EE. UU. ‘no alienta’ los ataques de Kiev contra bases en el interior de Rusia.
Estados Unidos aseguró ayer martes que no estaba alentando a Ucrania a lanzar ataques en el interior de Rusia, después de que varios ataques con drones, que se cree que han sido lanzados por las fuerzas ucranianas, alcanzaran bases aéreas rusas.
«No alentamos ni ayudamos a Ucrania a lanzar ataques en Rusia», declaró a la prensa el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
«Pero lo que tienen que entender es que los ucranianos viven cada día con la agresión rusa en curso», dijo, acusando a Moscú de «militarizar el invierno» bombardeando la infraestructura civil de Ucrania.
«Lo que estamos decididos a hacer es asegurarnos de que tienen en sus manos -junto con muchos otros socios en el mundo- el equipo que necesitan para defenderse a sí mismos, su territorio y su libertad», añadió Blinken.
Al menos tres ataques se llevaron a cabo en bases rusas el lunes y el martes: en la base aérea de Engels, que alberga la flota rusa de bombarderos estratégicos gigantes; en Ryazan, donde murieron tres miembros del personal de servicio; y en la ciudad meridional de Kursk.
Los expertos creen que Ucrania puede haber utilizado aviones no tripulados de la era soviética en lugar de aviones no tripulados modernos.
Al ser preguntado por las operaciones, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, declinó atribuir los recientes ataques con aviones no tripulados a Kiev, que no ha reivindicado su autoría.
«Estamos proporcionando a Ucrania lo que necesita utilizar en su territorio soberano -en suelo ucraniano- para hacer frente al agresor ruso», dijo Price.
El Departamento de Estado tampoco quiso comentar las informaciones aparecidas en los medios de comunicación según las cuales EE.UU. había modificado los Himars, unos sistemas de artillería muy potentes y sofisticados destinados a Ucrania, para evitar que se utilizaran para atacar a Rusia.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, ha dicho públicamente que no anima a Ucrania a adquirir misiles de largo alcance, por temor a una escalada que pudiera llevar a EE.UU. a adoptar un papel más directo contra Rusia.
El jefe del Pentágono, Lloyd Austin, en declaraciones junto a Blinken tras las conversaciones con sus homólogos australianos, subrayó sin embargo que Estados Unidos no impedía a Ucrania desarrollar sus propios misiles de largo alcance.
«La respuesta es no. Desde luego, no lo estamos haciendo», afirmó. «No estamos haciendo nada para impedir que Ucrania desarrolle sus propias capacidades».
Euronews/AFP
Ese es problema. No se puede ganar una guerra cuando una de las partes incumple todas las leyes internacionales, mientras a la otra se le impide responder. Biden no quiere ganar la guerra. Lo que quiere es que ambas partes se desangren en una guerra indefinida.
Pues tiene toda su lógica dentro de la lógica yankee. Es una manera de medio asegurarse que en la próxima aventura militar useña los contrarios no comiencen a recibir a mansalva toda clase de armamento ruso.
Se imaginan a los Blackhawk esquivando Iglas, o los Striker recibiendo en el lateral impactos de Kornets?.
Por poner ejemplos de los más básicos.
Lo dicho, son muchas las «líneas rojas» que nadie quiere sobrepasar. Lo veo tan claro que no me explico que aún se dude de su existencia.