Ucrania quiere que un bloque similar a la OTAN defienda inmediatamente la frontera con Rusia.

Un grupo de trabajo creado por el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha solicitado la creación inmediata de una nueva coalición de socios clave -entre los que se encuentran Estados Unidos y otros aliados de la OTAN- para proporcionar garantías de seguridad legalmente vinculantes a Kiev en su intento de expulsar a las fuerzas rusas de sus territorios ocupados.

El Pacto de Seguridad de Kiev (KSC) -propuesto por Andriy Yermak, jefe de la oficina de Zelensky, y por el antiguo secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen- también establecería un plan de inversión, entrenamiento militar y de intercambio de inteligencia «de varias décadas» para reforzar las capacidades defensivas de Ucrania en su camino hacia la plena integración en la OTAN.

En una conferencia de prensa celebrada el martes en Kiev, Yermak y Rasmussen subrayaron que el KSC no pretende sustituir a la OTAN, sino establecer una hoja de ruta jurídicamente vinculante para que la agrupación responda inmediatamente a la agresión rusa.

«Con la ayuda de los aliados, Ucrania está resistiendo con éxito esta invasión», dijo Yermak, mientras las tropas ucranianas en el sur y el noreste del país continuaban sus ofensivas contra las fuerzas de ocupación.

«Sin embargo, hay que tener en cuenta que a menudo las decisiones debían tomarse ad hoc, y el desarrollo de mecanismos para esta ayuda requería mucho tiempo, que siempre falta en la guerra, y que se compra con dolor, sangre y vidas».

Según Yermak, las garantías de seguridad para Ucrania no deben basarse en «ilusiones» como los acuerdos anteriores, especialmente el Memorando de Budapest de 1994, por el que Ucrania renunció a las cabezas nucleares de la era soviética.

Las consultas con los posibles socios comenzarán «inmediatamente», dijo Yermak. Entre los firmantes se encuentran Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Polonia, Italia, Alemania, Francia, Australia y Turquía, así como varios países nórdicos, bálticos y de Europa central.

«Estas garantías de seguridad deben entrar en vigor lo antes posible», dijo Rasmussen. «No debemos esperar al final del conflicto».

No está claro quién puede estar dispuesto a contribuir. Los principales socios, como Estados Unidos y el Reino Unido, ya se han mostrado reticentes a firmar nuevas garantías de seguridad para Ucrania, aunque hayan aportado grandes cantidades de material militar para ayudar a rechazar la invasión rusa.

«Por supuesto, hemos tanteado el terreno», dijo Rasmussen. «Deliberadamente no pedimos compromisos gubernamentales en esta fase. Lo que queríamos era preparar recomendaciones para el presidente Zelensky, recomendaciones que, a nuestro juicio, funcionarán con la mayor eficacia.»

Yermak añadió: «Cuando empezamos a trabajar, nadie nos hizo mucho caso. Pero hoy he recibido peticiones de casi todos nuestros socios. Están deseando que salga este documento, están deseando que continúen las consultas».

Yermak y Rasmussen ven el pacto como un conjunto de acuerdos bilaterales con los países mencionados.

Dichos acuerdos establecerían «una inversión sostenida en la base industrial de defensa de Ucrania, transferencias de armas ampliables y apoyo de inteligencia por parte de los aliados, misiones de entrenamiento intensivo y ejercicios conjuntos bajo las banderas de la Unión Europea y la OTAN», según la propuesta del KSC.

Los funcionarios ucranianos han criticado duramente la incapacidad de la UE y la OTAN para armar adecuadamente a Kiev e imponer sanciones preventivas a Moscú en las semanas previas a la invasión rusa de febrero, cuando el presidente Vladimir Putin ordenó el envío de cientos de miles de tropas a las fronteras de Ucrania.

Un grupo más amplio -que los defensores quieren que incluya a Japón y Corea del Sur, entre otros- ayudaría a crear una lista de sanciones que se aplicarían automáticamente en caso de agresión rusa.

Esto incluiría también medidas que permitan a los gobiernos extranjeros incautar los bienes y el dinero del Estado ruso, así como los activos pertenecientes a personas y entidades añadidas a la lista de sanciones.

Ucrania y sus socios deben «aprender las lecciones del pasado», dijo Rasmussen.

Por ello, el KSC pide que se celebren acuerdos bilaterales para dotar rápidamente a Kiev de sistemas antiaéreos y antimisiles completos para cerrar los cielos a los aviones agresores, algo que Ucrania sigue exigiendo a sus patrocinadores extranjeros siete meses después de la guerra.

El Mar Negro -otra zona de debilidad para Ucrania, donde Rusia impuso inicialmente un costoso bloqueo naval- también podría ser objeto de acuerdos bilaterales con Estados regionales como Turquía, Rumanía y Bulgaria, dijeron Yermak y Rasmussen.

David Brennan