EE.UU. vigila a las empresas privadas en la preparación de pilotos de combate chinos.
China ha expresado su descontento por las medidas enérgicas adoptadas por Estados Unidos contra las personas y empresas que forman a aviadores militares chinos.
Estados Unidos y sus países aliados han estado trabajando para frustrar los esfuerzos de China por reclutar a ex aviadores militares para entrenar a la próxima generación de pilotos chinos.
En un memorando fechado el 5 de septiembre, pero ampliamente difundido el 8 de septiembre, el general Charles Brown lanzó una severa advertencia a sus miembros, instando a mantenerse vigilantes ante las ofertas de trabajar con empresas dedicadas a la formación de pilotos militares chinos, informó The Washington Post.
Brown, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Aéreas de EE.UU., pidió a los aviadores que informaran rápidamente de cualquier caso en que ellos mismos o sus colegas fueran contactados o reclutados para proporcionar entrenamiento a fuerzas armadas extranjeras.
En su mensaje, Brown hizo hincapié en la importancia de este asunto para la seguridad nacional, declarando: «Al formar esencialmente al entrenador, muchos de los que aceptan los contratos con estas empresas extranjeras están erosionando nuestra seguridad nacional».
El General Brown destacó el objetivo global de estas empresas, que consiste en mejorar las habilidades y capacidades de los pilotos chinos aprovechando la experiencia de los militares entrenados en la OTAN.
Uno de los casos más conocidos es el de Daniel Duggan, un antiguo piloto militar estadounidense que fue acusado de ayudar a entrenar a aviadores militares chinos sin la licencia necesaria.
Duggan, que reside en Australia, fue detenido allí en 2022 y actualmente está impugnando su extradición a Estados Unidos.
En respuesta al memorando, el portavoz de la embajada china, Liu Pengyu, emitió un comunicado en el que subrayaba la importancia de respetar las operaciones comerciales legales realizadas por las empresas pertinentes.
Instó a Estados Unidos a evitar generalizar, utilizar indebidamente el concepto de seguridad nacional y empañar la reputación de estas empresas.
Además, Liu Pengyu señaló que algunos funcionarios estadounidenses han acusado rápidamente a China de desprestigiar los intercambios y colaboraciones rutinarios entre China y Estados Unidos en los últimos años.
Pengyu mencionó que tales acciones son contraproducentes y no contribuyen a la evolución constructiva de las relaciones chino-estadounidenses.
No obstante, la medida representa el esfuerzo más explícito del Pentágono para abordar y contrarrestar lo que los funcionarios estadounidenses han descrito como una estrategia proactiva de Pekín para explotar las empresas internacionales que emplean a estadounidenses para impartir habilidades y tácticas militares avanzadas.
Occidente contrarresta los intentos de China de reclutar pilotos occidentales
Múltiples informes de los medios de comunicación revelaron que los chinos han realizado esfuerzos concertados para reclutar y, en algunos casos, contratar efectivamente los servicios de pilotos de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Australia, Canadá y Nueva Zelanda.
El objetivo de estos esfuerzos de reclutamiento es conocer mejor las tácticas y la experiencia operativa de las fuerzas aéreas occidentales, lo que en última instancia ayudaría a China a desarrollar contramedidas contra ellas.
El aviso del Pentágono al personal estadounidense y a los veteranos llega en medio de una creciente preocupación entre los altos dirigentes del departamento, que han designado a China como la principal «amenaza de paso» para Estados Unidos.
Esta mayor aprensión se debe a los significativos avances de Pekín en sus capacidades militares y a sus esfuerzos por extender su presencia global y ejercer influencia a escala mundial.
Además, esta nueva advertencia se alinea con una acción previa emprendida por el gobierno estadounidense en junio, cuando impuso sanciones a numerosas empresas de todo el mundo por sus supuestas afiliaciones con el gobierno chino.
Entre estas entidades incluidas en la lista negra había varias empresas de formación aeronáutica, lo que subraya el creciente escrutinio del gobierno estadounidense sobre este tipo de empresas a la luz de la evolución de la dinámica geopolítica.
Entre las entidades sujetas a estas sanciones se encuentran Frontier Services Group, empresa estatal china fundada por Erik Prince, antiguo dirigente de Blackwater Worldwide, y la Test Flying Academy de Sudáfrica.
Esta última había sido objeto de escrutinio a raíz de las informaciones según las cuales había reclutado a pilotos militares occidentales para impartir formación a aviadores chinos.
En junio, Frontier Services Group negó haber utilizado personal militar estadounidense para la formación de pilotos chinos, mientras que la Test Flying Academy de Sudáfrica expresó su decepción por la decisión de Estados Unidos y afirmó que empresas estadounidenses de mayor tamaño también participan en la formación de pilotos chinos.
No obstante, a pesar de las continuas disputas entre las dos naciones en materia de seguridad nacional y asuntos económicos, ambos países se esfuerzan por mantener abiertos los canales de comunicación para evitar conflictos involuntarios.
Ashish Dangwal
Esa guerra está perdida el dinero puede con todo, EEUU lo sabe muy bien…