El Siroco: de submarino de ataque a reloj sumergible.
El submarino de la Armada Española Siroco (S-72) fue un submarino de la clase Agosta conocida en España como clase Galerna serie S-70 y causó baja en junio de 2012 tras más de 30 años al servicio de la Armada. El arma subacuática, de diseño francés, fue construida en los antiguos astilleros de Bazán en Cartagena, actual Navantia en 1982 y entregado a la Armada en la ciudad portuaria un año más tarde. Formó parte de los cuatro submarinos de la Armada Española que han llevado el nombre de viento: Galerna, Siroco, Mistral y Tramontana.
Ahora, casi cuarenta años más tarde, el arma submarina ha sido desguazada para dar una segunda vida a su acero de gran resistencia. En el mes de mayo, la empresa cartagenera Hermanos Inglés compró el sumergible a la Armada para desguazarlo y fundirlo.
Un proceso que se ha desarrollado por primera vez en la Dársena de Escombreras y que ha durado casi cinco meses. «El Siroco pesaba 1.000 toneladas», explica Tomas Inglés, gerente de la empresa que adquirió el submarino.
Aun así, tras la subasta, la Armada aprovechó algunos elementos del Siroco que les podrían ser útiles como repuestos para los dos únicos submarinos de esta misma serie que continúan prestando servicio actualmente: el Galerna (S-71), que permanece en los astilleros de Navantia sometiéndose a su quinta Gran Carena y el Tramontana (S-74), que estará al menos un año más operativo según informó el Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada (AJEMA), Antonio Martorell Lacave, durante su última visita a Cartagena.
En concreto, la Armada retiró del Siroco la hélice y los lastres de plomo de emergencia, que ahora lleva el Tramontana. Con 200 toneladas menos, el submarino partió el 20 de mayo del Arsenal de Cartagena hasta la Dársena de Escombreras, donde quince operarios han cortado a soplete el casco resistente del arma submarina hasta dejar el sumergible en la base. Para evitar la contaminación del agua durante este proceso, un equipo de buzos selló los tanques del submarino para evitar fugas de aceite y combustible.
El desguace se ha realizado siguiendo el plan de reciclaje que un ingeniero naval ha elaborado especialmente para desmontar el Siroco.
«La parte más valiosa del submarino es el casco resistente, que está hecho con acero de 26 milímetros y supone un 60 por ciento del acero total del submarino e irá destinado a fabricar objetos de gran calidad», explica Inglés. «El material del casco externo es más fino, de 8 milímetros de espesor, supone un 15 por ciento del acero total e irá a parar a acerías convencionales», prosigue el gerente de la empresa que ha efectuado el desguace del submarino.
Entre el resto de los materiales que componían el Siroco en menor medida se encuentran el plomo, el cobre, el latón y hasta el bronce.
«Son 800 toneladas que se ponen de nuevo al servicio de la industria», destaca Inglés. «De esta manera, evitamos la explotación de materias primas que suponen un mayor coste medioambiental», añade el gerente de Hermanos Inglés.
Precisamente por lo valioso y singular de este material, una firma de relojes española se ha interesado en el acero del submarino Siroco para equipar uno de sus modelos, que se fabricará en Suiza.
La firma emergente Otto Krümel elaborará un reloj sumergible con acero del casco resistente del S-72 Siroco. «Queríamos un reloj diferente, que resista a todo y que sea de una gran calidad», explica Carlos A. S., fundador de la marca.
Además de por «reciclar y dar una nueva vida a este material», Otto Krümel se ha interesado en el acero del sumergible «por el componente emocional que supone llevar en la muñeca un trocito de algo que ha estado recorriendo los mares de todo el mundo durante casi cuarenta años», sostiene el CEO de la marca.
La empresa, que ya tiene cerrado el diseño de este exclusivo reloj «de corazón mecánico», ha comprado dos toneladas de acero del casco resistente del submarino Siroco.
Con esta cantidad de material, calculan que podrán elaborar «entre 2.000 y 3.000 relojes», asegura el fundador de Otto Krümel. El precio de cada una de estas distinguidas piezas oscilará entre los 1.200 y los 1.400 euros. La venta de los relojes hechos con acero de submarino será a través de internet y se enviará a cualquier parte del mundo.
El acero del casco resistente del sumergible contiene también un pequeño porcentaje de níquel que le proporcionaba más elasticidad para absorber compresiones y dilataciones que podría sufrir al adentrarse en las profundidades marinas durante las navegaciones, permitiendo que el Siroco llegase a sumergirse hasta más de 300 metros de profundidad.
Estas características convertirán a la colección de relojes en piezas únicas.
Aunque se trata de una firma española, la empresa ha decidido fabricar el reloj en Suiza, «en una fábrica de alto prestigio que trabaja con firmas reconocidas a nivel mundial», indica el fundador de Otto Krümel.
«Serán relojes dirigidos a un público selecto», detalla el CEO de la marca. «Coleccionistas amantes de la innovación, calidad, ecología, productos veganos y de las piezas singulares con un cierto factor emocional», añade.
Un pedazo del S-72 en casa
También serán de coleccionista las piezas que la empresa encargada del desguace del segundo submarino de la serie S-70 está preparando tras desmembrar el sumergible.
La empresa ha reservado una parte del casco resistente del Siroco para hacer figuras con la silueta del submarino a escala y cortadas a láser «para que los más curiosos puedan contar con un pedazo de submarino en casa», señala el gerente de Hermanos Inglés.
Qué tiempos aquellos en los primeros años de la década de los 90 dentro de ese «barco», pues así lo definíamos. Nunca dio problemas y mira que hubieron miles de historias, algunas imposibles de contar.
300 metros de profundidad? Me río de ese dato, o presumo de su calidad de construcción.
3° del 90 un muy buen grupo de la marinería del 72 Siroco
Pues sería un detalle -y posiblemente un acto publicitario efectivo- que esa firma de relojes regalase un reloj a los marineros que sirvieron en ese submarino.
Buena iniciativa de esa marca de relojes, sin duda será una pieza muy interesante.