El gasto en defensa del Reino Unido se duplicará hasta alcanzar los 100.000 millones de libras en 2030.

El secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, ha afirmado que el gasto militar se duplicará respecto a su nivel actual para alcanzar los 100.000 millones de libras en 2030, como resultado del compromiso de Liz Truss de aumentar el presupuesto de las fuerzas armadas hasta el 3% del PIB.

El ministro dijo en una entrevista con un periódico dominical que las fuerzas armadas «realmente van a crecer» por primera vez desde el final de la guerra fría, aunque no se comprometió específicamente a revertir un recorte previsto en el tamaño del ejército.

Truss había prometido durante su campaña de liderazgo elevar el gasto en defensa del 2,1% del PIB al 3% para 2030, muy por encima del compromiso asumido por Boris Johnson en junio de aumentarlo al 2,5% para el final de la década.

Wallace dijo que la promesa de Truss supondría miles de millones más para el ejército. «Según las previsiones actuales, eso supone aproximadamente un presupuesto de defensa de 100.000 millones de libras en 2029-30. Actualmente estamos en 48.000 millones de libras. Esa es la diferencia. En ocho años, es una cantidad enorme», dijo al Sunday Telegraph.

Ben Zaranko, economista del Instituto de Estudios Fiscales, dijo que la cifra de 100.000 millones de libras «exagera un poco la magnitud del aumento». Los 52.000 millones de libras adicionales incluyen un aumento en términos reales de unos 23.000 millones de libras, mientras que la inflación y el impacto del futuro crecimiento económico representan el resto.

Pero a pesar de las sumas extra que se ofrecen en el futuro, Wallace dijo que no podía especular todavía sobre qué partes del ejército se beneficiarían. Es «muy probable» que el tamaño del ejército aumente, dijo, y sugirió que es probable que se produzca una expansión en la guerra contra los drones, la inteligencia de señales y la artillería.

La guerra en Ucrania ha demostrado la utilidad militar de los aviones no tripulados, en particular para el reconocimiento, y la necesidad de inteligencia en el campo de batalla para ayudar a las fuerzas de Kiev a apuntar a los centros de mando rusos y a los centros de municiones detrás de las líneas del frente.

Rusia, por su parte, explotó sombríamente una superioridad de aproximadamente diez veces en artillería para tomar territorio en la región oriental de Donbás en la primavera y principios del verano, ganando terreno con un bombardeo implacable a costa de la destrucción de edificios y la muerte de civiles.

No hubo un compromiso inmediato de revertir el recorte de casi 10.000 efectivos del ejército británico para 2025, aunque es probable que surjan planes revisados hacia finales de año tras una nueva revisión de la política exterior y de defensa encargada por Truss para reescribir la revisión integrada anunciada bajo el mandato de Johnson.

Los aliados de la OTAN en el este de Europa, como Polonia y los países bálticos, quieren que los países más occidentales, como el Reino Unido, destinen más tropas a su defensa de primera línea en respuesta a la invasión rusa de Ucrania.

Este año, el Reino Unido ha aumentado su presencia en Estonia a 1.700 efectivos, con otros 1.000 en espera en Gran Bretaña para desplegarse en caso de necesidad, como parte de una fuerza renovada de la OTAN de 300.000 efectivos en todo el continente.

Wallace también aprovechó la entrevista para quejarse de Rishi Sunak, el ex canciller que fue derrotado por Truss en la contienda por el liderazgo del Partido Conservador. Acusó al Tesoro de haber protagonizado una sostenida «incursión corporativa» en el gasto militar, «hasta el punto de que el Tesoro de Rishi intentó estipular el tamaño del ejército».

Wallace y Sunak libraron varias batallas sobre el gasto militar cuando Johnson era primer ministro, pero el secretario de Defensa dijo que esperaba una mejor relación con el titular. El canciller, Kwasi Kwarteng, «no va a cerrar la puerta del número 11 y esconderse detrás de ella», dijo.

Dan Sabbagh