Corea del Sur busca un acuerdo para comprar misiles SM-2 para los destructores con sistema Aegis.
Corea del Sur planea comprar más misiles aire-aire construidos en Estados Unidos para reforzar las defensas aéreas contra Corea del Norte, incluso en un momento en el que se esfuerza por reducer la tensión con Pyongyang, ha anunciado la agencia de compras de armas de Seúl.
Desde 2013, Corea del Sur está comprando los misiles SM-2, desarrollados por Raytheon Co, para equipar a los tres destructores con los sistemas Aegis que se preparan para ser desplegados a mediados de los años 2020.
Su objetivo hasta ahora, pese a la mejora de relaciones con el régimen norcoreano, ha sido aumentar la capacidad para detectar y rastrear misiles desde el Norte, a medida que su vecino desarrollaba programas nucleares que, en última instancia, tenían como objetivo a Estados Unidos, desafiando las sanciones internacionales.
No se ha dado a conocer el número de misiles, citando preocupaciones de seguridad, pero un funcionario que no quiso ser identificado, dijo que habría «docenas», con un pedido total valorado en unos 340.000 millones de won (304 millones de dólares).
En los esfuerzos de reconciliación de este año, los gobiernos de la península dividida firmaron un amplio pacto militar en una cumbre celebrada en septiembre en Pyongyang, la capital de Corea del Norte, que tuvo como objetivo desactivar la tensión militar sobre la frontera fuertemente fortificada.
Pero el Sur, pese a estos acuerdos, ha seguido reforzando las defensas aéreas, y el mes pasado decidió comprar dos sistemas de radar de alerta temprana israelíes.
En septiembre, el Departamento de Estado de Estados Unidos aprobó posibles ventas militares por valor de 2.600 millones de dólares a Corea del Sur, incluyendo seis aviones de reconocimiento marítimo P-8A Poseidon fabricados por Boeing y 64 sistemas de misiles tierra-aire de largo alcance Patriot, fabricados por Raytheon.
El Norte solitario y el Sur rico y democrático siguen técnicamente todavía en guerra porque su conflicto de 1950-53 terminó en una tregua, en lugar de un tratado de paz.
En una cumbre histórica celebrada en junio en Singapur, entre el líder norcoreano Kim Jong Un y el presidente estadounidense Donald Trump se comprometieron a trabajar para lograr la desnuclearización, pero el pacto era impreciso y las conversaciones desde entonces han avanzado poco.
Reuters