Scholz y Macron se reúnen en París en un último intento de solucionar cuestiones bilaterales.
El canciller Olaf Scholz ha restado importancia a las tensiones entre Alemania y Francia -el doble acto vital de Europa- tras reunirse con el presidente francés Emmanuel Macron.
Ambas partes afirmaron haber avanzado en la reducción de las diferencias en materia de energía y defensa que han provocado fricciones entre las dos mayores economías de la Unión Europea.
«Hoy ha sido una discusión muy buena e importante sobre el suministro energético europeo, el aumento de los precios y los proyectos conjuntos de armamento», escribió Scholz en Twitter. «Alemania y Francia se mantienen unidas y afrontan los retos juntas».
Stephane Dion, embajador de Canadá en Francia y ex enviado a Alemania, explicó: «Siguen siendo el motor de Europa. Para que Europa funcione, ese motor tiene que funcionar».
En las últimas semanas se han puesto de manifiesto varias diferencias, como la gestión de la crisis energética del invierno.
Macron y Scholz se esforzaron por dar un aire de cordialidad cuando el canciller alemán bajó de su coche a su llegada, con ambos líderes sonriendo y dándose la mano.
Ambos hablaron durante una hora más de lo previsto, incluyendo una sesión individual sin asesores.
Las conversaciones se celebraron «con un espíritu de cooperación muy estrecha a medio y largo plazo», según la Presidencia francesa, pero no hubo rueda de prensa ni se tomaron decisiones conjuntas.
La reunión se celebró en lugar de un Consejo de ministros conjunto aplazado entre París y Berlín, que habría sido el primero de Scholz como canciller.
Hasta ahora, el líder alemán, que lleva menos de un año en el cargo, no ha desarrollado la misma relación cálida con París que su predecesora Angela Merkel, que «se enviaba mensajes de texto todos los días», dijo una fuente diplomática francesa antes de las conversaciones.
Las tensas relaciones entre las dos economías más grandes y pobladas de la UE -que en el pasado solían ser los intermediarios del compromiso entre los 27 miembros del bloque- han llegado exactamente en el momento equivocado.
Alemania ha culpado abiertamente a la reducción de las exportaciones de electricidad de Francia de agravar la escasez de energía en su país, lo que ha obligado a los ministros de Berlín a posponer su largamente planeada salida de la energía nuclear.
Francia, por su parte, fue uno de los países que reaccionó con frialdad al amplio paquete de rescate de 200.000 millones de euros (194.500 millones de dólares) de Alemania, que rescató su economía de una forma que la mayoría de los países de la UE nunca podrían permitirse.
El portavoz del Gobierno francés, Olivier Veran, dijo que la visita de Scholz demostraba la capacidad de ambos países «para superar a veces las dificultades… cuando las prioridades de un país no coinciden necesariamente con las del otro».
«La fuerza de la pareja franco-alemana es la de poder llevarse siempre bien y hacer avanzar a Europa», añadió.
Simon Rushton