Arabia Saudí amplía la potencia de fuego de los Apache con más de 2.500 misiles Hellfire.
El Reino de Arabia Saudita ha recibido la aprobación de Estados Unidos para que la Real Fuerza Aérea Saudita (RSAF) adquiera 2.503 misiles AGM-114R3 Hellfire II. Esta compra, valorada en aproximadamente 655 millones de dólares, incluye no solo los misiles, sino también equipos adicionales de apoyo y prueba, servicios de integración y prueba, piezas de repuesto y reparación, así como la entrega y el mantenimiento del software.
De los 2.503 misiles pedidos, tres están designados como misiles de prueba, que serán evaluados en el momento de la entrega.
La plataforma principal de los misiles Hellfire es el helicóptero de ataque Boeing AH-64 Apache. Además, los helicópteros AH-6 Little Bird de la RSAF y los vehículos aéreos no tripulados [UAV] MQ-1 Predator y MQ-9 Reaper también estarán equipados con los misiles AGM-114R3 Hellfire II.
El AGM-114R3 Hellfire II es un misil de precisión guiado por láser diseñado para atacar vehículos blindados, búnkeres y otras estructuras de alto valor. Mide aproximadamente 163 cm de longitud y pesa 49 kg.
El misil tiene un alcance de unos 8 km y está equipado con una ojiva multifuncional que puede utilizarse tanto con fines antiblindaje como de fragmentación. Su sistema de guiado láser permite apuntar con precisión a objetivos tanto fijos como móviles, mientras que su diseño modular garantiza la compatibilidad con diversas plataformas, incluidos helicópteros, drones y sistemas terrestres.
Las pruebas recientes del AGM-114R3 Hellfire II han demostrado sus capacidades mejoradas. El Ejército de los EE. UU. y Lockheed Martin completaron recientemente pruebas que se centraron en el software avanzado del misil, el sistema de guía y la ojiva multipropósito. Estas pruebas resaltaron la eficacia del misil para atacar una amplia gama de objetivos, incluidos vehículos blindados y estructuras, incluso en entornos operativos complejos.
Una prueba notable consistió en lanzar el misil desde plataformas no tripuladas como el MQ-9 Reaper. Esto simuló escenarios de combate del mundo real, con ataques exitosos tanto a objetivos móviles como estacionarios. Estas pruebas tienen como objetivo refinar la funcionalidad de bloqueo del misil después del lanzamiento y mejorar su flexibilidad en el ataque al objetivo.
La precisión y el alcance extendido del misil fueron fundamentales para estas pruebas, lo que subraya su preparación para un despliegue más amplio.
Los principales usuarios del AGM-114R3 Hellfire II son las fuerzas armadas de los Estados Unidos y sus aliados. El ejército estadounidense utiliza el misil en varias plataformas, incluidos los helicópteros de ataque Apache AH-64, que son los principales portadores del misil. Los vehículos aéreos no tripulados como el MQ-9 Reaper y el MQ-1 Predator también utilizan el Hellfire para ataques de precisión contra objetivos terrestres.
La Armada estadounidense lanza el AGM-114 desde helicópteros como el MH-60R/S Seahawk para misiones antibuque y otros enfrentamientos con objetivos. Las fuerzas especiales utilizan el Hellfire en aeronaves como el AC-130 Spectre.
Varios aliados de Estados Unidos, entre ellos el Reino Unido, Arabia Saudí e Israel, también utilizan el AGM-114R3 Hellfire II. El Reino Unido lo integra en sus drones MQ-9 Reaper, mientras que Arabia Saudí lo utiliza principalmente en sus helicópteros AH-64 Apache. Israel ha incorporado el misil a varios sistemas no tripulados y helicópteros de combate para operaciones de defensa. Muchas de estas naciones despliegan el Hellfire para misiones dirigidas contra tanques, vehículos blindados y emplazamientos fortificados.
Además de los misiles Hellfire, Arabia Saudí también ha recibido la aprobación para adquirir 220 misiles tácticos AIM-9X Block II Sidewinder, junto con 10.000 cartuchos trazadores antitanque altamente explosivos [HEAT] de 105 mm de la serie M456.
Esta adquisición también incluye una amplia gama de otros tipos de munición, como proyectiles para tanques, obuses y ametralladoras; cargas propulsoras; espoletas; cebos; granadas; equipos de apoyo y ensayo; servicios de integración y ensayo; piezas de repuesto y reparación; suministro y apoyo de software; publicaciones técnicas; y equipos de formación. El valor total de estas adquisiciones asciende a 390 millones de dólares.
Arabia Saudí dispone de diversas plataformas que pueden utilizar estas municiones. Los misiles AGM-114R3 Hellfire II se disparan principalmente desde helicópteros AH-64 Apache, que forman parte de las Fuerzas Aéreas saudíes y desempeñan un papel fundamental en el ataque a fuerzas terrestres, como vehículos blindados y fortificaciones. Esta combinación de misiles avanzados y helicópteros de combate proporciona a Arabia Saudí importantes capacidades de combate terrestre.
En el caso de los misiles Sidewinder AIM-9X Block II, estos misiles aire-aire están integrados en los aviones de combate F-15SA de Arabia Saudita, que son variantes mejoradas del F-15 capaces de realizar maniobras y misiones aéreas complejas. El Sidewinder es crucial para el combate aéreo, ya que proporciona defensa contra los aviones enemigos y mejora las capacidades de superioridad aérea de Arabia Saudita.
Además, Arabia Saudita utiliza cartuchos trazadores antitanque de alto explosivo M456 [HEAT] de 105 mm en tanques más antiguos, como el M60A3, que forman parte de sus fuerzas terrestres. Estas municiones están diseñadas para derrotar a objetivos blindados, lo que contribuye a las capacidades antitanque de Arabia Saudita.
Otros elementos, como proyectiles de tanque y obuses, junto con granadas y municiones de ametralladora, son utilizados por plataformas como el M1A2 Abrams y el M109 Paladin, lo que refuerza la potencia de fuego general de las fuerzas terrestres saudíes.
B. Military