Turquía quiere una compensación por la expulsión del programa de aviones furtivos F-35.

Turquía tiene la intención de pedir una compensación por su retirada del programa de aviones de combate furtivos liderado por Estados Unidos, posiblemente durante una reunión con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al margen de la reunión del Grupo de los 20 del próximo mes, dijo el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.

Erdogan, en declaraciones a los periodistas durante un vuelo de regreso de una reunión con el presidente ruso Vladimir Putin el miércoles, también dijo que no habría «vuelta atrás» en el acuerdo con Rusia para la adquisición por parte de Turquía de sistemas avanzados de defensa antimisiles S-400. Ese acuerdo provocó la retirada de Turquía, miembro de la OTAN, del programa internacional que produce los aviones de combate F-35.

Erdogan dijo que esperaba reunirse con Biden en la reunión del G-20 en Roma para discutir el proyecto F-35, incluyendo un pago de 1.400 millones de dólares que Turquía había hecho antes de su expulsión del programa. Otra reunión entre los líderes turcos y estadounidenses también podría tener lugar al margen de una conferencia sobre el clima que se celebrará en noviembre en Glasgow (Escocia), dijo Erdogan.

«Hicimos un pago de 1.400 millones de dólares, ¿qué será de eso?» dijo Erdogan. «No ganamos -y no ganamos- este dinero fácilmente. O nos dan nuestros aviones o nos dan el dinero».

Preguntado por los planes de Turquía de comprar más sistemas S-400 a pesar de las amenazas de nuevas sanciones de Estados Unidos, Erdogan respondió: «El proceso del S-400 continúa. No hay vuelta atrás». Sus comentarios fueron recogidos por el canal privado de noticias turco NTV y otros medios de comunicación.

Turquía fue expulsada del programa F-35 y sus funcionarios de defensa fueron sancionados después de que el país comprara el sistema de defensa antimisiles S-400 de fabricación rusa hace dos años. Estados Unidos se opone firmemente a que los miembros de la OTAN utilicen el sistema ruso, alegando que supone una amenaza para la seguridad de los F-35.

Turquía sostiene que los componentes del S-400 podrían utilizarse de forma independiente sin integrarse en los sistemas de la OTAN y, por tanto, no suponen ningún riesgo.

Estados Unidos también sancionó a Turquía por su compra en virtud de una ley de 2017 destinada a hacer retroceder la influencia rusa. La medida fue la primera vez que la ley, conocida como CAATSA, se utilizó para sancionar a un aliado de Estados Unidos.

Las conversaciones de Erdogan con Putin en el balneario de Sochi, en el Mar Negro, se centraron en los pasos que profundizarían la cooperación en materia de defensa entre Turquía y Rusia, incluyendo asociaciones para motores de aviones, aviones de combate y submarinos, dijo el líder turco.

Rusia también podría participar en la construcción de la segunda y tercera centrales nucleares de Turquía y de una plataforma de lanzamiento espacial, dijo.

Erdogan viajó a Sochi para discutir la situación en Siria, donde Turquía y Rusia apoyan a bandos opuestos en el conflicto. Rusia es el principal aliado del gobierno sirio, mientras que Turquía apoya a los grupos que han luchado para derrocar al presidente sirio Bashar Assad.

Sin embargo, las tropas rusas y turcas han cooperado en la provincia noroccidental siria de Idlib -el último reducto de las fuerzas rebeldes- y en la búsqueda de una solución política en el país.

Erdogan dijo que él y Putin acordaron seguir trabajando juntos para restablecer la calma en Idlib.

Suzan Frazer