China quiere construir su propio bombardero B-21, pero el suyo será un dron.

Una empresa china de drones afirma haber fabricado un prototipo de vehículo aéreo no tripulado (UAV) que podría rivalizar, si no superar, al próximo bombardero pesado B-21 Raider de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

La empresa china Zhongtian Feilong Intelligent Technology anunció recientemente en su cuenta de la red social WeChat que había completado un prototipo de su avión no tripulado de combate Feilong-2, según un informe del South China Morning Post. 

Según explicó la compañía, el Feilong-2 es un vehículo aéreo no tripulado subsónico polivalente destinado a realizar ataques de precisión contra activos e infraestructuras de alto valor. El dron tiene una capacidad de carga útil de seis toneladas, una velocidad de crucero de 600 kilómetros por hora (km/h) y una velocidad máxima de vuelo de 780 km/h, una altitud de vuelo de 49.000 pies y una autonomía de unos 7.000 kilómetros. El Feilong-2, o «Dragón Volador-2», puede apoyar las tácticas de enjambre de aviones no tripulados, tanto para fines de reconocimiento/vigilancia como de ataque de saturación. Diseñado con una serie de características de penetración sigilosa, este nuevo avión no tripulado es la última aportación a la emergente estrategia china de antiacceso/negación de área (A2/AD) para amenazar y contener los activos estadounidenses que operan en la región del Pacífico. Actualmente se desconoce cuándo entrará en producción en serie el Feilong-2, uno de los varios proyectos chinos de drones de combate en curso.

Según Zhongtian Feilong, el Feilong-2 se aproxima en prestaciones al B-21 Raider de nueva generación de las Fuerzas Aéreas estadounidenses. «Esto significa que el B-21 estadounidense ya se ha quedado atrás, incluso antes de entrar en servicio», afirmó la empresa.

No está claro en qué información se basa Zhongtian Feilong para hacer esta evaluación optimista, ya que las especificaciones de rendimiento del B-21 Raider aún no se han revelado públicamente. En la actualidad, ni siquiera está claro que el Feilong-2 pueda rendir al mismo nivel que el antiguo B-2 Spirit, por no hablar de su más avanzado sucesor B-21. Según lo que se sabe actualmente sobre el Feilong-2, parece que el B-2 Spirit es más rápido, con una velocidad máxima de 1.010 km/h y una velocidad de crucero de 900 km/h, y cuenta con una capacidad de carga útil sustancialmente mayor, de veinte toneladas. Los dos aviones están prácticamente empatados en autonomía y en altitud máxima de vuelo. Dada la clara diferencia de rendimiento que ya existe entre el Feilong-2 y los bombarderos estadounidenses más antiguos, está casi garantizado que este nuevo avión no tripulado chino se enfrentará aún peor al próximo B-21 Raider. 

Las otras afirmaciones de Zhongtian Feilong son más fáciles de digerir. El Feilong-2 podría ser más barato que el B-21 Raider, cuyo precio es de unos 550 millones de dólares por unidad, y podría tener una vida útil más larga. Como avión no tripulado, el Feilong-2 también ofrece otra ventaja clave sobre sus homólogos tripulados: puede ejecutar operaciones de alto riesgo en lo profundo del espacio aéreo enemigo sin poner en peligro la vida de los pilotos. 

El Feilong-2 es uno de los últimos frutos de la agresiva inversión de China en la tecnología de alas voladoras no tripuladas; sin embargo, la ampliación de estos diseños para que ofrezcan el mismo nivel de rendimiento que los bombarderos tripulados de próxima generación ha demostrado ser una tarea inmensamente compleja. El Feilong-2 parece ser una máquina impresionante por derecho propio, pero no es el asesino del B-21 como se está comercializando. Se cree que la respuesta de China al B-21 Raider será su propio bombardero sigiloso tripulado de nueva generación, el Xian H-20.  

Mark Episkopos