Aviones F-16 estadounidenses con sede en Corea del Sur se despliegan en Filipinas para «profundizar relaciones».
Los aviones F-16 de la Fuerza Aérea basados en el sur de la península coreana han estado volando y entrenando con sus homólogos de Filipinas desde finales de la semana pasada en la Base Aérea César Basa, en Pampanga, al norte de Manila.
Los Fighting Falcons F-16 de la 113 Ala de Caza de la Base Aérea de Kunsan, en Corea del Sur, junto con sus tripulaciones y personal de mantenimiento, se han unido a los aviones de ataque ligeros FA-50 de Filipinas para realizar ejercicios en el aire, mientras que los equipos de tierra de ambas naciones se entrenan en inteligencia, mantenimiento y línea de vuelo, así como en procedimientos de retroceso, según una información de la Fuerza Aérea publicada el viernes 18 de enero.
El ejercicio, llamado Intercambio Bilateral de Contingentes Aéreos-Filipinas, o BACE-P, permite que ambos ejércitos trabajen juntos para «profundizar las relaciones, lo que en última instancia apoya el mantenimiento de un Indo-Pacífico libre y abierto», señaló en un comunicado el coronel Christopher Faurot, oficial superior de la Fuerza Aérea del Pacífico a cargo del intercambio.
No se ha informado hasta cuándo durará el BACE-P de este año; sin embargo, los ejercicios anteriores han durado casi dos semanas.
En intercambios anteriores, participaron diferentes tipos de aeronaves como los Fairchild-Republic A-10 Thunderbolt II, Hércules C-130, helicópteros Sikorsky HH-60 Pave Hawk y aviones de guerra electrónica de la Marina E/A-18 Growlers, ejerciendo una variedad de capacidades de poder aéreo.
Los ejercicios comenzaron en abril de 2016 en la Base Aérea Clark, anteriormente una instalación de Estados Unidos y ahora una instalación militar de Filipinas, indicó la Fuerza Aérea.
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