El Pentágono reitera su llamamiento a Turquía para que no siga con los S-400.

El Pentágono ha reiterado su llamamiento a Turquía para no seguir adelante con las conversaciones para la compra de un segundo sistema de defensa antimisiles S-400 de fabricación rusa y deshacerse de la batería que ya adquirió, subrayando que son incompatibles con los aviones de combate F-35.

«No ha habido ningún cambio en la política de la administración con respecto al F-35 y al S-400», dijo el portavoz del Pentágono John Kirby a los periodistas el 23 de febrero.

Turquía y Rusia han estado negociando transferencias de tecnología y producción local antes de una posible compra de un segundo sistema. Turquía adquirió la primera batería de Rusia en 2019 después de abandonar las conversaciones sobre un sistema Patriot estadounidense comparable porque Washington se negó a compartir tecnología.  

Estados Unidos impuso recientemente sanciones a la industria de defensa de Turquía por la compra de misiles, diciendo que el sistema ruso podría usarse para recopilar inteligencia sobre el caza furtivo F-35 de Lockheed Martin Corp. Anteriormente suspendió a los contratistas de defensa turcos del programa internacional para ayudar a construir el F-35.

Las declaraciones de Kirby se hicieron eco de comentarios anteriores del portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Ned Price, quien había dicho el 10 de febrero que la política de EE.UU. sobre la adquisición de los S-400 por parte de Turquía no había cambiado y que Washington seguía instando a Ankara a no quedarse con el sistema.

Price había hecho los comentarios cuando se le preguntó si Estados Unidos está considerando la sugerencia de Turquía de que puede no necesitar que los S-400 estén siempre operativos.

Washington dice que los S-400 suponen una amenaza para sus cazas F-35 y para los sistemas de defensa más amplios de la OTAN. Turquía lo rechaza, diciendo que los S-400 no se integrarán en la OTAN y que su compra era una necesidad al no poder adquirir sistemas de defensa aérea de ningún aliado de la OTAN en condiciones satisfactorias.

Turquía se mantiene firme en continuar con los misiles rusos, lo que refleja su deseo de un papel cada vez más independiente en las políticas regionales de la OTAN y de estrechar lazos económicos con Rusia.

Bloomberg