Suecia confirma su voluntad de unirse a la Iniciativa de Intervención Europea, lanzada por Francia.

Debido a la intensificación de la actividad militar rusa en su entorno inmediato, y en particular desde 2014 y a la advertencia del Jefe de Estado Mayor de sus fuerzas armadas de que no podría contener más de una semana en caso de un ataque «limitado», Suecia ha relanzado sus esfuerzos de defensa, que había descuidado desde finales de la década de 1990.

Así, el gobierno sueco se ha hecho cargo de la industria armamentística [con la adquisición de los astilleros Kockhums], ha aumentado sus gastos militares, remilitarizó la estratégica isla de Gotland, ha introducido una nueva forma de reclutamiento y ha retomado el concepto de defensa total y de maniobras a gran escala.

Además, este temor a la amenaza rusa ha dado un nuevo impulso al debate sobre si Suecia debe unirse a la OTAN, de la cual ya es un socio cercano [es miembro de la Asociación para la Paz y del Consejo de Asociación Euroatlántico]. Al mismo tiempo, este país miembro de la Unión Europea, ha fortalecido sus relaciones militares con sus homólogos escandinavos y nórdicos [especialmente con Finlandia] y se ha unido a una Fuerza Expedicionaria Conjunta (JEF) creada por el Reino Unido. Pero probablemente no haya terminado todavía.

El 9 de agosto, el ministro de Defensa sueco, Peter Hultqvist, anunció la intención de Estocolmo de unirse a la Iniciativa de Intervención Europea [IEI], lanzada en junio de 2018 por Francia. La ministra de las Fuerzas Armadas, Florence Parly, ya había mencionado esta posibilidad en una entrevista concedida a la prensa parisina, el 13 de julio.

Anunciado por el presidente Macron en septiembre de 2017, este IEI tiene como objetivo aumentar la capacidad de los países europeos para actuar juntos, fomentando la aparición de una cultura estratégica común y creando las condiciones para futuros compromisos conjuntos, posiblemente en respuesta a crisis que podrían amenazar la seguridad de Europa.

El IEI, al que se han unido diez países europeos, tiene como objeto fortalecer la autonomía de Europa y promover su credibilidad militar, contribuyendo al mismo tiempo a un mejor reparto de la «carga». Al no estar incluida en la Política Común de Seguridad y Defensa de la Unión Europea [CESDP], participan el Reino Unido (que abandonará la UE) y Dinamarca (que tiene una cláusula de exención para la CESDP),  y Noruega (un país que no es miembro de la UE), pero que también está considerando unirse a él.

«Unirse a la iniciativa lanzada por París fortalecerá la seguridad de Suecia. Si hay una crisis que involucre a varios países simultáneamente, debemos ser capaces de poder cooperar en esta situación», dijo Hultqvist a Sveriges Radio.

«Vemos al IEI como una plataforma para el diálogo sobre la política de seguridad y la posible cooperación en situaciones de crisis», continuó el ministro sueco. «Bajo las condiciones de cooperación, nada nos obliga (a participar en operaciones militares). Sin embargo, tendremos la oportunidad de influir en el debate y presentar nuestra posición», añadió.

Se espera que la decisión de Suecia de unirse al IEI se anuncie oficialmente en septiembre.

Preguntado por el diario Dagens Industri, Björn Fägersten, investigador principal y jefe del programa europeo del Instituto Sueco de Asuntos Internacionales, dijo que la adhesión de Suecia al IEI no es una sorpresa.

«El objetivo es que una serie de países interesados ​​en actuar fuera de su territorio a través de diferentes formas de acción aprendan a prepararse estratégicamente para ello», dijo el investigador. Además, «esta será una oportunidad para que Suecia, que no forma parte de la OTAN, se encuentre entre los principales países de Europa, especialmente cuando Gran Bretaña abandone la UE», explicó.

Laurent Lagneau