Fincantieri bota el LHD ‘Trieste’ para la Marina Italiana.
La ceremonia de botadura de la unidad anfibia multipropósito (LHD) -Landing Helicopter Dock- «Trieste» ha tenido lugar hoy en el astillero Fincantieri de Castellammare di Stabia, en presencia del Presidente de la República Italiana Sergio Mattarella.
Este buque anfibio multipropósito ha sido diseñado desde el principio como una unidad modular flexible, con un bajo impacto ambiental. Se trata de un Barco-Muelle de Aterrizaje para Helicópteros (LHD, por sus siglas en inglés).
Un Landing Helicopter Dock (LHD), es un tipo de buque de asalto anfibio que se caracteriza por tener capacidad aérea, como porta-aeronaves y anfibio al mismo tiempo, al poder transportar y poner a flote lanchas de desembarco desde su dique seco interno. Su amplia cubierta corrida permite el aterrizaje de helicópteros y aviones STOVL.
La nueva unidad se entregará en 2022 y se inscribe en el programa naval de la capacidad marítima de la Defensa, aprobada por el Gobierno y el Parlamento italianos. Su construcción se comenzó en mayo de 2015.
La unidad “Trieste” será clasificada por el RINA Services (Registro Italiano Navale) de conformidad con los convenios internacionales para la prevención de la contaminación en aspectos tradicionales, como los tratados por el Convenio MARPOL, así como los que aún no son obligatorios, como los cubiertos por el Convenio de Hong Kong que introduce el concepto de “pasaporte verde”.
Características del buque: LHD – Aterrizaje de helicópteros.
La unidad tendrá una eslora aproximada de 214 metros con una velocidad máxima de 25 nudos. Estará equipado con un sistema de propulsión diesel combinado –eLectric o Gas- (CODLOG) y un sistema de propulsión eléctrica adicional para navegar a baja velocidad, en línea con la política medioambiental de la Marina italiana («Flota Verde»).
Gracias a sus características en términos de construcción y sistemas de armas, el LHD “Trieste” podrá proyectar, en zonas de crisis, la fuerza de desembarco de la Armada italiana y apoyar la proyección de la capacidad nacional de la Defensa desde el mar, así como asegurar el transporte estratégico de vehículos, personal y equipos, y a su vez, apoyar a la Protección Civil en la prestación de asistencia a países y poblaciones en caso de desastres naturales, gracias a su capacidad para proporcionar agua potable, suministro de energía, asistencia sanitaria y apoyo médico.
La Unidad también ha sido concebida para desempeñar funciones de mando y control en caso de emergencias en el mar, evacuación de nacionales y operaciones de asistencia humanitaria.
Con más de 1.000 literas para personas, el nuevo LHD contará con una cabina de vuelo para helicópteros de 230 metros de longitud, lo que permitirá la utilización de un batallón formado por 600 efectivos, y un muelle de 1.200 metros lineales para vehículos de ruedas y de orugas, tanto civiles como militares. .
El muelle inundable (50 metros de largo y 15 metros de ancho) permitirá al buque desplegar los equipos y vehículos anfibios más avanzados técnicamente de las Armadas de la UE y de la OTAN.
Las diferentes áreas de aseguramiento de la carga son accesibles a través de grúas, rampas de popa y laterales, y el manejo de la carga se gestionará mediante rampas internas y ascensores. Un hospital completamente equipado también estará disponible a bordo, completo con salas de operaciones, salas de radiología y análisis, y salas con capacidad para albergar a 27 pacientes con lesiones graves.
Naval News
el doble de arqueo que un lhd español y con sistemas de combate propios
Evidentemente la marina italiana ha tomado debida nota acerca de su falta de portaaviones en su flota durante la SGM, ya que consideraba que la península italiana era en sí misma un gran portaaviones enclavado en el corazón del Mediterráneo (apoyada por las islas de Sicilia y Cerdeña). La marcha de los acontecimientos bélicos demostraron la incapacidad de la aviación italiana para hacer efectivo ese «portaaviones terrestre» y a su vez sufrir en carne propia la ventaja táctica de contar con esos buques y poder desplegar ataques como el realizado en noviembre de 1940 por los británicos contra la base naval de Tarento (operación «Judgement»), en la que unos pocos y anticuados biplanos Fairey Swordfish consiguieron un éxito estratégico al poner fuera de servicio 3 de los 6 acorazados en servicio en la Regia Marina, de los cuales uno (Conte di Cavour) jamás pudo volver al servicio a pesar de haber sido recuperado de su hundimiento en aguas bajas. La falta de portaaviones también privó a Italia poder apoyar los convoyes de aprovisionamiento en el norte de África, estando a merced de los múltiples ataques de submarinos y la fuerza «K» basada en la isla de Malta cuya misión fue, en primer lugar, impedir los aprovisionamientos de las fuerzas del Eje en Cirenaica y Tripolitania (Libia)… La marina de guerra italiana tuvo que esperar hasta 1983 para botar su primer portaaviones, que retomaba el concepto de portaaeronaves ASW iniciado con la clase «Invincible» británica, que operaba con una combinación de helicópteros y aviones STOVL. Pero la marina tuvo que esperar hasta 1989 para poder incorporar esas aeronaves (AV-8B) por asuntos políticos e institucionales con la FA. Los actuales «Cavour» (botado en 2004 y en servicio desde 2009), otro portaaviones STOVL pero que incorpora capacidades anfibias, de 28 nudos de velocidad y capaz de transportar hasta 40 aeronaves, y el futuro LHD «Trieste» que reemplazará al «Garibaldi» en 2021/22, de 25 nudos y más de 30 aeronaves indican que Italia finalmente aprendió de sus viejos errores.