Esto es lo que podría suceder si China invadiera Taiwán.

El Partido Comunista Chino de Xi Jinping ha amenazado con invadir Taiwán durante más de siete décadas. Ahora crece el temor entre los analistas, funcionarios e inversionistas de que pueda llegar a suceder en los próximos años, lo que podría desencadenar una guerra con los EE.UU.

En septiembre, los aviones del Ejército Popular de Liberación violaron repetidamente la línea media del Estrecho de Taiwán, eliminando una zona de amortiguación de facto que ha mantenido la paz durante décadas. El periódico Global Times, dirigido por el partido, ha dado una imagen de lo que podría venir, instando a la fuerza aérea china a patrullar los cielos sobre Taiwán y a «lograr la reunificación por medios militares» si dispara algún tiro. Taiwán anunció que sólo dispararía si es atacado.

A pesar del ruido de sables, China y Taiwán tienen muchas razones para evitar una guerra que podría matar a decenas de miles de personas, devastar sus economías y conducir potencialmente a un conflicto nuclear con los EE.UU. y sus aliados. El consenso abrumador sigue siendo que Pekín seguirá esforzándose por controlar Taiwán mediante amenazas militares, aislamiento diplomático e incentivos económicos. Las acciones en Taiwán han alcanzado recientemente niveles récord.

Pero varias fuerzas pueden empujarlas hacia la acción: El deseo del presidente Xi Jinping de cimentar su legado ganando territorio «perdido», la caída del apoyo del público de Taiwán a cualquier unión con China, el aumento de las fuerzas pro-independencia en Taipei y la relación cada vez más hostil de los EE.UU. con Pekín en todo, desde Hong Kong hasta el coronavirus y la tecnología de vanguardia.

«Cada vez me preocupa más que se avecine una crisis importante», dijo Ian Easton, director principal del Instituto Proyecto 2049 que escribió «La amenaza de invasión china»: La defensa de Taiwán y la estrategia americana en Asia». «Es posible imaginar que esto termine en un intento de invasión total y una guerra de superpotencias. Los próximos cinco a diez años van a ser peligrosos. Este punto de ignición es fundamentalmente inestable.»

Taiwán será uno de los problemas de seguridad más apremiantes que enfrentará quien gane las elecciones de EE.UU. el 3 de noviembre. Mientras que Taipei ha disfrutado de un resurgimiento del apoyo bipartidista en Washington y la administración Trump ha hecho propuestas sin precedentes, el propio presidente Donald Trump ha expresado su escepticismo sobre el valor estratégico de Taiwán. El candidato demócrata Joe Biden ha dicho previamente que el Congreso debe decidir si los EE.UU. debe defender a Taiwán en cualquier ataque.

Analistas como Easton han jugado escenarios de una posible invasión china de Taiwán durante años, basándose en ejercicios militares, compras de armas y documentos de estrategia de los principales actores. La mayoría de ellos prevén que China vaya a un rápido golpe de gracia, en el que el Ejército de Liberación Popular abruma la isla principal antes de que los EE.UU. puedan ayudar.

En el papel, el balance militar favorece fuertemente a Pekín. China gasta alrededor de 25 veces más en su ejército que Taiwán, según estimaciones del Instituto Internacional de Investigación de la Paz de Estocolmo, y tiene una clara ventaja convencional en todo, desde misiles y aviones de combate hasta buques de guerra y niveles de tropas, sin mencionar su arsenal nuclear.

La versión optimista de los acontecimientos de Pekín es algo así: Antes de una invasión, las unidades de guerra cibernética y electrónica tendrían como objetivo el sistema financiero y la infraestructura clave de Taiwán, así como los satélites de EE.UU. para reducir la advertencia de misiles balísticos inminentes. Los barcos chinos también podrían hostigar a los barcos alrededor de Taiwán, restringiendo los suministros vitales de combustible y alimentos.

Los ataques aéreos tendrían como objetivo rápidamente matar a los principales líderes políticos y militares de Taiwán, al tiempo que inmovilizarían las defensas locales. El ejército chino ha descrito algunos simulacros como ejercicios de «decapitación», y las imágenes por satélite muestran que sus campos de entrenamiento incluyen réplicas a gran escala de objetivos como el edificio de la Oficina Presidencial.

A continuación se produciría una invasión, con buques de guerra y submarinos del Ejército de Liberación Popular que atravesarían unos 130 kilómetros a través del Estrecho de Taiwán. Las islas periféricas como Kinmen y Pratas podrían quedar rápidamente absorbidas antes de una lucha por el archipiélago de Penghu, que se encuentra a sólo 50 kilómetros de Taiwán y es el hogar de las bases de las tres ramas de su ejército. Una victoria del Ejército de Liberación del Pueblo aquí le proporcionaría un valioso punto de partida para un ataque más amplio.

A medida que los barcos chinos cruzan el estrecho a toda velocidad, miles de paracaidistas aparecerían sobre las costas de Taiwán, buscando penetrar las defensas, capturar edificios estratégicos y establecer cabezas de playa a través de las cuales el EPL podría traer decenas de miles de soldados que asegurarían una victoria decisiva.

En realidad, es probable que cualquier invasión sea mucho más arriesgada. Taiwán se ha preparado para una durante décadas, incluso si últimamente ha luchado por igualar la creciente ventaja militar de China.

La isla principal de Taiwán tiene defensas naturales: Rodeada por mares agitados con un clima impredecible, su escarpada costa ofrece pocos lugares con una amplia playa adecuada para un gran barco que podría traer suficientes tropas para someter a sus 24 millones de habitantes. El terreno montañoso está plagado de túneles diseñados para mantener vivos a los líderes clave, y podría proporcionar cobertura a los insurgentes si China estableciera el control.

En 2018, Taiwán reveló un plan para aumentar las capacidades asimétricas, como los sistemas de misiles móviles que podrían evitar la detección, lo que hace poco probable que Pekín pueda destruir rápidamente todo su armamento defensivo. Con miles de misiles tierra-aire y cañones antiaéreos, Taiwán podría infligir grandes pérdidas a la fuerza de invasión china antes de que ésta llegara a la isla principal.

El ejército de Taiwán ha fortificado las defensas alrededor de los principales puntos de aterrizaje y realiza regularmente ejercicios para repeler a las fuerzas chinas que llegan por mar y por aire. En julio, en las afueras del puerto occidental de Taichung, los helicópteros Apache, los F-16 y los aviones de combate de Taiwán, desarrollados en el país, elevaron al cielo columnas de agua de mar mientras disparaban desde la costa, mientras que los tanques M60, los cañones de artillería y las baterías de misiles golpeaban los objetivos en la playa.

Las tropas chinas que llegasen a la costa se enfrentarían a unos 175.000 soldados a tiempo completo y a más de un millón de reservistas dispuestos a resistir una ocupación. Otras opciones para Pekín, como una campaña de bombardeos indiscriminados que mata a cientos de miles de civiles, perjudicaría el objetivo final del Partido Comunista de mostrar a Taiwán como un territorio próspero con ciudadanos chinos leales, escribió Michael Beckley, quien ha asesorado al Pentágono y a las comunidades de inteligencia de EE.UU., en un documento de 2017.

«El Ejército Popular de Liberación claramente tendría sus manos llenas sólo para tratar con los defensores de Taiwán», escribió Beckley. «En consecuencia, los Estados Unidos sólo tendría que inclinar la balanza de la batalla para frustrar una invasión china.»

La posible participación de los EE.UU. es un comodín clave cuando se evalúa un escenario de invasión. El poder naval estadounidense ha disuadido por mucho tiempo a China de cualquier ataque, a pesar de que los EE.UU. abandonó su tratado de defensa mutua con Taiwán en 1979 como condición para establecer relaciones diplomáticas con Pekín. La Ley de Relaciones con Taiwán autoriza la venta de armas americanas para «mantener una suficiente capacidad de autodefensa».

No intervenir podría dañar el prestigio de EE.UU. en una escala similar a la del intento fallido del Reino Unido de recuperar el control del Canal de Suez en 1956, escribió Ray Dalio, el multimillonario fundador de Bridgewater Associates, el 25 de septiembre. Esa crisis aceleró la desintegración del Imperio Británico y señaló el declive de la libra como moneda de reserva a favor del dólar, dijo Dalio.

«Cuanto más espectáculo hace Estados Unidos al defender a Taiwán, mayor es la humillación de una guerra perdida», dijo. «Eso es preocupante porque Estados Unidos ha estado haciendo un gran espectáculo defendiendo a Taiwán mientras que el destino parece estar acercándolo a la realidad».

La Ley Antisecesión de China es vaga en cuanto a lo que realmente desencadenaría un conflicto armado. Sus medios de comunicación estatales han advertido que cualquier despliegue militar estadounidense en Taiwán desencadenaría una guerra, una de las varias líneas rojas aparentes, junto con una medida para que el gobierno de Taipei declare la independencia legal. La emisora estatal CCTV advirtió recientemente «la primera batalla sería la última batalla».

Dado que la legitimidad del Partido Comunista se basa en parte en la promesa de «unificar» China, su control sobre los 1.400 millones de habitantes del país podría debilitarse si permitiera que Taiwán se convirtiera en un país independiente. Y si bien toda invasión, incluso de islas periféricas, conlleva el riesgo de sanciones económicas o de un conflicto desestabilizador, las amenazas emitidas en los medios de comunicación estatales permiten a Pekín atraer a un público nacional y disuadir a Taiwán al mismo tiempo.

La Fuerza Aérea del Ejército de Liberación del Pueblo publicó un video en septiembre que muestra bombarderos H-6 haciendo un ataque simulado en una pista que se parece a la de la Base Aérea de Anderson en Guam, un área clave para cualquier apoyo de EE.UU. a Taiwán. El Global Times informó que los misiles balísticos intermedios de China, como el DF-26, podrían acabar con las bases estadounidenses mientras sus defensas aéreas derriban la potencia de fuego entrante.

Esto es una preocupación para los planificadores militares de EE.UU. Un estudio de la Universidad de Sydney advirtió el año pasado que América «ya no disfruta de primacía militar» sobre China y que las bases, pistas de aterrizaje y puertos de EE.UU. en la región «podrían quedar inutilizadas por ataques de precisión en las horas de apertura de un conflicto».

«La estrategia de Pekín no sólo se basa en socavar la resistencia de Taiwán, sino que también es una apuesta a cómo EE.UU. abordará el tema del estrecho», dijo Daniel Russel, un ex alto funcionario del Departamento de Estado bajo el presidente Barack Obama, en Taipei el 8 de septiembre. «El motor más fuerte del aumento de la firmeza china es la convicción de que el sistema occidental, y el estadounidense en particular, está en decadencia».

En agosto, China disparó cuatro misiles en el Mar de la China Meridional capaces de destruir bases y portaaviones estadounidenses. Dado que el DF-26 puede ser armado con ojivas nucleares y convencionales, los expertos en control de armas se han preocupado de que cualquier signo que China estuviera movilizando para disparar uno podría desencadenar un ataque preventivo de EE.UU. contra las fuerzas nucleares chinas, lo que podría conducir a un conflicto incontrolable.

El que el mundo llegue a ese momento depende en gran medida de los líderes políticos de Pekín y Washington.

Algunos en los Estados Unidos, como el ex asesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton, querían que la administración hiciera mucho más para mostrar que vendría en ayuda de Taiwán. Richard Haass, presidente del Consejo de Relaciones Exteriores, argumentó el mes pasado que los EE.UU. debería declarar explícitamente que intervendría para disuadir a Xi y tranquilizar a los aliados.

«Por encima de todo, Xi está motivado por el deseo de mantener el dominio del PCCh en el sistema político de China», escribió Haass en la revista Foreign Affairs el 2 de septiembre en un artículo escrito conjuntamente con David Sacks. «Un intento fallido de ‘reunificar’ Taiwán con China pondría en peligro ese dominio, y ese es un riesgo que Xi probablemente no tome».

El ejército chino dijo en septiembre que derrotaría la independencia de Taiwán «a toda costa». Ma Xiaoguang, un portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán de China en Pekín, advirtió por separado que el Partido Progresista Democrático pro-independencia de Tsai estaba «juzgando totalmente mal» la situación.

Los funcionarios taiwaneses también han dicho que la amenaza militar de China está aumentando, a pesar de que el Ministro de Defensa Yen De-fa dijo a los legisladores el 29 de septiembre que no hay señales de que el EPL esté acumulando tropas para una invasión.

«Simplemente tenemos que estar preparados para lo peor», dijo Enoch Wu, un ex oficial de las fuerzas especiales de Taiwán que ahora forma parte de la Fundación Nueva Frontera, afiliada al partido gobernante de Tsai. «China ya no está ‘esperando su momento’ y ya no está tratando de ganar corazones y mentes.»

En última instancia, Xi necesitaría ordenar cualquier ataque. El año pasado dijo que la «reunificación pacífica» sería lo mejor aunque no «renunciaría al uso de la fuerza». Llamó a la integración de Taiwán con China «una necesidad para el gran rejuvenecimiento de la nación china en la nueva era» – una razón clave que ha utilizado para justificar la eliminación de los límites del mandato presidencial para convertirse en el líder más poderoso de China desde Mao Zedong.

Mientras que una invasión conlleva enormes riesgos para el partido, Xi ha demostrado que tomará medidas enérgicas en las disputas territoriales. Ha ignorado la condena internacional al aplastar el campamento pro-democracia de Hong Kong, militarizar las disputadas características de las tierras del Mar del Sur de China y establecer campamentos de reeducación para más de un millón de uigures musulmanes en Xinjiang.

Ese récord preocupa a analistas como Easton, que escribió el libro sobre la amenaza de invasión de China.

«La lucha de Taiwán por sí misma podría hacer que Pekín pague un terrible precio, al menos varios cientos de miles de bajas», dijo. «Pero ese puede ser un precio que Xi Jinping está dispuesto a pagar. Subestimamos la capacidad del PCCh para tomar decisiones radicales por nuestra cuenta y riesgo».

Samson Ellis – Bloomberg News

21 thoughts on “Esto es lo que podría suceder si China invadiera Taiwán.

  • el 11 octubre, 2020 a las 21:36
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    Que lo intenten, a ver si nos deshacemos de los chinos de una buena vez por todas.

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  • el 12 octubre, 2020 a las 02:26
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    El asunto entre líneas de este artículo es concretamente que podríamos empezar a pensar que el destino de China podría estar en manos de la decisión del presidente del PCC, el Señor Xi… Es una cuestión de cómo y por qué este señor podría utilizar una parte de la historia de China que quedó inconclusa luego del final (¿?) de la guerra en civil en 1949, para uso propio, ya sea para consolidación del PCC en la política interna (y su propio lugar), en caso de que la invasión sea exitosa; o bien evitar arriesgar ese statu quo si el resultado no es bueno. Entonces podríamos analizar cuáles serían aquellos elementos que la mente de Xi debería tener en cuenta para decidirse a tomar la isla por la fuerza, o seguir esperando y doblegar a la isla por miedo o por conveniencia, es decir crear una corriente política en Taiwán favorable a la reunificación y que con el tiempo gane adeptos, elecciones y luego popularidad… Un proceso que pareciera alejarse cada vez más de una posibilidad real. Entonces, pareciera que la alternativa militar sería la que más se acerca a la que podría estar pensando el Señor Jinping.

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  • el 12 octubre, 2020 a las 02:40
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    Lo malo de los personajes dictatoriales en la historia, es que han creído que tienen la capacidad para pensar por todos los demás, es decir que sus propios pensamientos son los que todos deben creer. Por supuesto que se han asegurado el manejo del poder político para que ello sea posible. En general se han visto como la culminación personal de un deseo popular encarnados en si mismos, y por lo tanto cualquiera que fuese su decisión deberá ser avalada popularmente, y por supuesto han reprimido aquellas atrevidas voces que se han pronunciado en contra. Se rodean de un aparato estatal ultrareforzado y una estructura propagandística y represiva muy grande. En general tienden a menospreciar o directamente a ignorar la opinión internacional, pasando por alto acuerdos y tratados, o bien resoluciones de organismos supranacionales. ¿Es una dictadura la China de Xi Pinjing?, ¿Xi es un dictador?

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  • el 12 octubre, 2020 a las 05:38
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    Muestra la historia que en el pasado, hubo gobiernos dictatoriales que utilizaron la agresión a terceros para consolidar su poder político, avalado por la inacción de terceros países que sólo se limitaban a observar y protestar tímidamente. Esa conducta internacional de dejar hacer, llevó la situación al punto en que la guerra fue la única opción posible. Es posible que notas periodísticas como la que todos estamos leyendo nos muevan a pensar que quizá sea hora de aprender del pasado. Quizá se esté gestando en China un Gobierno que crea que internamente puede conducirse de manera totalitaria, que en el contexto internacional sus acciones sólo provocan tímidas protestas y que además está creando el mayor ejército del futuro. Quizá si la China de hoy recibiera claras señales que sus acciones externas tendrán graves consecuencias, como no las tuvo la Alemania de Hitler, se resguardaria muy bien de realizar movidas demasiado arriegadas y los resultados sean muy diferentes.

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  • el 12 octubre, 2020 a las 05:47
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    Quizá sea muy arriesgado establecer comparaciones tan artificiales, pues los contextos son totalmente diferentes. China depende del mundo para sostener su potencia económica y el mundo depende de China en un porcentaje muy elevado para sostener sus niveles de consumo. Pero China depende más del mundo que lo que el mundo depende de China. Son muchos los mercados emergentes y los candidatos a complementar y/o reemplazar a China. En definitiva, si estallase una guerra por Taiwán quizá sea China quien lleve la peor parte. La duda es si EEUU estaría dispuesta a intervenir en favor de la isla o no. Ese es el punto en que no sólo EEUU sino muchos países deberían hacerle comprender a Xi Jinping que va a perder la guerra. No hablamos necesariamente de una guerra caliente, no tomamos parte alguna. Es sólo un forma de considerar que el pasado de alguna manera debe darnos ejemplos. Esta es una de esas oportunidades.

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  • el 12 octubre, 2020 a las 06:51
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    Volveremos ha hacer que los comunistas chinos se dediquen a comer y vender solo arroz.

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    • el 12 octubre, 2020 a las 11:43
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      ¿Quien? los USA que tienen más de la mitad de toda su deuda publica en manos Chinas, porque la deuda de Europa esta en su mayoria en manos Europeas y la Japonesa practicamente toda si no toda en manos japonesas

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      • el 12 octubre, 2020 a las 17:27
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        La deuda de los EEUU son producidas por las mismas compañías EEUU, en realidad es un toma y daca. Un poco mas de economía. En el caso de ser cierto China lo utilizaría como arma de coacción. No se han tenido que tragar las sanciones americanas con Trump? un poquito de economía y sentido común.

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      • el 12 octubre, 2020 a las 19:22
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        Te has confundido. China casi tiene la mitad de la deuda pública estadounidense que no es propiedad del Departamento del Tesoro. La duda pública de EE.UU. en 2019 fue de 23.2 billones de dólares, siendo China poseedora de 1.18 billones y Japón de 1.049 billones. Sería un error por parte de China deshacerse de estos bonos, porque los compraría la FED. Lo interesante es que si sumamos la deuda pública norteamericana (que realmente son 20.8 billones de USD) y su deuda corporativa nos da lo que creemos que es una deuda mayor que la de China. Si ustedes buscan la deuda pública de China, encontrarán que es de 5.7 billones de USD, pero ojo, la trampa está en que en su deuda pública no incluyen la deuda corporativa, que son 21 billones de USD. Así que China, cuyo PIB era (todo son datos de 2019) de 14.4 billones de dólares, tiene más deuda que la economía de Estados Unidos, cuyo PIB fue de 19.1 billones de dólares.

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        • el 13 octubre, 2020 a las 15:19
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          Me gustaría saber que opinan los empresarios chinos con grandes exportaciones a USA, Japón y Europa en el caso de que surja un incidente militar entre China y USA . Si ello llega a pasar que consecuencias tendría en un País que basa su economía en las exportaciones, y principalmente, a los países con los que puede entrar en conflicto. Los halcones del ejercito popular podrían jugarse no sólo el prestigio, sino las cabezas si el asunto les estalla en las manos, y por supuesto, si la cosa se descontrola, veremos más de un asiento nuevo en el comité ejecutivo del partido comunista chino. Lo sucedido no es un simple farol y allí va Biden a recordarles que los americanos llevan toda la vida jugando al póquer. Veremos.

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        • el 13 octubre, 2020 a las 15:25
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          NO voy a discutirte el dato porque es muy probable que sea cierto. Pero permíteme que te recuerde que la población de China supera los mil millones de habitantes y que la SEGUNDA ECONOMÍA del MUNDO tiene un PIB (producto interior bruto) per capita igual al de Perú (aproximadamente 6,7 mil dólares). Y NO creo que nadie piense que Perú es un país rico. El PIB per capita chino es más de 4 veces más pequeño que el de España y NO creo que haya mucha gente que crea que España es el modelo económico a seguir. China es un MAL INVENTO en lo político (el comunismo fracasó en todas partes, incluída China) y un MAL INVENTO en lo económico resucitando e implantando un capitalismo salvaje e inmoral peor que el que presenció y criticó Karl Marx en el siglo XIX. Pero de todas formas si eres joven puedes tener suerte y disfrutar del modelo chino en España, trabajar 90 ó 100 horas semanales, sin seguridad social, sin vacaciones, sin derechos laborales, y cobrando 50 ó 100 dólares (NO euros) al mes. ¡¡¡Viva el modelo chino y sus millonarios!!!

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  • el 12 octubre, 2020 a las 11:43
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    Antes de hablar debemos informarnos.
    Ya hablé en otro artículo de este tema, pero TAIWÁN ES PARTE DE CHINA (por favor leed sobre el tema).
    La REPÚBLICA DE CHINA qué es el nombre oficial de Taiwán (no confundir con la República Popular de China)- NO ESTÁ RECONOCIDA POR LA O.N.U. como estado independiente y la Constitución de Taiwán hasta hace poco establecía la unión con la con la China Continental. Además, la población de esta dividida apróximadamente a medias entre la unión (pero no con el régumen comunista) o la separación.
    La historia es bien simple y tiene que ver con la época de la Guerra Fría y cuando el Ejército Nacionalista Chino de Chan Kai-Chen se refugió en esa provincia al ser derrotado por el Ejército Popular Chino a finales de la década de los 40 del pasado siglo.
    Y con esto no defiendo el comunismo, nada más lejos, pero esa es la verdad histórica, guste o no.

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    • el 12 octubre, 2020 a las 17:29
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      Es decir que Ucrania tambien pertenece a Rusia ( Crimea incluida ) y las Paracelso tambien pertenecen a China, y todos los islotes en disputa con Japon, Filipinas, Vietnam?

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  • el 12 octubre, 2020 a las 12:48
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    Lo que se discute en este punto no es si Taiwán es parte de China o no, eso en todo caso es una cuestión interna y lo hemos discutido y aclarado en otros artículos, sino de lo que un personaje político chino estaría dispuesto a hacer para retomar la isla, porque de hecho los isleños no parecieran estar tan decididos a reunificarse. Lo que plantea el artículo es que en el fondo Xi Jinping representa un gobierno con muchos tonos totalitarios y cómo repercutiría en ese gobierno (y su propio papel y posición dentro del mismo) si decidiese recurrir a las armas para reunificar Taiwán. Asimismo, si China recurre a las armas será porque lo dejaron hacer. En las mentes de muchos analistas y responsables políticos y económicos, chinos incluidos deberían estar evaluando cómo será la ecuación si China toma Taiwán por las armas. ¿Considerarán que es una agresión internacional, o una cuestión interna china? China viene anunciando hace tiempo que la opción militar está siendo considerada y está reforzando sus capacidades anfibias.

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  • el 12 octubre, 2020 a las 13:04
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    La pregunta subyacente del artículo está en que si la invasión de la isla fuese llevada a cabo, ¿qué sería, el acto de un país que legítimamente hace uso de su derecho ante un estado inexistente de derecho, sólo de hecho; o el acto de un país dictatorial, que no respeta la autodeterminación de los pueblos, aunque los habitantes sean también chinos? Y si así sucediera, ¿qué actitud deben tomar países como EEUU? ¿Y si esta acción no fuese contestada internacionalmente, podría sentar un precedente de acción e incluir a otros estados de derecho en el futuro? La ONU, si vamos al caso se ha pronunciado en contra de la militarización de numerosas islas e islotes en medio del mar meridional de China, pero que China hace caso omiso diciendo que son su territorio y por ello tiene derecho a instalar bases militares; islas e islotes que están siendo también reclamadas por otros países de derecho y que China no tiene en cuenta. Un poco de todo eso es lo que el artículo deja entrever.

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    • el 12 octubre, 2020 a las 14:48
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      Taiwán se ha convertido en el nuevo Checkpoint Charlie de la nueva guerra fría . Eso es indudable y ya no hay nadie quién lo dude o lo niegue .

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    • el 12 octubre, 2020 a las 18:16
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      Punto1: La autodeterminación según la doctrina emanada de la ONU y del Derecho Internacional solo se le reconoce a las colonias, pero nunca a partes del territorio de una nación.
      Punto 2: Ninguna Constitución actual reconoce la autodeterminación de una parte de su territorio, excepto la etíope y la canadiense (aunque esta última en unos términos que la hacen imposible de facto). Lo de Gran Bretaña es un Acta de Unión que puede ser derogada por una de las partes, independientemente de que no tienen Constitución.
      Punto 3: Apoyarías tú la secesión de Cataluña y del País Vasco?. Yo, desde luego no, porque soy español y no admito transigir con los traidores a la Patria. Pues a los chinos, independientemente de la ideología, les sucede lo mismo).
      Punto 4: Te imaginas el caos mundial que se produciría con la dichosa autodeterminación (Alemana con Baviera, Francia con Córcega y Bretaña, Italia con la ficticia Padania, etc, etc, etc.).
      Punto 5: Los Estados que más hablan de autodeterminación para los demás son los que menos la reconocen para sí
      ( ejemplo: Estados Unidos para su colonía de Puerto Rico o con el estado de Texas).

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  • el 12 octubre, 2020 a las 17:34
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    El día que China quiera invadir Formosa será tan traumatizante para ellos la derrota, no solo militar sino económica, que el oso ruso se frotara las manos.

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  • el 12 octubre, 2020 a las 18:24
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    Por último comentar que lo que le pasa actualmente a la República Popular China y a la República China (Taiwán) ya lo vivió Alemania antes de la reunificación y es exactamente lo que también sucede en Corea, es ecir, es producto de la Guerra Fria.

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  • el 13 octubre, 2020 a las 03:25
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    Excelente Viajero. Tus conceptos son correctos. Pero en este caso particular no se trata de una parte de un territorio que por las causas que fuese (racial, idiomatico, cultural, etc.) pide al país del que forma parte el derecho de autodeterminarse aún compartiendo territorio, representado y dirigido por un mismo gobierno y por supuesto sometido a sus leyes. Aquí se trata del conjunto de una población que desde hace más de 70 años (tres generaciones) practicó la autoexclusión política en una isla, separada del teritorio continental, como resultado de una guerra civil y que incluso hipócritamente fue reconocida como «China» ante los organismos internacionales por EEUU durante treinta años. Para el PCC y una porción de su población, la cuestión de la reunificación con la isla podrá ser un «asunto interno», postergado en el tiempo y que quizá crea que ha llegado la hora de «arreglar cuentas».

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  • el 13 octubre, 2020 a las 05:42
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    Pero Taiwán «de facto» no pertenece a China continental, y el asunto es que los chinos de la isla no quieren pertenecer a un país comunista, acostumbrados a elegir libremente a sus representantes políticos y a disfrutar de las libertades individuales que proporciona el sistema capitalista. En realidad perciben que su «independencia» podría estar siendo amenazada por China continental y han tomado la determinación de defenderse. Taiwán sabe que ante una agresión china EEUU no necesariamente acudirá en su ayuda. Por otro lado China tampoco realizará una acción poco calculada. Pero si China invade la isla de Formosa y está acción queda sin contestación, sentará un precedente peligroso, que un gobierno como el del PCC podría malinterpretar. Este es el fondo de lo que este artículo propone. La probable acción militar de China continental contra Taiwán no es tan sólo un asunto doméstico chino. Mientras tanto, la isla intentará reforzar su defensa con la esperanza de crear una fuerza lo suficientemente poderosa para disuadir al PCC y convencerlo que, a pesar de su posible victoria militar, esta tenga un costo pírrico. EEUU apoyará esta postura, al menos la actual administración.

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