El F-35 ha volado con su nueva red troncal de software por primera vez.

Un F-35 Lightning II ha volado por primera vez con la nueva configuración Technology Refresh 3 (TR-3). La finalidad de la TR-3 es mejorar significativamente el procesador central, la unidad de memoria y la aviónica asociada del caza furtivo construido por Lockheed Martin, de modo que la plataforma pueda soportar mejor todas las nuevas capacidades previstas para equipar el tipo en el próximo programa de modernización del Bloque 4, que ahora sabemos incluye un radar totalmente nuevo.

Según la Oficina del Programa Conjunto (JPO) del F-35, un equipo de pruebas de desarrollo del 461º Escuadrón de Pruebas de Vuelo (FTS) de la Base Edwards de la Fuerza Aérea (California) apoyó el vuelo de prueba junto con la Fuerza Integrada de Pruebas del F-35 Lightning II, que tuvo lugar el 6 de enero. Para la misión, el mayor Ryan Luersen, piloto de pruebas experimentales de la Fuerza Aérea de EE.UU., voló el F-35 con número de cola AF-7, como avión de pruebas de vuelo especialmente instrumentado y el primero con las mejoras TR-3 instaladas. El AF-7 ha estado en la flota de pruebas de Edwards durante años, pero ahora está ayudando a liderar la carga con la nueva vía de mejora.

En agosto del año pasado, los «Bufones Mortales» de la 461ª FTS de la Base Aérea de Edwards y la Fuerza Integrada de Pruebas del F-35 Lightning II recibieron el primero de lo que con el tiempo se convertirá en una flota de seis reactores de pruebas mejorados del F-35. Según el servicio, el resto del lote se irá entregando paulatinamente a lo largo de los próximos años y se utilizará para evaluar las nuevas capacidades, armamento y sistema operativo del F-35 vinculados al TR-3 y a la iniciativa relacionada Block 4.

Durante la prueba del 6 de enero, Luersen realizó lo que se conoce como un perfil de vuelo de comprobación funcional destinado a «verificar la aeronavegabilidad y la estabilidad del sistema» del TR-3 a bordo del F-35, explicó el JPO. El vuelo duró 50 minutos sobre el desierto de Mojave y el avión alcanzó una altura de 35.000 pies y una velocidad ligeramente inferior a la del sonido. La prueba fue sólo el comienzo de las evaluaciones de vuelo con el TR-3, ya que el JPO añadió que las pruebas de desarrollo y operativas continuarán hasta 2023.

«Se trata de un logro significativo para el programa F-35», declaró el teniente general de las Fuerzas Aéreas Mike Schmidt, director ejecutivo del programa F-35 JPO. «TR-3 es la actualización electrónica de procesamiento informático crítica del F-35 que seguirá proporcionando a todos nuestros pilotos la capacidad que necesitan para tener éxito contra cualquier adversario. Todavía queda mucho trabajo por hacer y confío en que nuestros socios de la industria y el equipo gubernamental consigan hacer el trabajo.»

En la actualidad, TR-3 es ampliamente conocida como la iniciativa que renovará el procesador central del F-35 para conseguir 25 veces más potencia de cálculo, su unidad de memoria y su sistema de visualización panorámica de la cabina. Esto supondría una mejora con respecto al actual sistema informático del avión, TR-2, que se ha considerado inadecuado para soportar las potentes capacidades que el Bloque 4 aportará a la plataforma F-35, varias de las cuales están basadas en software.

«La actualización tecnológica 3 moderniza el núcleo computacional del vehículo aéreo F-35», declaró el teniente coronel del Ejército del Aire Christopher Campbell, comandante de la 461ª FTS y director de la Fuerza de Pruebas Integradas del F-35. «Por lo tanto, el nuevo hardware y software del TR-3 afecta a casi todas las características de la aeronave. El evento de hoy fue sólo el comienzo de una amplia campaña de pruebas de vuelo que verificará y mejorará la seguridad, la estabilidad y el rendimiento de todo el sistema de armas del F-35 en esta nueva configuración.»

Aunque algunas de estas mejoras del bloque 4 siguen siendo confidenciales, se sabe que otras incluyen un nuevo radar de barrido electrónico activo (AESA) denominado AN/APG-85, una importante actualización del sistema de apertura distribuida (DAS) y del sistema electroóptico de puntería (EOTS) del avión, y la integración de una serie de nuevas armas como la bomba de precisión GBU-53/B StormBreaker. No obstante, cabe señalar que el Bloque 4 también contempla la posibilidad de introducir cambios en el fuselaje o en los revestimientos furtivos del avión.

Sin embargo, llegar finalmente al punto en el que el TR-3 pudiera probarse en vuelo no fue un camino de rosas. La Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno informó el año pasado de que las complejidades en el desarrollo del TR-3 aumentaron el coste total de la modernización del Bloque 4 en 330 millones de dólares en 2021 y contribuyeron a los retrasos del programa. En lo que probablemente fue una respuesta a esta complicación, el JPO en su anuncio de la prueba de vuelo dijo: «el programa TR-3 ha superado los desafíos de complejidad técnica con hardware y software, y ahora está en camino de entregar la capacidad.»

Las tres variantes del F-35 se someterán a esta revisión. El objetivo actual es que el TR-3 se aplique a las nuevas entregas de los F-35 de los lotes 15 a 17. Lockheed Martin espera empezar a entregar los aviones del lote 15 a mediados de 2023. Sin embargo, según los documentos de justificación presupuestaria del Ejército del Aire para el año fiscal 2023, la actualización se aplicará a los cazas del lote 11. El subsiguiente paquete de actualización del Bloque 4 no está previsto que finalice hasta 2029 y, si todo va según lo previsto, se prevé que se introduzca a partir de las variantes del Lote 17.

En Estados Unidos y entre otros operadores del F-35 existe la preocupación de que, si Lockheed Martin y el JPO acaban optando por esta vía, las actualizaciones del bloque 4 puedan resultar prohibitivas desde el punto de vista económico. Hasta la fecha, Lockheed Martin ha entregado más de 890 F-35 de todos los tipos a diversos clientes, y el precio de actualizar incluso una parte de estos modelos antiguos a la configuración TR-3 con al menos algunas capacidades del bloque 4 sería probablemente significativo. Aun así, la capacidad que aporta el Bloque 4, bien podría merecer la pena.

Lockheed Martin y el Pentágono acaban de cerrar un gigantesco contrato por valor de 30.000 millones de dólares para la entrega de hasta 389 aviones de combate F-35 modernizados para el ejército estadounidense y clientes internacionales. El pedido consta de 145 aviones del Lote 15, 127 del Lote 16 y la opción de 126 del Lote 17, que se entregarán a Finlandia, Bélgica y Polonia. Canadá también acaba de cerrar su propio acuerdo para adquirir 88 F-35 del bloque 4 que sustituirán a sus anticuados CF-18 Hornets, y se espera que las primeras entregas tengan lugar en 2026.

Emma Helfrich