BAE Systems recibe un contrato de 220 millones de libras para capacitar a pilotos de Typhoon.
El Ministerio de Defensa (MOD) del Reino Unido ha adjudicado a BAE Systems contratos por valor de más de 220 millones de libras esterlinas para impartir formación sintética avanzada a los pilotos que se entrenan para volar el Typhoon, uno de los principales aviones de combate del mundo.
En el marco de los contratos Typhoon Future Synthetic Training (TFST), BAE Systems está dirigiendo los trabajos para suministrar diez simuladores inmersivos de alta fidelidad, junto con instalaciones de entrenamiento de última generación altamente seguras en RAF Coningsby en Lincolnshire y RAF Lossiemouth en Moray.
Los nuevos entornos de entrenamiento estarán conectados entre sí, proporcionando un entorno integrado para que los pilotos se entrenen y lleven a cabo complejos ejercicios de entrenamiento combinados utilizando software y tácticas de misiones del mundo real.
La inversión realizada por Defence Equipment and Support, el departamento de adquisiciones del Ministerio de Defensa refleja la ambición de la Real Fuerza Aérea (RAF) de aumentar el uso de la formación sintética, que ofrece ventajas de coste, tiempo y sostenibilidad con respecto a la formación en vivo. Esta tecnología también proporcionará a los alumnos una experiencia de entrenamiento más compleja y segura, adaptada al individuo, que a menudo es difícil de conseguir en entornos de entrenamiento en vivo.
«Nos enorgullecemos de ofrecer una capacidad de entrenamiento de primera clase, ya que entendemos lo importante que es ofrecer las habilidades y capacidades de mayor calidad a la primera línea. Este contrato se basa en el trabajo ya realizado para proporcionar formación sintética a la Fuerza Typhoon de la RAF, lo que permitirá a los pilotos de diferentes lugares volar juntos en misiones virtuales y proporcionar la capacidad de «conectarse» a otros activos en el aire, la tierra y el mar a destacado Richard Hamilton, director del programa Typhoon.
«La inversión aportará una serie de valiosos beneficios operativos a la RAF, además del impacto positivo que tendrá el mayor uso del entrenamiento sintético para reducir las emisiones de carbono. Con 9,6 toneladas de carbono ahorradas por cada vuelo sintético, ayudará a reducir la actual huella de carbono del entrenamiento en vivo, apoyando las ambiciones de cero netos que tenemos nuestros clientes y nosotros mismos».
El contrato apoyará aproximadamente 120 puestos de trabajo en la entrega de la nueva infraestructura en dos bases de la RAF, con otros 60 puestos de trabajo de ingeniería sostenidos en BAE Systems y muchos más con una serie de empresas británicas especializadas a lo largo de su cadena de suministro.
BAE Systems tiene una gran experiencia en el suministro de capacidad de formación líder en el mundo para las fuerzas aéreas británicas e internacionales a lo largo de todo el proceso de formación, incluyendo el aula, el entorno sintético y el entorno real.
La empresa trabaja con los clientes para proporcionar los mejores servicios de formación para satisfacer sus necesidades, en todo el espectro de la formación, desde la identificación y el reclutamiento de los estudiantes y la provisión de las habilidades básicas necesarias para tener éxito, hasta la entrega de instalaciones de última generación para proporcionar formación dirigida a los efectos.
En colaboración con socios industriales y académicos, la empresa integra tecnologías innovadoras de primer orden -como asistentes virtuales, análisis de datos, entornos sintéticos únicos e inteligencia artificial- en soluciones de formación de próxima generación, como los simuladores.
BAE Systems ofrece programas de formación y producción de capacidades para las principales fuerzas militares del mundo, llevando a los estudiantes desde las aulas hasta la primera línea de fuego y proporcionando una capacidad de formación ininterrumpida.
Anualmente, la empresa imparte formación a más de 2.500 técnicos y personal de tierra en una amplia gama de habilidades, y a más de 450 pilotos y oficiales para garantizar que estén preparados para la vida en una cabina de aviones rápidos.
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