Lockheed Martin declina pujar por el diseño de las nuevas fragatas FFG (X)
Lockheed Martin ha decidido no presentar su diseño Freedom LCS para la competencia de fragatas de próxima generación de la Marina.
La decisión de no competir por el contrato deja con mayores posibilidades a los otros cuatro competidores que son: Huntington Ingalls Industries, Austal USA, Fincantieri y General Dynamics Bath Iron Works (que compite con el diseño del buque español F-100), en la competición.
Aunque ya no está en la carrera para construir la fragata, la firma de defensa más grande del mundo aún tiene la intención de seguir pujando por las capacidades involucradas en la FFG (X).
«Después de una cuidadosa revisión, hemos decidido centrar nuestra atención en el sistema de combate FFG (X), que ofrece tecnologías de Lockheed Martin como el sistema de armas derivado del sistema Aegis, el sistema de lanzamiento vertical MK 41, el procesamiento de la guerra antisubmarina y la guerra electrónica avanzada», señala un comunicado emitido por la compañía ayer martes. No obstante, “continuaremos sirviendo como constructores navales para la Armada de Estados Unidos, y estamos explorando oportunidades que incluyen buques de superficie no tripulados y un gran combatiente de superficie».
El programa de fragatas FFG (X) surgió de la necesidad en 2014 de una fragata con armamento que fuera un pequeño combatiente de superficie más capaz de sobrevivir que el buque de combate litoral, que fue desarrollado para un concepto de operaciones diferente al que resultó ser necesario en un mundo de competencia de grandes potencias.
El objetivo del diseño es integrar y complementar el grupo de ataque del portaaviones y operar como un elemento distribuido en una red de sensores. Las capacidades planificadas incluyen la guerra contra la superficie, la guerra antisubmarina, la guerra electromagnética y la guerra aérea.
La Marina pidió 1.300 millones de dólares para el año fiscal 2020 con la intención de comprar la que sería la primera fragata del programa FFG (X) con un coste mayor que el resto de las fragatas a las que se considera que tendrán un precio alrededor de 800 millones de dólares por casco.
Defense News