Corea del Norte vuela aviones de combate cerca de Corea del Sur tras lanzamiento de misiles.

Corea del Norte voló el jueves con 12 aviones de guerra cerca de su frontera con Corea del Sur, lo que provocó que el Sur enviara 30 aviones militares en respuesta, dijeron funcionarios de Seúl. El inusual incidente se produjo horas después de que Corea del Norte disparara dos misiles balísticos al mar en su sexta ronda de pruebas de misiles en menos de dos semanas.

Ocho aviones de combate y cuatro bombarderos norcoreanos volaron en formación y se cree que realizaron ejercicios de tiro aire-superficie, dijo el ejército de Corea del Sur.

El ejército dijo que Corea del Sur respondió enviando 30 cazas y otros aviones de guerra, aunque no se enfrentaron a los aviones norcoreanos.

Los aviones norcoreanos se encontraban probablemente a decenas de kilómetros de la frontera, según los medios de comunicación surcoreanos.

Corea del Norte ya ha enviado anteriormente aviones militares cerca de la frontera, pero la agencia de noticias Yonhap dijo que probablemente sea la primera vez que moviliza tantos aviones de guerra para unos ejercicios de vuelo y disparo tan provocativos.

Las tensiones han aumentado considerablemente en la península de Corea, ya que la reciente avalancha de pruebas de misiles de Corea del Norte ha llevado a Corea del Sur, Estados Unidos y Japón a realizar simulacros conjuntos como respuesta.

A primera hora del jueves, Corea del Norte lanzó dos misiles balísticos de corto alcance hacia sus aguas orientales. Los lanzamientos se produjeron después de que Estados Unidos volviera a desplegar un portaaviones cerca de la península de Corea en respuesta al lanzamiento por parte de Corea del Norte de un misil con capacidad nuclear sobre Japón a principios de esta semana.

Corea del Norte ha realizado un número récord de pruebas de misiles este año. Funcionarios surcoreanos dijeron que el Norte podría aumentar aún más las tensiones probando un misil balístico intercontinental o realizando su primera explosión de prueba nuclear desde 2017, siguiendo un viejo patrón de aumentar las animosidades antes de intentar arrancar concesiones externas.

Algunos expertos dicen que el líder norcoreano Kim Jong Un está decidido a ampliar su arsenal nuclear desafiando las sanciones internacionales. Dicen que el objetivo de Corea del Norte es conseguir finalmente el reconocimiento como estado nuclear legítimo por parte de Estados Unidos y el levantamiento de las sanciones, aunque Washington y sus aliados no han dado muestras de hacerlo.

Los últimos misiles fueron lanzados con 22 minutos de diferencia desde la región de la capital norcoreana y cayeron entre la península de Corea y Japón, según informó el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur en un comunicado. El primer misil voló 350 kilómetros y alcanzó una altitud máxima de 80 kilómetros y el segundo voló 800 kilómetros con un apogeo de 60 kilómetros.

El ministro de Defensa japonés, Yasukazu Hamada, dijo que el segundo misil fue lanzado posiblemente con una trayectoria «irregular». Es un término que se ha utilizado para describir las características de vuelo de un arma norcoreana modelada a partir del misil Iskander de Rusia, que viaja a baja altura y está diseñado para ser maniobrable en vuelo para mejorar sus posibilidades de evadir las defensas antimisiles.

Destructores estadounidenses, surcoreanos y japoneses iniciaron ejercicios conjuntos más tarde el jueves frente a la costa oriental de la Península de Corea para poner a prueba sus capacidades de búsqueda, seguimiento e interceptación de misiles balísticos norcoreanos, dijo el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur.

El destructor estadounidense forma parte del grupo de ataque liderado por el portaaviones de propulsión nuclear USS Ronald Reagan, que regresó a las aguas en lo que los militares surcoreanos calificaron como un intento de demostrar la «firme voluntad» de los aliados para contrarrestar las continuas provocaciones y amenazas del Norte.

El grupo de ataque estuvo en la zona la semana pasada en el marco de simulacros anteriores entre Corea del Sur y Estados Unidos, y de otros entrenamientos de los aliados en los que participó Japón. Corea del Norte considera estos simulacros liderados por Estados Unidos cerca de la península como un ensayo de invasión y ve el entrenamiento con un portaaviones estadounidense como algo más provocativo.

El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, hablaron por teléfono el jueves y coincidieron en que las recientes pruebas de misiles de Corea del Norte son «una grave provocación» que amenaza la paz internacional, según la oficina de Yoon. Kishida dijo que ambos reafirmaron la importancia de la capacidad de disuasión de las alianzas Japón-Estados Unidos y Corea del Sur-Estados Unidos, así como la cooperación en materia de seguridad entre los tres países.

Moon Hong Sik, portavoz del Ministerio de Defensa de Corea del Sur, dijo que la aceleración de las pruebas de Corea del Norte también refleja la urgencia de cumplir los objetivos de desarrollo armamentístico de Kim Jong Un.

El año pasado, Kim describió una extensa lista de deseos de sistemas avanzados de armas nucleares, incluyendo ICBMs más potentes, misiles con múltiples cabezas, misiles nucleares lanzados desde el agua y armas nucleares tácticas.

Corea del Norte ha disparado más de 40 misiles balísticos y de crucero en más de 20 lanzamientos este año, aprovechando el estancamiento de la diplomacia con Estados Unidos y la guerra de Rusia contra Ucrania como ventana para acelerar el desarrollo armamentístico.

Hyung-Jin Kim

Fotos: F. Valduga