Airbus dirigirá los estudios de la industria europea sobre el avión de transporte estratégico.
Un consorcio liderado por Airbus va a estudiar opciones para dotar a Europa de una capacidad de transporte aéreo estratégico que podría sustituir a la necesidad de utilizar la decreciente flota de Antonov An-124.
El estudio European System for Outsized Cargo Airlift (ESOCA) es uno de los 54 proyectos conjuntos europeos de investigación y desarrollo en materia de defensa cuya financiación ha aprobado la Comisión Europea a través del Fondo Europeo de Defensa (FED).
El FED aporta algo más de 1.000 millones de euros (1.080 millones de dólares) a través de los proyectos de la convocatoria de propuestas 2023 del FED, entre los que se incluyen una docena de proyectos aeroespaciales y de misiles.
ESOCA parece basarse en la iniciativa de Cooperación Estructurada Permanente (PESCO) de Transporte Aéreo Estratégico de Carga Sobredimensionada, lanzada por Alemania y respaldada por la República Checa, Francia y los Países Bajos.
El proyecto insta a la industria a “identificar, definir y evaluar opciones a corto y largo plazo para la futura capacidad europea de transporte aéreo estratégico “y emprender todos los estudios necesarios para llevar a cabo la acción.”
Otros participantes en ESOCA son Leonardo Aircraft, la española ITP Aero y Safran Aircraft Engines. En total hay 15 participantes industriales de siete países europeos.
Antes de la invasión rusa de Ucrania, Europa dependía en gran medida de los An-124 operados por Antonov Airlines a través de iniciativas como la Strategic Airlift International Solution (SALIS) de la OTAN. Pero la flota de An-124 disponibles para vuelos chárter se ha reducido a cinco, y las naciones también han perdido el acceso al An-225 de seis motores, que fue destruido en el aeródromo Gostomel de Kiev el primer día de la invasión.
El proyecto ESOCA es independiente de los proyectos Future Mid-Size Tactical Cargo y Future Air System for European Tactical Transportation, centrados en el desarrollo de un futuro avión de transporte táctico europeo.
La empresa italiana Elettronica dirigirá la segunda fase del desarrollo de un conjunto de autodefensa estándar europeo para aeronaves a través del programa Carmenta. La última fase del programa, que recibe unos 33 millones de euros del EDF, diseñará, creará prototipos y probará el sistema en vuelo.
La financiación del EDF también financia los primeros estudios de desarrollo de un vehículo hipersónico propulsado por scramjet con control vectorial del empuje. El proyecto Demethra, dotado con 3,8 millones de euros, pretende explorar varias tecnologías scramjet, centrándose en el calentamiento aerodinámico, la combustión fiable y eficiente del combustible y la capacidad de cambiar y controlar la dirección del empuje. El proyecto pretende “desarrollar ladrillos tecnológicos para mejorar la defensa contra misiles balísticos y las capacidades de denegación de área antiacceso, basándose en sistemas antimisiles tácticos”, dicen los documentos de EDF. Demethra está dirigido por la spin-off universitaria italiana Hit09 y cuenta con el apoyo de empresas y organizaciones de Francia y Alemania.
Mientras tanto, un programa llamado Demarock explorará el desarrollo de un lanzador electromagnético para cohetes de 70 mm, que podrá expulsar los cohetes del lanzador a gran velocidad antes de que se encienda el motor del cohete, lo que les dará mayor alcance. Según el EDF, el proyecto de investigación Demarock, dotado con 3,9 millones de euros, podría dar lugar a avances en las capacidades de defensa antiaérea. El proyecto está dirigido por la empresa sueca Ytsab Defense y cuenta con el apoyo del Centro Aeroespacial de los Países Bajos y la belga Thales.
La última ronda de financiación de programas de investigación y desarrollo forma parte de los esfuerzos de la Unión Europea por reforzar las capacidades de la industria europea de defensa y animar a los Estados miembros a colaborar con otros y adquirir equipos de defensa europeos.
Los comisarios afirman que el interés por el FED es cada vez mayor, y que la industria ha presentado 236 propuestas de proyectos de investigación y desarrollo en respuesta a la convocatoria de propuestas de 2023.
“Con el FED, animamos a las industrias de todos los Estados miembros a impulsar su cooperación e innovación en áreas críticas y a desarrollar las capacidades de defensa necesarias, incluida la ciberdefensa, el combate terrestre, aéreo y naval y el espacio, y a anticiparse, juntos”, dijo Thierry Breton, Comisario de Mercado Interior de la CE.
Los acuerdos de subvención para los 54 programas se ultimarán a finales de año, según las autoridades.
Tony Osborne
Lo del avión parecería mejor dejárselo a Antonov. Al final habrá que ayudar a la reconstrucción de Ucrania y esto puede ser una parte. Apoyarles con tecnología de Airbus cuando haga falta y dejar que Antonov lo construya. De todos modos en Europa solo Inglaterra compró el C-17, no veo claro quién comprará este avión, sobre todo cuando EEUU tendrá su competidor. Y para el mercado civil no sé si los números salen.
Aun hoy el final de la guerra de Ucrania es incierto y en el mejor de los casos como has dicho Ucrania ya tendrá bastante con reconstruirse a si misma desde cero.
Aparte el An-124 carga el doble que el C-17 y tiene más volumen. No pertenece a la misma liga. El equivalente estadounidense es el C-5 Galaxy que también está bastante entrado en años y tendrán que abordar su reemplazo más temprano que tarde. El proyecto de un transporte pesado será presumiblemente caro y tendrá que contemplar la venta al extranjero para financiarse, un mercado muy limitado donde el proyecto europeo tendrá oportunidad si se materializa antes que el americano.
Parte 1:
En primer lugar, integrar o algo similar Antonov en Airbus. No sé cómo esto podría hacerse con las artimañas que EEUU haría en contra para no tener a un competidor suyo, Airbus, más fuerte en la materia del transporte estratégico donde dominan en Occidente y, lógicamente no iban a dejar que Airbus les hiciera sombra. Máxime con la que le está cayendo a Boeing quienes llorarían lo que no está escrito para hacer que dicha fusión fuera imposible y lo mismo por Lockheed quienes presionarían para impedirlo también.
Resumiendo aqui: no querrían que una empresa que en el mercado civil les está ganando la partida a sus empresas pero que en lo militar, Lockheed y Boeing, tienen el monopolio absoluto del estratégico e incluso parte del táctico, se asociasen con una empresa que les disputaba, durante la guerra fría y después de ella en lo civil y les quite cuota de transporte estratégico y táctico.