Raptors y F-35B demuestran un papel potencialmente más amplio en la zona mientras se entrenan en Australia.
Los cazas de quinta generación más avanzados de Estados Unidos, el F-22 Raptor y el F-35B Lightning II, están poniendo a prueba las doctrinas estratégicas en el Territorio del Norte de Australia.
Los aviadores de los Marines y de las Fuerzas Aéreas que vuelan desde la misma pista de la Real Base Aérea Australiana de Tindal también se han unido a sus homólogos australianos para fusionar sus respectivos métodos de combate aéreo.
Los Raptors, procedentes de la Base Conjunta Pearl Harbor-Hickam, en Hawai, están apoyando un ejercicio de «empleo dinámico de la fuerza» con la fuerza aérea de Australia, explica en un correo electrónico la teniente segunda Ariana Wilkinson, portavoz de la Fuerza Aérea.
El empleo dinámico de la fuerza, un concepto establecido en la Estrategia de Defensa Nacional 2018, significa poner una fuerza de combate importante en una pelea mientras se mantienen las opciones disponibles para contrarrestar las amenazas emergentes. También significa ser estratégicamente predecible pero operativamente impredecible.
«Buscamos todas las oportunidades para entrenar junto a nuestros aliados y socios», afirma Wilkinson.
El Cuerpo de Marines desplegó 300 tropas y una docena de F-35B de los Escuadrones de Caza de Ataque de Marines 121 y 242, ambos con base en la Estación Aérea del Cuerpo de Marines Iwakuni, Japón, para el ejercicio bienal Pitch Black. Los ejercicios, en los que participan 17 países, comenzaron el 19 de agosto y concluyen el jueves.
La presencia de aviones avanzados en la región demuestra su papel potencialmente más amplio, y la posibilidad de una presencia permanente expresada en junio por el jefe del Mando Indo-Pacífico de Estados Unidos, el almirante John Aquilino.
«Me imagino que esa capacidad es ciertamente -bueno, es ciertamente deseable, pero nos gustaría llegar a eso», dijo a la Fundación para la Defensa de las Democracias, un grupo de expertos en Washington, D.C. «Esa capacidad de operar en el espacio disputado, las capacidades de quinta generación, ya sean F-22, F-35, son críticamente importantes para la capacidad de disuasión».
Un contingente permanente de cazas de quinta generación de la Fuerza Aérea al oeste de la Línea Internacional de la Fecha es una opción «deseable», ya que Estados Unidos busca disuadir a una China cada vez más asertiva, dijo Aquilino.
Los Raptors, el más antiguo de los dos aviones y con un valor de 143 millones de dólares cada uno, pueden volar a más del doble de la velocidad del sonido con un alcance de más de 1.850 millas, según la Fuerza Aérea. Su inventario incluye 183 de estos cazas de superioridad aérea.
El F-35, que viene en una versión de despegue corto y aterrizaje vertical pilotada por los Marines, es la «columna vertebral» del poder aéreo aliado, según su fabricante, Lockheed Martin. Además de sus características de sigilo, el caza lleva una aviónica avanzada de detección y conectividad que le permite comunicarse con otras aeronaves y rastrear y apuntar a múltiples adversarios, según Lockheed.
El Raptor, también fabricado por Lockheed, tiene capacidades similares.
El F-35 es el programa de armamento más caro del Departamento de Defensa, con un coste estimado de más de 1,7 billones de dólares para su compra, operación y mantenimiento, según un informe de abril de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno.
El departamento ha comprado más de 700 de los 2.470 F-35 que tiene previsto adquirir. Los contratos recientes para los aviones entregados hasta 2023 sitúan el coste de un F-35 por debajo de los 80 millones de dólares, según la oficina.
Australia es una de las más de una docena de fuerzas aéreas aliadas de EE.UU. que volarán el F-35A, que opera desde pistas convencionales. Hasta ahora, Australia ha aceptado 50 de los 72 F-35A de Lockheed Martin, según la RAAF.
Seth Robson