Lockheed Martin traslada la línea de producción del F-16 a Carolina del Sur.
Lockheed Martin inauguró su nueva línea de producción de F-16 en Greenville, Carolina del Sur, cambiando herramientas y equipos del F-16 que anteriormente se encontraban en Fort Worth, Texas, donde será ensamblado el F-35.
Lockheed había ofrecido anteriormente trasladar la línea de producción a la India si este país compraba más de 100 aviones F-16 y convertirla en una base permanente de fabricación de piezas para la cadena de suministro global de los F-16.
Al no llegar a un acuerdo con las autoridades de la India, ahora el equipo de ensamblaje de Lockheed ha sido instalado en un hangar recientemente remodelado en Greenville, donde la compañía comenzará a fabricar los aviones F-16 Block 70 a finales de este año, según un comunicado de Lockheed Martin.
«Este es un momento importante ya que celebramos otro hito para el F-16, el caza de cuarta generación de más éxito y probado en combate del mundo», afirmó Michele Evans, vicepresidenta ejecutiva de Lockheed Martin Aeronautics. La demanda de nuevos F-16 de producción y actualizaciones para el F-16V sigue aumentando. Bahrein se convirtió en el primer cliente del Bloque 70 del F-16 en junio de 2018, Eslovaquia firmó una Carta de Acuerdo en diciembre de 2018 para 14 aviones del Bloque 70, y los gobiernos de Bulgaria y Estados Unidos se encuentran actualmente negociando la adquisición prevista por Sofía de una nueva aeronave del Bloque 70.
El Departamento de Estado también aprobó recientemente la venta propuesta de 25 aviones F-16 Bloque 72 de nueva producción y mejoras del F-16V para Marruecos.
Con este traslado se crearán más de 400 nuevos puestos de trabajo para apoyar la línea de producción del F-16 en Greenville. Esta producción también da apoyo a cientos de trabajos de ingeniería, adquisiciones, mantenimiento y asistencia al cliente de Lockheed Martin, así como miles de empleos de proveedores estadounidenses. Una parte importante de la producción del F-16 se produce en la cadena de suministro de piezas, que actualmente incluye a más de 400 proveedores en 41 estados.
Hasta la fecha, se han fabricado 4.588 aviones F-16 de los cuales, aproximadamente 3.000 continúan operativos en 25 países.
Lockheed Martin
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Estaba claro que el gobierno de la India no se iba a dejar sugestionar por Lockheed-Martin, pues por más que la empresa prometiera, existen cuestiones tecnológicas que superan la voluntad de la empresa, y siempre ha quedado claro que la India no sólo reclamaba fabricación indígena, sino en especial transferencia tecnológica. Es allí adonde tenía el pie de aquiles el F-21 (F-16 Viper con distinta denominación) y cualquier avión de combate norteamericano; además la India es pasible de quedar comprendido en el marco de la ley CAATSA, las normas ITAR o cualquier otra de las leyes protectoras de EE.UU. No era lógico destinar miles de millones de dólares en aviones de combate que hubieran significado una parte importante del potencial aeronáutico hindú, por más que se hubieran fabricado en el país y que las empresas aeroespaciales hindúes se hubieran beneficiado con una importante participación en la producción de repuestos y componentes de un avión global, si ésto fuese a cambio de convertirse en una herramienta de dependencia política. Inteligente decisión por parte de India.