China alcanzará en 2030 las 1000 ojivas nucleares, según EE.UU.

Un informe del Pentágono sobre el poder militar de China afirma que Pekín está superando las previsiones iniciales sobre la rapidez con la que está aumentando su arsenal de armas nucleares y que “casi con toda seguridad” está aprendiendo lecciones de la guerra de Rusia en Ucrania sobre cómo podría ser un conflicto por Taiwán.

El informe, publicado este viernes (AEDT), también advierte que China podría estar preparando un nuevo sistema de misiles intercontinentales con armas convencionales que, de llegar a implantarse, permitiría a Pekín “amenazar con ataques convencionales contra objetivos en el territorio continental de Estados Unidos, Hawai y Alaska”.

El informe se publica un mes antes de la esperada reunión entre el líder chino Xi Jinping y el presidente Joe Biden, al margen de la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico que se celebrará el mes que viene en San Francisco.

El informe anual, exigido por el Congreso estadounidense, es una de las formas que tiene el Pentágono de medir las crecientes capacidades militares chinas, que el gobierno estadounidense considera su principal amenaza en la región y el principal reto de seguridad a largo plazo para Estados Unidos.

Pero tras los atentados del 7 de octubre de Hamás contra Israel, Estados Unidos se ha visto obligado de nuevo a centrarse en Oriente Próximo, en lugar de en su ampliamente promocionado pivote hacia el Pacífico para contrarrestar el crecimiento de China. Washington se apresura a suministrar armas a Israel mientras sigue apoyando y entregando municiones a Ucrania en su lucha de 20 meses para repeler la invasión rusa.

Sin embargo, la estrategia de defensa nacional del Pentágono se basa en que China sigue siendo el mayor desafío para la seguridad de Estados Unidos, y la amenaza de Pekín determinará el equipamiento y la configuración del ejército estadounidense para el futuro.

El informe del Pentágono se basa en la advertencia militar del año pasado de que China ya estaba ampliando su fuerza nuclear mucho más deprisa de lo que habían previsto los funcionarios estadounidenses, destacando una amplia y acelerada acumulación de músculo militar diseñada para permitir a Pekín igualar o superar el poder global de EE.UU. a mediados de siglo.

El informe del año pasado advertía que Pekín estaba modernizando rápidamente su fuerza nuclear y estaba en vías de casi cuadruplicar el número de cabezas nucleares de que dispone, hasta alcanzar las 1.500 en 2035. Estados Unidos tiene 3.750 cabezas nucleares activas.

Según el informe 2023, Pekín está en camino de contar con más de 1.000 cabezas nucleares en 2030, continuando así una rápida modernización destinada a cumplir el objetivo de Xi de tener un ejército de “talla mundial” en 2049.

Tras el informe anterior, China acusó a EE.UU. de intensificar las tensiones y Pekín afirmó que seguía comprometida con una política de «no ser el primero en utilizar» las armas nucleares.

El Pentágono no ha visto ningún indicio de que China se esté apartando de esa política, pero estima que puede haber algunas circunstancias en las que China considere que no es aplicable, dijo una alta fuente de defensa estadounidense sin dar más detalles.

EE.UU. no se adhiere a una política de «no primer uso» y afirma que las armas nucleares sólo se utilizarían en «circunstancias extremas».

Según el informe, China está intensificando la presión militar, diplomática y económica no sólo sobre Taiwán, sino también sobre todos sus vecinos de la región, para contrarrestar lo que considera esfuerzos de Estados Unidos por contener su ascenso. La presión contra Taipei incluye sobrevuelos de misiles balísticos, mayores incursiones de aviones de guerra en su zona de defensa internacional y un ejercicio militar a gran escala el pasado agosto que rodeó Taiwán.

Pekín ha prometido poner Taiwán bajo su control, por la fuerza si es necesario. Xi ha dado a su ejército hasta 2027 para desarrollar la capacidad militar necesaria para retomar la isla autogobernada por la democracia que el Partido Comunista reclama como territorio propio.

Estados Unidos ha destinado miles de millones de dólares en armamento militar a Taiwán para reforzar sus defensas y ayudarle a rechazar cualquier posible ataque.

Pero China también ha dedicado miles de millones a su ejército. Según las cifras de su presupuesto público, el gasto militar de China para 2023 aumentó un 7,2%, hasta 1,58 billones de yuanes, o 341.000 millones de dólares, por encima de su crecimiento económico. Funcionarios estadounidenses afirman que la cifra real puede ser mucho mayor. Pekín afirma que aplica una política militar defensiva para proteger los intereses del país.

El informe también señala que China ha aumentado su acoso a los aviones de guerra estadounidenses que vuelan en el espacio aéreo internacional de la región y registra más de 180 casos en los que aviones chinos interceptaron agresivamente vuelos militares estadounidenses.

El informe se centra en las actividades de China en 2022, pero analiza el sobrevuelo estadounidense del globo espía chino y cómo la falta de comunicación entre ambos ejércitos aumentó el riesgo de escalada. No incluye la última guerra entre Israel y Hamás, pero constata que Pekín está utilizando lo que aprendió de la guerra entre Rusia y Ucrania. Según el informe, China está trabajando para lograr la autosuficiencia industrial y económica tras comprobar el impacto de las sanciones occidentales contra Moscú.

La invasión rusa de Ucrania «supuso un reto importante e inesperado» para China, según el informe, obligándola a medir su relación y su apoyo material a Rusia frente a los «costes económicos o de reputación» en los que podría incurrir y que impedirían su objetivo general de ascender como potencia nacional.

Tara Copp