El ejército chino se hace más fuerte cada día.
Tratando de mantener un barniz de legitimidad democrática, el gobierno chino se somete al teatro político de una reunión de su Congreso cada mes de marzo.
Como parte del proceso, Pekín da a conocer la cifra que se gastará en su ejército durante el año. El año fiscal chino va del 1 de enero al 31 de diciembre, pero Pekín da a conocer las cifras de su presupuesto de defensa en marzo, unos meses después de iniciado el año fiscal.
Este mes, los chinos anunciaron que su presupuesto de defensa para 2021 será de 1,35 billones de yuanes, lo que supone un aumento del 6,8% respecto al presupuesto de 2020. Eso se suma a un presupuesto que creció un 6,6% y un 7,5% en los dos últimos años y que ha experimentado un crecimiento constante en los últimos tiempos.
Refleja la extraordinaria importancia que el Partido Comunista Chino ha concedido a la modernización y al aumento de la capacidad, la aptitud y la preparación del Ejército Popular de Liberación. En la última década, el presupuesto de defensa de Pekín se ha duplicado con creces, pasando de unos 600.000 millones de yuanes en 2011 a 1,35 billones de yuanes en 2021.
Vale la pena señalar que estas son sólo las cifras declaradas, que reflejan lo que el Partido Comunista Chino quiere que el mundo crea sobre su presupuesto de defensa, y no una imagen completa ni transparente.
Como ha demostrado la investigación de la Fundación Heritage, existen grandes dificultades para obtener una imagen completa del presupuesto de defensa chino y convertirlo en dólares.
Uno de los problemas a los que se enfrentan los analistas a la hora de realizar comparaciones presupuestarias es que el Partido Comunista Chino omite habitualmente algunas categorías importantes de gastos de su presupuesto de defensa que se consideran partes fundamentales del presupuesto de defensa de la mayoría de las demás naciones, principalmente, su gasto en investigación y desarrollo.
Tampoco incluye a la Policía Armada del Pueblo, una fuerza que se estima entre 400.000 y 800.000 personas y que depende directamente de la Comisión Militar Central desde 2018.
Además, existe el desafío inherente de entender el presupuesto de defensa chino en el contexto de los gastos mundiales; es decir, convirtiendo yuanes a dólares.
Los desinformados tendrán la tentación de convertir simplemente la cifra en dólares utilizando un tipo de cambio de mercado y llegar así a un resultado cercano a los 200.000 millones de dólares.
Los tipos de cambio de mercado pueden ser útiles para entender el coste relativo de los bienes que viajan a través de las fronteras de los países, pero los tipos de cambio son pobres herramientas para comparar las compras realizadas localmente en la moneda local sin mucha presión de un mercado global, como es el caso de la mayoría de los bienes y servicios comprados con el presupuesto de defensa de un país.
Para ello, el índice de paridad de poder adquisitivo -un índice que mide hasta dónde puede llegar el dólar en un país- ofrece una imagen más precisa.
El mero hecho de cambiar el método de conversión del tipo de cambio del mercado al índice de paridad de poder adquisitivo, una métrica establecida internacionalmente, cambia el presupuesto de defensa comunicado por China en un 50%, pasando a ser de 321.000 millones de dólares, frente a los 208.000 millones de dólares comunicados ampliamente.
Más importante que el método de conversión, que aporta más claridad al debate, es la información que podemos extraer del presupuesto de defensa anunciado.
El mensaje que envían los comunistas al mundo es claro: el Ejército Popular de Liberación va a continuar su expansión.
Mientras tanto, se especula con que el próximo presupuesto de defensa de Estados Unidos (2022) se mantendrá en el nivel de 2021, lo que supondrá una pérdida de unos 15.000 millones de dólares de poder adquisitivo debido a la inflación. Se trata de una curiosa reacción por parte de unos dirigentes políticos que afirman que su prioridad es contrarrestar la expansión de China.
Los chinos han estado jugando a ponerse al día, tratando de igualar las capacidades militares estadounidenses, y su reciente presupuesto anunciado es un buen recordatorio de sus progresos y planes.
Frederico Bartels