Lockheed Martin se unirá al nuevo programa de aviones de combate de Japón.

El gobierno japonés ha diseñado el proyecto de la próxima generación de aviones de combate del país, seleccionando a Mitsubishi Heavy Industries como el principal contratista para dirigir las empresas japonesas y con el contratista de defensa estadounidense Lockheed Martin proporcionando apoyo tecnológico, según ha informado el diario Nikkei.

El plan para el avión de combate de fabricación propia, que será operado conjuntamente por las Fuerzas de Autodefensa de Japón y el ejército estadounidense, se anunciará al Ministerio de Defensa de forma inminente. La medida se produce cuando Japón espera fortalecer su alianza con Estados Unidos ante el aumento de la actividad militar china en la región asiática.

Japón planea fabricar alrededor de 90 aviones, que sucederán a los envejecidos F-2, con despliegue previsto para 2035. Se espera que el coste del proyecto supere los 5 billones de yenes (48.000 millones de dólares). Los costes iniciales de planificación se incluirán en el proyecto de presupuesto fiscal 2021 que será aprobado por el gabinete japonés a finales de este mes.

El gobierno de Tokio declaró en su plan de desarrollo de la capacidad de defensa a medio plazo en 2018 que desarrollaría su próximo avión de combate principalmente a través de su industria de defensa nacional.

En octubre, el Ministerio de Defensa firmó un contrato con Mitsubishi Heavy Industries como principal desarrollador. El fabricante es responsable del diseño de la aeronave y de la integración de los sistemas. Mientras que la corporación de ingeniería IHI desarrollará el motor, el fabricante de automóviles y aeroespacial Subaru estará a cargo del dispositivo de aterrizaje, y Toshiba y el grupo de IT Fujitsu producirán su radar. Su sistema de misión, que controla la guerra electrónica, será desarrollado por Mitsubishi Electric.

Si la iniciativa japonesa se lleva a cabo, será la primera vez que grupos de empresas nacionales desarrollen aviones de defensa desde que Mitsubishi Heavy Industries fabricó el caza F-1 en la década de 1970.

Lockeed Martin lideró el desarrollo del caza F-35, que las fuerzas de autodefensa de Japón también han desplegado.

El gobierno japonés prevé que el nuevo avión sea un caza multipolar, capaz de atacar objetivos terrestres y marítimos, así como de participar en combates aéreos. Tendrá funciones de sigilo además de las de conexión en red para continuar las operaciones incluso si se ve perturbado por las ondas electromagnéticas.

Con los aviones de combate de vanguardia, Tokio busca crear un baluarte contra la creciente influencia regional de China y Rusia.

Según el Ministerio de Defensa, China tiene más de 1.000 cazas de «cuarta generación», a los que considera el pilar de sus fuerzas de defensa. Su número de estos aviones se ha triplicado en los últimos 10 años. Pekín también tiene como objetivo desplegar una «quinta generación» con capacidad de sigilo. Mientras tanto, Rusia también planea introducir una aeronave de quinta generación, y desarrollar un gran vehículo aéreo no tripulado.

Dado que la última experiencia de las empresas japonesas en el desarrollo de cazas fue hace más de 40 años con el F-1, Tokio está buscando apoyo técnico de empresas extranjeras. En noviembre, el Ministerio de Defensa había reducido los posibles candidatos a Lockheed y Boeing de EE.UU. y a BAE Systems de Gran Bretaña. Fueron evaluados en tres áreas: capacidades de integración de sistemas como radares y misiles, alta capacidad de sigilo y de ataque, y tecnología de desarrollo eficiente.

Lockheed fue elegida por su potencial para profundizar la alianza entre Japón y Estados Unidos, así como por su historial de desarrollo. La empresa estadounidense desarrolló los principales aviones de combate del mundo, el F-22 y el F-35, y tiene una gran reputación en la tecnología de sigilo. El apoyo técnico que proporcionará a Mitsubishi Heavy será principalmente en el diseño del fuselaje y la integración de los sistemas.

Tokio está haciendo énfasis en la interoperabilidad del avión con Japón y los EE.UU. En preparación para una emergencia, podrá compartir datos con los F-22 y F-35 del ejército de los EE.UU., facilitando el desarrollo conjunto de las operaciones.

Lockheed trabaja con el contratista de defensa de EE.UU. Northrop Grumman en el desarrollo de aviones de combate. Northrop es potente en los sensores y en la tecnología de enlace de datos que conecta múltiples cazas. La colaboración con Lockheed facilitará que Mitsubishi Heavy reciba asistencia técnica de Northrop.

En cuanto a los componentes individuales, Tokio también busca la cooperación con las empresas británicas que están creando asociaciones con Japón en el desarrollo de la tecnología de defensa. BAE tiene una reputación de tecnología de guerra electrónica que utiliza ondas electromagnéticas para evitar que los oponentes ataquen.

Alrededor de 1.000 empresas participan en la fabricación de cada modelo de avión de combate, con tecnologías requeridas que van desde motores de alta potencia hasta sensores infrarrojos, fuselajes ligeros y sistemas de información, cada uno de los cuales requiere capacidades tecnológicas avanzadas.

Al tiempo que recibe asistencia técnica de empresas extranjeras, Japón espera que el proyecto fomente la innovación entre las empresas nacionales y cree nuevas industrias.

Nikkei Asia

8 thoughts on “Lockheed Martin se unirá al nuevo programa de aviones de combate de Japón.

  • el 12 diciembre, 2020 a las 01:39
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    Alianza por demas natural entre Japon y USA.

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  • el 12 diciembre, 2020 a las 13:47
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    Este asunto del avion japones stealth, primero de quinta y ahora de sexta generacion, es una danza, las decisiones japonesas y los posibles socios van y vienen y vuelven a empezar.

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  • el 12 diciembre, 2020 a las 16:37
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    Japón se ve obligada a diseñar y construir su propio avión de combate avanzado por dos razones principalmente. La primera es que EEUU no posee actualmente un avión como el que necesita el país del sol naciente. El F-35 no asegura ninguna capacidad de intercepción lejana, ni sirve para defender su espacio aereo, aunque su integración con el nuevo misil AB JSM en bodega interna permitirá incrementar sus capacidades antibuque de largo alcance (150 km). El F-22, reclamado en su momento para mantener la ventaja tecnológica que durante más de una década aseguró el F-15J, no sólo no es exportable, sino que a pesar de sus bondades (sigue siendo el mejor caza de superioridad aérea del mundo) muchos de sus sistemas electrónicos están anticuados y no asegura su compatibilidad con las nuevas tecnologías y su mantenimiento es una verdadera pesadilla, sólo apto para especialistas realmente avezados. El segundo punto es la necesidad nipona de generar propiedad intelectual para continuar su desarrollo en el tiempo sin necesitar la aprobación de terceros.

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  • el 12 diciembre, 2020 a las 21:45
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    O sea, que se lo va a hacer Lockheed Martin como ya le hicieron a los surcoreanos el T-50, con los apaños locales, claro.

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  • el 12 diciembre, 2020 a las 23:50
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    La asociación con Lockheed y Boeing era un hecho cantado, no sólo porque Lockheed-Martín es hoy la empresa con mayor experiencia teórica y práctica en el diseño y construcción de células furtivas para aviones de combate tácticos, sino que las une una larga tradición cooperativa: A partir de 1956 Kawasaki ensambló y luego fabricó el T-33A, que fue su principal avión de entrenamiento avanzado por décadas y luego, a principios de los ’60 Mitsubishi hizo lo propio con el F-104J/F-104DJ, que fue desde 1962 y por una década su principal Interceptor y caza de superioridad aérea. El reciente acuerdo (2018) por la compra de 105 F35A y 42 F-35B no hace más que ratificar esta longeva tradición. Mitsubishi HI está autorizada como una de las dos FAL (Final Assembly Line) para ensamblar el F-35 (la otra esta en Italia) pero el gobierno japonés, luego de realizar el ensamblaje de unos pocos aparatos, renunció a esa posibilidad por cuestiones económicas. Boeing, que en 1996 absorbió a Mc Donnell Douglas, asimismo de larga tradición asociativa con Japón (a través de los F-4EJ/RF-4EJ y F-15J/SH fabricados por Mitsubishi), actuó como subcontratista de varios sistemas del F-35.

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  • el 13 diciembre, 2020 a las 00:15
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    En cuanto a Northrop Grummam, es el contratista principal de los sensores (en especial el radar) y sistemas de conectividad full del F-35; además, ha desarrollado el bombardero furtivo B-2 y su futuro reemplazo B-21. Asimismo, desarrolló el YF-23 junto a Mc Donnell Douglas para la competición ATF, que fue ganada por el YF-22 Raptor, experiencias que convierten a esta corporación aeronáutica en una de las que mayores avances tecnológicos han producido a lo largo de la historia de la aviación estadounidense, juntamente con Lockheed. Esto significa que la flor y nata de la industria aeroespacial estadounidense va a actuar como respaldo tecnológico de Mitsubishi HI. Con respecto BAE System, tampoco sorprende su elección, no sólo por su participación como contratista principal en el programa JSF (F-35), sino también porque en el pasado ha trabajado en conjunción con Mitsubishi, realizando el radar de búsqueda activo y el sistema ECM del AAM-4B, uno de los misiles AA BVR con buscador activo menos conocidos, pero con mejores prestaciones en conjunto que el AIM-120 AMRAAM, y que equipa al F-15J (y al futuro F-15 KAI) y al F-2.

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  • el 13 diciembre, 2020 a las 00:31
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    De esta manera Japón intentará recuperar en un futuro mediato la ventaja tecnológica que supo disfrutar a finales del S.XX y en la primera década del S.XXI, pero que paulatinamente fue perdiendo de manos de sus rivales, principalmente de China y que han disminuido a niveles peligrosos la seguridad japonesa, en una región que desde hace al menos una década se ha transformado en la más conflictiva y peligrosa del mundo. El costo económico será importante, pero los desarrollos tecnológicos que se generen a resultas del programa F-3 asegurarán el retorno nipón a los primeros lugares del concierto aeroespacial del mundo, y asegurarán la defensa japonesa para mediados del siglo. Grandes ambiciones necesitan de decisiones políticas y económicas adecuadas y Japón las está tomando en el momento justo.

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  • el 13 diciembre, 2020 a las 07:11
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    Japón paga a LM para que le fabrique una especie de mix entre F-22/F-35 a la carta, le costará mucho? sí, pero en esa zona del mundo no tendrá rival. Los Nipones muelen despacio pero muelen muy fino.

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