Un avión F-22 Raptor sufre un accidente durante un entrenamiento en Nevada.
Un F-22A Raptor perteneciente a la 3ª Ala de la Base Aérea Elmendorf, junto a la ciudad de Anchorage en Alaska, sufrió un accidente el viernes 13 durante un ejercicio de entrenamiento en la Estación Aérea Naval de Fallon en Nevada. Las autoridades no ha proporcionado ninguna información del accidente que continúa sin conocerse las causas, sin embargo, testigos de la propia base han confirmado que el avión realizó varios intentos de elevarse antes de arrastrase por la pista a gran velocidad hasta detenerse. Afortunadamente, el piloto pudo salir del avión sin sufrir lesiones graves.
El F-22 estaba en la Estación Aérea de Fallon para apoyar al programa de instructores Navy Strike Fighter Tactics, más conocido como Topgun, ofreciéndose como avión agresor adversario contra el que los estudiantes debían luchar como parte de un ejercicio de graduación de clase. Este es un evento ampliamente conocido en el que los estudiantes de Topgun participan en una pelea 1 contra 1 contra una aeronave enemiga «sorpresa» desconocida. Aeronaves de todo tipo, desde aviones de combate de Estados Unidos de diferentes tipos hasta los mejores cazas extranjeros, han participado en estos ejercicios a lo largo de los años.
Para un grupo relativamente pequeño de aviones de combate, aproximadamente 125 de los 183 aviones tienen siempre códigos de combate en todo momento, la comunidad de los F-22 ha experimentado en la última década una serie de incidentes en los entrenamientos poco normales en este tipo de avanzadas aeronaves de quinta generación.
El 31 de mayo de 2012, un estudiante piloto en su segundo vuelo en solitario en el F-22 no aplicó suficiente potencia antes de replegar el tren de aterrizaje del avión durante la salida. El F-22 se cayó y se deslizó por la pista sobre su panza antes de detenerse. El costo de reparar el avión fue de 35 millones de dólares y llevó seis años completar la tarea.
La descripción de este percance suena similar a la de Fallon del viernes, al menos tal como la han contado.
En 2015, otro Raptor con base en Alaska tuvo un problema con los frenos en la pista del Aeropuerto Internacional de Honolulu que causó daños a la aeronave. El avión estaba allí para el ejercicio anual Sentry Aloha del Ala 154 de Caza. Tres años antes, otro F-22, este perteneciente al escuadrón de combate 199 de la Guardia Aérea de Hawai, sufrió un golpe de viento de cola al aterrizar. La factura de reparación de ese percance fue de 2 millones de dólares.
Tyler Rogoway