Aviones de combate españoles despegan tras el ataque de un dron ruso cerca de la frontera con Ucrania.
Rumanía anunció ayer miércoles el despegue de varios cazas en respuesta a una nueva oleada de ataques de drones rusos contra infraestructuras ucranianas cerca de la frontera rumana. Los drones se aproximaron al condado de Tulcea, situado junto al río Danubio, lo que provocó una respuesta militar.
A las 12:50 horas, dos cazas F-18 españoles fueron desplegados desde la Base Aérea Mihail Kogălniceanu, seguidos por dos cazas F-16 rumanos desde la Base Aérea Borcea. La misión, que concluyó a las 15:00 h, se centró en vigilar cualquier violación del espacio aéreo rumano.
Durante la operación, los sistemas de radar rumanos no detectaron ningún dron entrando en el espacio aéreo rumano, aunque los informes sugieren que un dron ruso podría haber cruzado brevemente el territorio rumano durante breves minutos. Este incidente ha suscitado preocupación por la proximidad de las operaciones militares rusas a Rumanía, miembro de la OTAN. Las autoridades emitieron alertas RO-Alert a los residentes de los condados de Tulcea y Galați, aconsejándoles que permanecieran vigilantes durante la noche.
El Ministerio de Defensa Nacional de Rumanía condenó los ataques de Rusia contra la infraestructura civil de Ucrania, citando violaciones del derecho internacional. La OTAN ha intensificado sus esfuerzos de vigilancia del espacio aéreo sobre Rumanía, desplegando aviones de vigilancia adicionales tras anteriores incidentes relacionados con drones. A pesar de estas medidas, los drones rusos han seguido atacando regiones cercanas a la frontera rumana, aumentando la preocupación por la posible extensión del conflicto a los países vecinos.
La participación de España en la respuesta refleja su papel dentro de la misión de la OTAN de Refuerzo de la Vigilancia Aérea (EAP). España opera cinco escuadrones de F/A-18 Hornets, conocidos localmente como EF-18A/B, con fines tanto de defensa aérea como de ataque a tierra. La flota del Ejército del Aire español incluye 83 aviones: 20 F/A-18A Hornets, 51 EF-18A MLU (Mid-Life Upgrade) y 12 EF-18B MLU biplaza. Estas aeronaves han sido objeto de actualizaciones para prolongar su vida útil y mejorar sus capacidades operativas.
Como parte de la misión de Policía Aérea Reforzada de la OTAN, España ha desplegado ocho F-18 del Ala 12, con base en Torrejón de Ardoz, en Rumanía, desde 2023, bajo el destacamento «Paznic». Este despliegue, que incluye aproximadamente 130 efectivos, tiene como objetivo asegurar el flanco sureste de la OTAN, especialmente cerca del Mar Negro, en medio de las crecientes tensiones en Europa del Este. El destacamento español opera desde la Base Aérea Mihail Kogălniceanu, participando en patrullas aéreas 24/7 y en misiones de alerta de reacción rápida (QRA) para garantizar la seguridad del espacio aéreo de la OTAN frente a posibles incursiones.
Los F-18 españoles han participado en varias interceptaciones de alto nivel, tanto a escala nacional como internacional. Estos reactores forman parte del sistema integrado de defensa aérea español, capaz de responder a amenazas aéreas en los 15 minutos siguientes a la recepción de una alerta, lo que se conoce como «alpha scramble». El Ejército del Aire español ha demostrado su disponibilidad operativa en misiones como la interceptación de aeronaves no autorizadas en el espacio aéreo español y el apoyo a los esfuerzos de policía aérea de la OTAN en la región del Mar Negro.
En cuanto a las capacidades aéreas de Rumanía, las Fuerzas Aéreas rumanas iniciaron sus esfuerzos de modernización en 2010, cuando el Consejo Supremo de Defensa aprobó la adquisición de 24 aviones F-16C/D Block 25 reacondicionados a las Fuerzas Aéreas estadounidenses. Este plan formaba parte de un esfuerzo de modernización en varias fases que también preveía la adquisición de 24 nuevos F-16 Block 50/52 y 24 cazas de quinta generación F-35 Lightning II.

Sin embargo, debido a limitaciones presupuestarias, Rumanía no pudo completar la compra a Estados Unidos de los F-16 y recurrió a Portugal.
En 2012, Rumanía acordó comprar 12 F-16 usados a Portugal en un acuerdo por valor de 670 millones de euros para sustituir a sus vetustos MiG-21. Este acuerdo incluía tanto aeronaves como apoyo logístico, y las entregas comenzaron en 2016 tras la formación de los pilotos. El primer escuadrón, equipado con 12 F-16 MLU, entró en funcionamiento en la 86ª base aérea de Fetești en 2017. Posteriormente, el Gobierno rumano amplió su flota adquiriendo otros cinco aviones a Portugal, que fueron entregados en 2021.
En noviembre de 2022, Rumanía firmó un nuevo acuerdo para comprar 32 F-16 a Noruega, valorados en 388 millones de euros. Estos F-16 noruegos están destinados a equipar dos escuadrones adicionales, el primero con base en Câmpia Turzii y el segundo en Mihail Kogălniceanu. Esta adquisición supone un paso importante en la modernización de la fuerza aérea rumana, que tiene previsto retirar sus F-16 entre 2034 y 2040.

Desde el inicio de la guerra en Ucrania, Rumanía ha sufrido múltiples incidentes con drones rusos cerca de su territorio, especialmente en las regiones fronterizas con Ucrania. Estos incidentes se han intensificado a medida que Rusia apunta a puertos ucranianos a lo largo del río Danubio. En varias ocasiones se han encontrado restos de drones rusos en suelo rumano, lo que ha llevado a Rumanía a expresar su preocupación por las violaciones de su espacio aéreo.
El gobierno rumano ha confirmado varias de estas violaciones, lo que ha hecho saltar las alarmas sobre los riesgos potenciales que suponen para los ciudadanos rumanos que viven cerca de la frontera.
El Ministerio de Defensa Nacional de Rumanía ha informado de múltiples hallazgos de fragmentos de drones en zonas próximas a la frontera ucraniana. Estos incidentes se han producido normalmente tras ataques rusos a infraestructuras portuarias ucranianas, como Izmail, situada justo al otro lado del río Danubio. En respuesta, Rumanía ha reforzado su vigilancia y coordinación con la OTAN, dada su condición de miembro de esta organización. Las autoridades rumanas han calificado estos ataques de graves violaciones de la soberanía y la integridad territorial del país, exigiendo una respuesta contundente.
Rumanía también ha elevado sus niveles de alerta y ha pedido una mayor cooperación defensiva dentro de la OTAN para garantizar que este tipo de incidentes se investiguen a fondo y se eviten en el futuro. Estas incursiones de drones, que han afectado a otros miembros de la OTAN como Letonia, ponen de relieve las tensiones actuales y los riesgos de propagación de la guerra de Ucrania a los países vecinos.
Rumanía se mantiene vigilante ante la continuación de la guerra, especialmente dada su proximidad a ciudades portuarias ucranianas críticas que con frecuencia son blanco de ataques.
Rudis03ARG