Tropas ucranianas lanzan arriesgados ataques con proyectiles de mortero.
Deutsche Welle vio de cerca cómo los soldados ucranianos siguen arriesgando la vida en su guerra contra Rusia. Confían en los ataques con proyectiles de mortero a pesar de los peligros del combate a corta distancia y necesitan una artillería más potente.
«Nos enfrentamos al enemigo», explica un soldado ucraniano llamado Kalyna. Señala en dirección a Svatove, una ciudad de la región de Lugansk ocupada por Rusia. «Es nuestro deber mantener a raya al enemigo y no dejar que gane más terreno en Ucrania».
La unidad de combate Kalyna está estacionada en el este de la región de Kharkiv. Aunque las fuerzas ucranianas liberaron la zona de la ocupación rusa el pasado septiembre, sigue estando en primera línea. El ejército ruso está estacionado a sólo tres kilómetros (1,8 millas) de distancia, en la Lugansk ocupada.
«Nunca habría pensado que iría a la guerra», dice Kalyna encogiéndose de hombros. Este hombre menudo y de barba espesa procede de la región de Lviv, en el oeste de Ucrania, donde trabajaba en la construcción. «Reparaba tejados», recuerda mientras observa las casas bombardeadas. «Cuando miro todo esto, veo tantas dificultades», continúa. Después de la guerra, Kalyna pretende ayudar a reparar los edificios de apartamentos dañados. «Ya he puesto anuncios en todos los sitios posibles», bromea el comandante.
En la calle, un anciano borracho, el único civil de los alrededores, recuerda que antaño vivían en este pueblo unas 2.000 personas. Ahora, tiene menos de 200 residentes. De repente, la conversación se ve interrumpida por un silbido y unas explosiones. A pesar del peligro potencial, el hombre se toma su tiempo para volver a su casa, que aún no ha sufrido daños.
«El enemigo todavía no tiene intención de avanzar en nuestra dirección», dice Kalyna tranquilizadoramente. «Se está librando una batalla de artillería. Estamos usando nuestra artillería para intentar mantener a raya al enemigo, y Rusia está usando la suya para intentar eliminar la nuestra.» Kalyna estab entrenado para manejar proyectiles de mortero. «Las armas de mayor calibre se despliegan en esta sección de la línea del frente. Estos proyectiles pueden derribar soldados y vehículos blindados ligeros».
Kalyna explica que la mayoría de los soldados rusos permanecen en sus puestos de guardia. «Tienen unos refugios desde los que nos vigilan. Intentamos golpearles y hacerles retroceder lo máximo posible, para que ya no puedan vernos».
Explica que los equipos de reconocimiento ucranianos proporcionan información sobre la ubicación de dichas trincheras para que los soldados puedan determinar desde dónde pueden lanzar mejor sus proyectiles de mortero. A continuación, conduce a un grupo de soldados a una de esas posiciones. El camino hasta el lugar serpentea por una zona boscosa con acantilados. Cuando una granada de mortero vuela por los aires, todos se ponen a cubierto en el suelo cubierto de nieve. La intensa luz del sol tampoco ayuda, ya que facilita a los rusos detectar a los soldados.
Recuperar lo que nos pertenece
Los soldados ucranianos colocan sus lanzadores de mortero frente a un campo cubierto de girasoles marchitos que aún perduran del verano pasado. Kalyna da la orden de abrir fuego contra las tropas rusas, y entonces se produce una serie de explosiones ensordecedoras en rápida sucesión. Los soldados se dan la vuelta, se agachan y se tapan los oídos.
Uno de los soldados enciende un cigarrillo durante una breve pausa. No acaba de terminarlo cuando Kalyna ordena a los hombres que cesen el fuego. Regresan rápidamente al bosque antes de que los rusos puedan descubrir su ubicación y devolver el fuego.
Poco después, los soldados ucranianos tienen que abandonar su refugio para subir a su vehículo. El polvo que cae de sus ropas brilla brevemente bajo el sol poniente. Mientras conducen por la calle, se oye la explosión de una granada de mortero rusa detrás del vehículo. «Para alcanzar al enemigo, tenemos que acercarnos mucho, lo que es muy peligroso», dice Kalyna. «Necesitamos morteros de gran calibre que nos permitan atacar desde posiciones más seguras».
Los hombres están cansados tras el ataque. Sin embargo, Kalyna dice con una sonrisa en la cara que el cansancio desaparecerá por la mañana. «Así es para nosotros en tiempos de guerra. Tenemos que reclamar lo que nos pertenece».
Hanna Sokolova
Es imposible no ver que este artículo es un “lavado de cara” de los “mercenarios” al servicio de la OTAN, no tardará en volver a suceder como antaño, cuando Ronald Reagan, que definió la Unión Soviética como «la cuna del mal», y llamó a los terroristas en Afganistán, Angola, Camboya y Centroamérica «defensores de la libertad».
Estos marxistas latinoamericanos, traicionarían hasta su patria, la ideología pesa más que el sentido común, algo que éstos, al igual que conciencia, no tienen.
Ya lo hicieron, se independizaron y así les fue. Un siglo de retraso económico y una balcanizacion les costó. Mira en cambio Brasil, como portugal era aliado de los Inglaterra»los libertadores» ni la tocaron.
Speer. A ver si nos explica, qué tipo y forma de libertad requiere usted para sí mismo. Esperamos.
Le recuerdo, los mercenarios soviéticos, combatieron en Afganistán, Camboya y otras 15 naciones, hoy bajo bandera rusa o del Grupo mercenario Wagner, se concentran en agredir a la gente en Ucrania, Angola, Etiopia, Eritrea, Georgia, Moldavia, Venezuela y otros.
Spears ¿ o te tengo que llamar Asdruval?, como cambias tanto de nick para parecer muchos, por eso te lo digo.
Si te parece nos ponemos a favor del agresor e invasor en todo esto ¿ te gustaría eso?
Pues va a ser que NO, la gente con cerebro siempre se pone de parte del débil y agredido y no al revés.
Speer, cada día tus comentarios se superan en idioteces, ¿ te has cansado ya del nick «Asdruval»?.
Y ahora salta con Ronald Reagan, demencial.
Veo Sr. Mark, este articulo no es sobre la historia de su país USA, esto versa de como se muestran la bondades de un grupo de soldados «presuntamente ucranianos» y lo bien que hacen la guerra para ¿favorecer a quien? y la mención de como gusta USA de referirse a los que utiliza y lo que dice de ellos, cuando no les sirven.
Speer . Como usted dice: «Presuntamente». De lo que presunción alguna, son los miles de mercenarios sirios, iranís, africanos, y del Asia central que combaten el Grupo Wagner, un grupo comandado por fascistas o neonazis.
A ver si nos explica, en qué favorece la Guerra iniciada por Putin, que no se le puede llamar Guerra en Rusia, esperamos su aporte con lujos de detalles.
Tìpico comentario que refleja una extrema mediocridad, falta de criterio, resentimiento y un odio absurdo. Si tanto ama a Rusia vaya a vivir ud alli. Lamentablemente las deficiencias nutricionales se reflejan en comentarios como el suyo(mediocres y viscerales).
Asdruval, ya se te ha contestado muchas veces por lo mismo, los ucranianos no son mercenarios, son patriotas que luchan por liberar su tierra, los verdaderos mercenarios están en el lado invasor.
¿Sufres amnesia? ¿o quizás sueltas la piedra y huyes como siempre?
Amigo Walter, estos trolles ni son marxistas, ni lo hacen por ideologia, las dictaduras les dan migajas por estos trabajos sucios, les da una bolsa con algo de pollo y aseo personal, esto es lo que anda garantizando en estos momentos Nikolai Patrushev, ex-jefe de la inteligencia rusa de gira limpiandose por lo informes fallidos que llevaron a Putin a autorizar la invasion a Ucrania.
A los ucranianos les vendrían de perlas los nuevos morteros Emoc sobre buggys que ha integrado Escribano. También los Eimos, Alakran y los remolcados de Expal, todos españoles. España, potencia mundial en sistemas de mortero. SLAVA UKRAINI.