China realiza las últimas pruebas de un misil hipersónico aire-aire.
Se han realizado pruebas de resistencia al calor de un arma secreta china, en lo que supone la primera confirmación de su existencia.
China ha probado un misil hipersónico secreto. Así lo ha informado The South China Morning Post (SCMP) el 19 de enero.
Los misiles hipersónicos aire-aire chinos han sido sometidos a pruebas de resistencia al calor extremo para cumplir los estrictos requisitos de rendimiento de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación, según los científicos que participan en el proyecto.
Se trata de la primera confirmación oficial de la existencia de esta misteriosa arma, que podría suponer una amenaza sin precedentes para la aviación militar estadounidense, incluido el bombardero furtivo B-21, actualmente en fase de pruebas de vuelo.
Los detalles de las evaluaciones finales de los prototipos de misiles a escala real se dieron a conocer en un artículo publicado en la revista en lengua china Equipment Environmental Engineering el mes pasado. Estas evaluaciones se realizaron en un túnel de viento calentado por arco.
Un alto oficial del ejército estadounidense confirmó que China había probado recientemente un arma hipersónica avanzada, calificándolo de desarrollo “muy significativo” al que Washington estaba prestando mucha atención.
China utiliza una tecnología denominada «sistema de bombardeo orbital» para enviar el vehículo alrededor del planeta. El sistema de cohetes sigue una trayectoria más baja que la de un misil balístico intercontinental, lo que dificulta su detección por los sistemas de alerta temprana. Además, puede sobrevolar el Polo Sur, mientras que la mayoría de los sistemas estadounidenses de defensa antimisiles están destinados a atacar el Polo Norte.
Anteriormente, el 4 de enero, se informó que científicos chinos estaban desarrollando un cañón automático capaz de disparar 450.000 rondas por minuto y derribar misiles que vuelan a velocidades hipersónicas de más de Mach 7 (8,3 mil km/h).
A finales de diciembre de 2024, China mostró también el primer avión de combate de sexta generación del mundo. Su inusual aspecto indicaba que los diseñadores chinos pensaban igual que sus homólogos estadounidenses e intentaban que el avión fuera lo menos llamativo posible.
Stephen Chen
Muy bonito. Suponiendo que sea cierta esta noticia, que utilidad tiene un misil hipersonico para derribar aviones? Ninguna. Primero, es matar moscas a cañonazos, Segundo, a esa velocidades, dudo mucho que ni si quiera acierte en el blanco.
Seguramente para derribat otros misiles hipersonicos
Esa velocidad es para acercarse al blanco superando la red de defensa. Cuando disminuye para acertar en el objetivo el tiempo de reacción de los radares y sistemas antimisiles esta ya muy al límite para reaccionar y lanzar contramedidas. NO digo que sea imposible evitarlo, pero es diferente trazar una trayectorio disponiendo de minutos que hacerlo en segundos.
Habrá que ver qué velocidad desarrollan realmente, porque a más de mach 5 el aire empieza a ionizarse e interrumpir los sistemas de guía, tanto los EM como los IR. Si se lanza a una distancia corta puede ser terminal, pero a larga distancia puede tener ese efecto nocivo que, además, impediría obtener correcciones de datos de terceros, que los misiles que viajan a mach 3, por ejemplo, pueden recibir. Ni hablar de realizar maniobras en la fase terminal de vuelo. Cuanta mayor es la velocidad, menor es la capacidad de maniobra. De hecho, a mach 3 un SR-71 necesitaba muchísimos kilómetros para realizar un cambio de 180 grados. Es decir, un misil hipersónico (mach 5 a 10) sería como el proyectil de un cañón. Por ello decimos que, si se dispara a corta distancia podría ser letal, no dar tiempo de reacción al blanco; pero a larga distancia sería menos eficaz que un misil de mach 3-4.
En cuanto al sistema de bombardeo orbital, se trata de colocar un arma nuclear en órbita baja, unos 100-150 km de altitud a una velocidad satelital, es decir unos 8 km/s (equivalente a unos 28.000 km/h). La baja altitud y alta velocidad impediría ser detectados a tiempo por los radares de vigilancia (incluso por redes de radares) para alertar las defensas AA. Además, desde una órbita se puede llegar a cualquier punto del planeta por donde esta pase, sin límites de autonomía. También pueden maniobrar para cambiar de órbita para atacar por espacios menos defendidos. Esta es una enorme ventaja sobre los misiles balísticos intercontinentales, que deben subir hasta alturas de 1000-1500 km por trayectorias fijas polares, a velocidades más bajas (entre 4,5 y 6 km/s), lo que permite una pronta detección y predecir la zona de impacto, para destruirlo en su etapa de reentrada atmosférica. Una cabeza en órbita baja podría atacar sin alertar las defensas y hacerlo desde cualquier dirección. Pero, no es sencillo frenar y maniobrar en el espacio, necesita de sistemas de empuje direccionales que ocupan espacio y reducen el peso de la carga bélica, y tampoco pueden ser tan precisos. Además, pueden ser detectados por los satélites de alerta temprana IR. La utilización de este tipo de armas espaciales entra en contravención con el Tratado del Espacio Exterior (1967), firmado entre EEUU y la URSS durante la guerra fría, del que China es firmante (1984), pero no lo ha ratificado. El tratado prohíbe explícitamente las armas de cualquier clase en el espacio y en particular las armas nucleares. Los soviéticos intentaron burlar el tratado mediante un sistema parcial denominado FOBS, en el que los vehículos con cabezas nucleares utilizaban la órbita baja, como China, pero no terminaban de completar una órbita terrestre; por otra parte, también exploraron la posibilidad de armar satélites (asesinos) para destruir los enemigos, realizando varias pruebas camufladas con nombres de programas civiles. La URSS llegó a poner un regimiento de misiles FOBS en servicio operativo, pero todo ello fue anulado por el tratado START II de1979 entre ambas superpotencias y estos programas desmantelados. El programa chino entraría en flagrante contravención pues estaría militarizando el espacio, algo que hasta el momento no ha ocurrido. Realmente, la idea de un ataque suborbital no es nuevo, ya que los alemanes en las etapas finales de la SGM idearon un bombardero cohete reutilizable diseñado para «planear» en la alta atmosfera, realizando rebotes y de esa manera alcanzar distancias trascontinentales, para alcanzar las ciudades más pobladas de EEUU y bombardearlas con bombas convencionales de 5.000 lbs, pero con una carga explosiva que contenía sílice (arena) radioactiva, para contaminarlas con una «nube radioactiva» y obligar al gobierno estadounidense a negociar la paz con Alemania. De este modelo, conocido como «Silbervogel» (pájaro de plata) llegaron a realizarse pruebas en el túnel de viento.