China afirma que puede hacer que los cazas furtivos sean aún más sigilosos.
Científicos chinos afirman que han desarrollado un nuevo tipo de material para hacer que los aviones sean menos detectables por el radar.
El profesor Luo Xiangang y sus colegas del Instituto de Óptica y Electrónica, de la Academia China de Ciencias en Chengdu, afirman haber creado el primer modelo matemático de la historia para describir con precisión el comportamiento de las ondas electromagnéticas cuando “golpean un trozo de metal grabado con patrones microscópicos», según cita el South China Morning Post.
«Con su nuevo modelo y los avances en la fabricación de materiales, han desarrollado una membrana, conocida como ‘meta-superficie’, que puede absorber las ondas de radar en el espectro más amplio hasta ahora conocido», dice el diario.
En la actualidad, los aviones furtivos se basan principalmente en una geometría especial, la forma de su fuselaje, para desviar las señales de radar, pero estos diseños pueden afectar al rendimiento aerodinámico. También utilizan pintura absorbente de radar, que tiene una alta densidad, pero que sólo funciona con un espectro de frecuencia limitado.
En una prueba realizada, la nueva tecnología redujo la fuerza de una señal de radar reflejada, medida en decibelios, entre 10 y casi 30 dB en un alcance de frecuencia de 0,3 a 40 gigahercios.
Un experto tecnólogo de la Universidad Fudan de Shanghai, que no está involucrado en el trabajo, ha dicho que un avión de combate o un buque de guerra que utilizara la nueva tecnología podrían engañar a todos los sistemas militares de radar en operación hoy en día.
Las afirmaciones de Luo y los comentarios no constituyen un cambio importante en la forma en que las empresas desarrollan aviones de guerra sigilosos o en el equilibrio militar de poder entre los operadores de tales aeronaves.
Eso se debe a que la superficie en la que Luo está trabajando es sólo un ejemplo de tipo de metamaterial que ha sido objeto de investigación en todo el mundo. Cuando comience a aparecer en aviones de primera línea, podría mejorar las cualidades de sigilo en una amplia gama de aviones a ambos lados del Océano Pacífico.
Los metamateriales han sido un tema de investigación popular durante más de una década, dijo el Financial Times en 2018. «Los metamateriales capturaron por primera vez la imaginación del público en 2006, cuando John Pendry de Imperial College publicó dos artículos que mostraban cómo crear una capa de invisibilidad al estilo de Harry Potter utilizando los materiales especialmente diseñados».
David Smith, profesor de ingeniería eléctrica e informática en la Universidad de Duke, que fue coautor de la investigación, produjo la primera capa de funcionamiento, aunque hizo que los objetos fueran invisibles a las microondas y no para la luz visible. Ahora, la misma tecnología está empezando a ser utilizada en una serie de productos comerciales.
Debido a que ciertos metamateriales pueden controlar las ondas electromagnéticas, también pueden utilizarse para mejorar el rendimiento de las antenas y sensores de los satelitales. Estos usos comerciales pueden ser menos llamativos que un escudo de invisibilidad, pero muestran que los metamateriales salen del laboratorio y se utilizan a diario.
«Estos son los primeros empujones», dice Tom Driscoll, director de tecnología de Echodyne, que fabrica radares para aviones no tripulados, uno de los productos que utiliza la tecnología emergente”.
Lockheed Martin, que fabrica los cazas furtivos F-22 y F-35 del ejército estadounidense, es un gran inversor en metamateriales. En 2017, la compañía se asoció con una empresa canadiense que produce metamateriales ligeros para aplicaciones de energía solar.
Los metamateriales son claramente prometedores y, con el tiempo, podrían abrirse camino en la producción de aviones de guerra de varios países. Pero no son revolucionarios.
South China Morning Post en una noticia de 2018 dio voz a los escépticos. «Hay un debate en la comunidad de investigación sobre el valor» de los metamateriales que están siendo desarrollados por un equipo de investigación de la Universidad del Sureste en Nanjing, explicó el periódico.
«No hay una definición clara de un metamaterial, por lo que no todos en la comunidad de investigación están de acuerdo con su afirmación», dijo un investigador de la Academia China de Ciencias. «El consenso es que su producto aún tiene mucho margen de mejora».
David Axe