificar y ejecutar este entrenamiento será una empresa importante, pero la coordinación de este grupo de contacto ayudará a hacerlo posible. Pero quería dar las gracias especialmente a Dinamarca y Holanda, que han decidido liderar una coalición europea para proporcionar entrenamiento en F-16 a las fuerzas ucranianas.»

Austin declaró que «en las próximas semanas, mis homólogos holandés y danés trabajarán con Estados Unidos y otros aliados para desarrollar un marco de entrenamiento. Noruega, Bélgica, Portugal y Polonia ya se han ofrecido a contribuir al adiestramiento. Esperamos que más países se unan a esta importante iniciativa».

Según funcionarios estadounidenses, el entrenamiento de los pilotos ucranianos en el F-16 tendrá lugar fuera de Ucrania, en centros de Europa, y requerirá «meses para completarse». Ahora parece más probable que en el esfuerzo de entrenamiento participen al menos algunos jets holandeses, aunque no hay ninguna razón para que tenga que llevarse a cabo en los Países Bajos específicamente. Los anuncios anteriores sugerían que Bélgica podría ser un candidato probable y los holandeses y belgas ya operan sus flotas de F-16 en estrecha colaboración, incluso compartiendo la cobertura de defensa aérea.

La retirada de la flota holandesa de F-16 también ha suscitado sugerencias de que estos aviones no sólo podrían utilizarse para entrenar a pilotos ucranianos, sino que también podrían llegar a entregarse a Kiev para ayudar a modernizar el inventario de cazas de su fuerza aérea.

En enero de este año, el Viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores holandés, Wopke Hoekstra, declaró que su gobierno estudiaría cualquier solicitud de transferencia de sus F-16 a Ucrania con una «mente abierta». Sin embargo, el primer ministro holandés, Mark Rutte, se retractó entonces significativamente de los comentarios de Hoekstra.

Desde entonces, sin embargo, la posibilidad de transferir F-16 holandeses a Ucrania parece estar de nuevo sobre la mesa. En una reunión entre Rutte y el primer ministro británico, Rishi Sunak, el mes pasado, Rutte también dijo que «no hay tabúes» y que se está trabajando «intensamente» para que los Vipers lleguen a manos ucranianas.

Esto parece dejar a los aproximadamente 24 aviones que siguen en los Países Bajos como los mejores candidatos para Ucrania, aunque su disponibilidad también dependerá de la continuación de las entregas del F-35 y de la preparación operativa de ese avión y sus pilotos. Sin embargo, con un último escuadrón holandés cuya conversión al F-35 está prevista para el año que viene, el calendario de posibles entregas de F-16 a Ucrania parece en general prometedor.

Los 24 F-16 que siguen volando en misiones operativas con la RNLAF son probablemente los candidatos menos probables a ser transferidos a Ucrania, al menos a corto plazo. Son necesarios para continuar las misiones operativas al menos hasta que se haya entregado un mayor número de F-35, y estos aviones no están actualmente autorizados para llevar a cabo todo el espectro de misiones operativas.

Pero incluso sin esos 24 aviones, los holandeses tienen 34 aviones sobrantes del acuerdo Draken original, ahora abandonado.

También es muy probable que haya otros F-16 disponibles en los Países Bajos.

Según un informe reciente del periódico holandés de Volkskrant, hay otros 18 F-16 de la RNLAF que no se utilizan regularmente. La oficina nacional de contabilidad holandesa confirma que estos aviones se mantienen para uso operativo según las necesidades y que en realidad se rotan con los aviones de primera línea para reducir las horas de vuelo por fuselaje. Esto sugiere que los holandeses tienen hasta 18 F-16 que estarían más o menos listos para ser transferidos a Ucrania (aunque con un impacto en la disponibilidad y la vida útil del resto de aviones de primera línea). También se entiende que estos aviones se actualizarán al mismo nivel que los F-16 de primera línea.

Cualquier antiguo F-16 de la RNLAF que se suministre a Ucrania probablemente requerirá la retirada de su capacidad nuclear, siempre que aún la conserve intacta, aunque es probable que se trate de un proceso bastante sencillo y que también se habría llevado a cabo en los aviones preparados para Draken. Tanto los F-16 belgas como los holandeses están preparados para transportar bombas nucleares tácticas de gravedad B61 en virtud del acuerdo de «doble llave» de la OTAN.

En conjunto, cada vez parece más que Holanda podría ser el mejor situado entre los operadores de F-16 para suministrar a Ucrania los cazas por los que lleva tanto tiempo luchando, ya sea como material de entrenamiento para ser utilizado fuera de Ucrania, como cazas de primera línea para la Fuerza Aérea Ucraniana, o ambas cosas.

Como ya hemos analizado en otras ocasiones, el número de países de la OTAN que pueden deshacerse a corto plazo de fuselajes de F-16 adecuados es bastante limitado. Además de que estos aviones siguen siendo necesarios para cumplir misiones operativas, a falta de flotas completas de F-35, también hay una demanda bastante alta de F-16 en el sector privado, mientras que Estados Unidos ya está utilizando muchos de sus propios Vipers retirados para diversos fines.

Sin embargo, los últimos acontecimientos de los Países Bajos sugieren que la pérdida de Draken podría acabar siendo la ganancia de Ucrania.

Thomas Newdick