Corea del Sur y EE. UU. realizarán esta semana un entrenamiento preliminar antes del ejercicio principal.
Corea del Sur y Estados Unidos llevarán a cabo esta semana un entrenamiento preliminar en vísperas del principal ejercicio militar de verano de la semana que viene, al que Corea del Norte ha advertido que no debe realizarse, según informaron el lunes algunas fuentes.
El entrenamiento del personal de gestión de crisis, de cuatro días de duración, comenzará el martes, seguido por el Entrenamiento de Puesto de Mando Combinado simulado por ordenador, previsto para el 16-26 de agosto.
«El entrenamiento tiene como objetivo comprobar la respuesta a situaciones de crisis inesperadas para volver a los tiempos de paz antes de que estalle una guerra», dijo un funcionario.
Los dos países han decidido seguir adelante con los simulacros tal y como estaban previstos, aunque de forma reducida debido a la pandemia, a pesar de la advertencia de Corea del Norte de que las maniobras empañarán el incipiente ambiente conciliador entre las dos Coreas.
Corea del Norte lleva mucho tiempo oponiéndose a estas maniobras, denunciándolas como un ensayo de invasión.
La decisión de llevar a cabo el ejercicio en verano y la forma de hacerlo han suscitado una gran atención, sobre todo después de que Kim Yo-jong, la hermana del líder norcoreano Kim Jong-un, dijera que podría socavar los esfuerzos por mejorar los lazos intercoreanos tras el restablecimiento de las líneas de comunicación transfronterizas, cortadas hace tiempo, a finales del mes pasado.
«El próximo ejercicio implicará un nivel mínimo de tropas, que será incluso menor que el de primavera, y no se llevarán a cabo simulacros al aire libre», dijo anteriormente una fuente gubernamental, citando la pandemia COVID-19.
Corea del Sur ha visto un drástico aumento de los casos confirmados en todo el país desde julio, con un número de casos diarios que alcanzó los 1.492 el lunes.
El Ministerio de Defensa se ha negado a confirmar el tamaño o las fechas del ejercicio, diciendo que todavía está discutiendo los detalles con Washington.
Yonhap