Suiza inicia el proceso de selección de su futuro avión de combate.
Suiza ha iniciado la temporada de vuelo de los cinco aviones de combate que se están considerando para reemplazar a la envejecida flota de F-5 Tiger II del país y la modernización de sus F/A-18 Hornets. La duración prevista de la selección será hasta el próximo mes de julio una vez hayan sido evaluados los cinco modelos. La evaluación será de 15 días para cada candidato.
Las pruebas forman parte del programa suizo «Air 2030», un proyecto por valor de 8.200 millones de dólares para la compra de nuevos aviones y equipos terrestres que vigilen el espacio aéreo del país. La primera fase de evaluación comenzó a principios de este año, cuando los oficiales suizos realizaron unas primeras pruebas en los simuladores de los aviones candidatos en sus respectivos países de origen. Ahora quieren ver cómo se comportan estos aviones en la propia Suiza cuyo terreno alpino hace que el empuje del motor y la maniobrabilidad sean factores muy importantes.
Llevar el Eurofighter Typhoon, el Boeing F-18 Super Hornet, el Dassault Rafale, el Lockheed Martin F-35A y el Saab Gripen E a la base aérea de Payerne cerca de Berna, es un «esfuerzo significativo» para fabricantes y gobiernos que participan en el proyecto. Pero la recompensa, estimada de 6.000 millones de dólares del presupuesto total del Air 2030, bien merece la pena.

Todos los participantes deben completar ocho vuelos de prueba cada uno, incluyendo uno nocturno. Los perfiles de las misiones son los mismos para todas las partes a fin de garantizar la igualdad de trato, según el Ministerio de Defensa suizo.
En concreto, el requisito suizo para los competidores es traer solo uno o dos aviones por tipo, según ha señalado un portavoz de Armasuisse, el brazo de adquisiciones del ministerio de defensa.
Lockheed Martin espera llevar cuatro de sus aviones sigilosos de quinta generación para las demostraciones a partir de primeros de junio.
Los aviones de Lockheed procederán de la Base de la Fuerza Aérea de Hill, Utah, hacienda escala en la base aérea Ramstein, Alemania, antes de llegar a Suiza, precisó la compañía. Los aviones permanecerán estacionados en Payerne durante más de dos semanas, hasta el 17 de junio, fecha prevista de finalización de sus pruebas.
La secuencia de demostración de las pruebas, ha sido ordenada alfabéticamente por empresas fabricantes, siendo la primera un equipo alemán-británico de Airbus. La compañía europea presentará una variante monoplaza y otra biplaza del Eurofighter Typhoon. Un portavoz de Airbús, ha señalado que los aviones serán británicos porque tienen la configuración más nueva.
Los evaluadores suizos tienen la opción de volar en todas las variantes de aviones biplaza, y ayer jueves ya se pudo ver a un oficial suizo en el asiento trasero de un Eurofighter despegando de Payerne.

Más tarde, a finales de abril, Boeing presentará su F-18 Súper Hornet. Este modelo de avión, junto con el Eurofighter, siguen en la carrera por una oferta alemana para reemplazar a sus 80 aviones Tornado.
A mediados de mayo, le tocará el turno a Dassault con el bimotor Rafale, para el cual el gobierno francés anunció un programa de actualización multimillonario destinado a mejorar los sensores y las armas a principios de este año.
Luego, después de las pruebas del F-35, sera el momento del Saab Gripen E, programado para completar la rotación de los vuelos de prueba a finales de junio.
La nueva ministra de defensa del país, Viola Amherd, ha delegado en el ex astronauta suizo Claude Nicollier el análisis final para la selección del avión que necesita el país alpino. La Fuerza Aérea espera contar con 30 ó 40 modernos aviones que puedan interceptar objetivos aéreos fuera del alcance de las defensas terrestres.
Sebastian Sprenger