Taiwán renuncia a la adquisición de tanques estadounidenses Abrams.
Taiwán parece haber aceptado la derrota en su intento de adquirir tanques Abrams M1 excedentes de los Estados Unidos, y los medios de comunicación de la isla informan que estudiará ahora la forma de modernizar a nivel local los carros de combate M60A3 que tiene en servicio.
Según el diario United Daily News, el Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán destinará aproximadamente 7 millones de dólares al Instituto Nacional Chung-Shan de Ciencia y Tecnología, propiedad del estado, o NCSIST, para desarrollar un programa de actualización para los aproximadamente 450 tanques TTS M60A3 operados por el Ejército de Taiwán.
El programa, previsto para comenzar en 2018, buscará reemplazar el cañón principal de 105mm M68 por uno nuevo de 120mm, así como actualizar el computador de balística, la torreta hidráulica y otros sistemas.
El Ejército prestará dos M60A3 al NCSIST para que sirvan como prototipos para las actualizaciones, y se espera que las pruebas y la evaluación se completen en 2019 y que el programa principal de actualización comience en 2020.
Aparte del M60A3 TTS, Taiwán también tiene cerca de 400 tanques Tigre Bravo CM-11 desarrollados por General Dynamics y el Centro de Desarrollo de Vehículos Blindados del Ejército. El CM-11 es un chasis híbrido M60 equipado con la torreta del viejo M48 Patton y el sistema de control de incendios del M1 Abrams.
El periódico informó que Taiwán ha optado por mejorar el M60A3 antes del CM-11 debido a la torreta más grande del primero y al mejor potencial de mejora; aunque también dijo que hay planes para mejorar la flota del CM-11 después de la actualización del M60A3.
La decisión de actualizar localmente los M60A3 de Taiwán – a pesar de la disponibilidad de opciones de actualización de compañías extranjeras como Raytheon o IMI Systems (anteriormente Israel Military Industries) – probablemente se debe en parte a la política declarada de la administración del presidente Tsai Ing-wen, que exige una mayor participación local de la industria de defensa local en los programas militares.
Como lo demuestra su incapacidad para adquirir el excedente de M1 Abrams, Taiwán se ha enfrentado a importantes obstáculos al tratar de comprar equipo militar avanzado y costoso, con proveedores potenciales que temen incurrir en el enfado de China. El gobierno de Pekín considera que Taiwán es una provincia escindida y ha utilizado con frecuencia medios económicos y diplomáticos para impedir la venta de armas a Taiwán.