La rivalidad con EE. UU. se intensifica con el nuevo portaaviones chino.
Los funcionarios del Pentágono dicen que confían en que el nuevo superportaaviones de la clase Gerald R. Ford de la Armada domine en cualquier conflicto, pero China está construyendo rápidamente su propio portaaviones y está ansiosa por unirse a la «carrera armamentística de los superportaaviones» para proyectar su poder más allá de sus aguas territoriales.
Tras un debut problemático, el primer portaaviones de su clase, el USS Gerald R. Ford, está siendo sometido a las últimas pruebas y comprobaciones de mantenimiento mientras se prepara para su despliegue inaugural a partir del año que viene. China ha prestado mucha atención y está trabajando en su propio superportaaviones de última generación en los astilleros de Jiangnan, cerca de Shanghai.
Los funcionarios del Pentágono se refieren a menudo a China como su principal «desafío de ritmo», y los analistas dicen que el nuevo «flattop», conocido como Tipo-003, marca otro salto adelante en el avance del país como potencia naval.
La marina del Ejército Popular de Liberación comenzó la construcción de su segundo portaaviones de construcción nacional en 2018. A diferencia de los portaaviones estadounidenses, el Type-003 no estará propulsado por reactores nucleares. Pero, al igual que el estadounidense, podrá lanzar cazas con un sistema de catapulta en lugar de una rampa que utilizan la mayoría de las otras marinas con capacidad de portaaviones.
«Se trata de una mejora significativa respecto a los cascos uno y dos», dijo el contralmirante Mark Montgomery, que comandó el grupo de ataque del portaaviones USS George Washington con sede en Japón. «China está cerrando la brecha tecnológica con Estados Unidos, con la excepción de la propulsión nuclear».
El almirante Montgomery, que ahora trabaja en la Fundación para la Defensa de las Democracias, dijo que a la marina china le llevará mucho tiempo desarrollar el ala aérea -los cazas y aviones de apoyo asignados al portaaviones- y crear la cohesión crucial necesaria para cualquier unidad de combate.
«Ese es un proceso difícil de replicar, excepto a través de un comportamiento aprendido», dijo. «Van a ser necesarios años de desarrollo para conseguir esa integración buque-alas aéreas».
Mike Glenn
China va por septima la pòrtaavion en construccion