El bombardero Su-24 de Ucrania armado con misiles occidentales SCALP-EG/Storm Shadow.
Ucrania ha adaptado con éxito su bombardero Su-24 de la era soviética para transportar y lanzar misiles de crucero aire-tierra franco-británicos SCALP-EG/Storm Shadow.
Esta adaptación, facilitada por el reciente apoyo militar de los aliados occidentales, otorga a Ucrania la capacidad de atacar objetivos de alto valor en las profundidades de los territorios ocupados por Rusia.
La integración de este poderoso sistema de misiles en la flota aérea de Ucrania mejora significativamente sus capacidades de ataque de largo alcance, lo que marca un avance crítico en su estrategia de defensa contra la agresión rusa.
El Su-24 es un bombardero bimotor de la era soviética, de ala de barrido variable, diseñado para ataques de penetración a baja altura en cualquier condición climática. Desarrollado por Sukhoi a fines de la década de 1960 y puesto en servicio a principios de la década de 1970, el Su-24 tenía como objetivo proporcionar a la Fuerza Aérea Soviética una plataforma de ataque profundo capaz de transportar una amplia gama de armas convencionales y nucleares.
Se convirtió en la columna vertebral de la flota de bombarderos tácticos de la Unión Soviética, comparable al F-111 estadounidense, y experimentó importantes mejoras a lo largo de los años. Ampliamente exportado a naciones aliadas, el Su-24 ha permanecido en servicio en varios países, incluidos Rusia y Ucrania, y los esfuerzos de modernización extendieron su vida útil operativa y sus capacidades, incluso en la era postsoviética.
La adaptación de los Su-24 ucranianos para desplegar el misil SCALP-EG/Storm Shadow es un logro notable, ya que permite a la Fuerza Aérea ucraniana atacar objetivos enemigos con alta precisión a grandes distancias. El Su-24, originalmente un avión de ataque para todo clima diseñado por los soviéticos y construido para misiones de penetración profunda, ha sido ampliamente modificado por ingenieros ucranianos para disparar estos avanzados misiles occidentales.
Las modificaciones implicaron la actualización de la aviónica, los sistemas de control de tiro y las interfaces de comunicación entre el misil y la aeronave, asegurando la compatibilidad total con los sistemas de guía y selección de objetivos del SCALP-EG.
Esta exitosa integración marca la primera vez que una plataforma no perteneciente a la OTAN ha sido adaptada para utilizar este sofisticado misil, un testimonio del ingenio de Ucrania para modernizar su flota de la era soviética con tecnología occidental. El diseño de ala de barrido variable del Su-24 y su capacidad para operar a bajas altitudes lo convierten en una plataforma ideal para lanzar misiles SCALP-EG/Storm Shadow, lo que permite a Ucrania llevar a cabo ataques de precisión contra infraestructura militar rusa crítica y minimizar el riesgo de detección.
El SCALP-EG, también conocido como Storm Shadow en el Reino Unido, fue entregado a Ucrania a mediados de 2023 como parte de un paquete más amplio de ayuda militar de Francia y el Reino Unido.
Estos misiles se proporcionaron en respuesta a las solicitudes urgentes de Ucrania de armamento avanzado capaz de contrarrestar los ataques de artillería y misiles de largo alcance rusos. La entrega fue un punto de inflexión, ya que permitió a Ucrania cerrar la brecha en sus capacidades de ataque de largo alcance, lo que le dio las herramientas para atacar posiciones rusas mucho más allá de las líneas del frente.
El SCALP-EG/Storm Shadow es un misil de crucero de largo alcance, lanzado desde el aire, diseñado para ataques de precisión, que ofrece ventajas clave en cuanto a alcance, precisión y sigilo. Su alcance extendido, que supera los 250 kilómetros (y hasta 560 kilómetros en algunas variantes), permite a las fuerzas ucranianas atacar objetivos a gran profundidad dentro de los territorios ocupados por Rusia sin entrar en el espacio aéreo en disputa.
El misil está equipado con una ojiva BROACH (Bomb Royal Ordnance Augmented Charge) de 450 kg, un sistema de dos etapas que primero penetra en las estructuras reforzadas y luego detona en el interior, maximizando la destrucción contra objetivos fortificados como búnkeres, centros de mando y depósitos de municiones.
Guiado por una combinación de GPS, navegación inercial y radar de seguimiento del terreno, el SCALP-EG asegura una orientación precisa, especialmente en la fase final de su vuelo, donde utiliza sensores infrarrojos para comparar el objetivo con imágenes precargadas. Esto asegura una alta precisión incluso en áreas fuertemente defendidas.
Además, la baja sección transversal del radar del misil le da un perfil sigiloso, lo que lo hace difícil de detectar e interceptar por las defensas aéreas enemigas, lo que mejora su capacidad para penetrar el espacio aéreo en disputa.
En conjunto, estas características (largo alcance, considerable poder destructivo y precisión milimétrica) convierten al SCALP-EG/Storm Shadow en una herramienta eficaz para interrumpir las operaciones enemigas, en particular degradando las estructuras logísticas y de mando, lo que ofrece a Ucrania una ventaja estratégica crucial en el conflicto en curso.
La capacidad de lanzar misiles SCALP-EG/Storm Shadow desde aviones Su-24 otorga a Ucrania un nuevo nivel de flexibilidad operativa. Antes de este desarrollo, la capacidad de Ucrania para atacar a larga distancia era limitada, pero la integración de estos misiles ahora permite a la Fuerza Aérea ucraniana realizar ataques profundos en territorio controlado por Rusia sin exponer sus aviones a un riesgo significativo.
Con un alcance de más de 250 kilómetros, el SCALP-EG puede alcanzar instalaciones militares rusas críticas, depósitos de municiones y centros logísticos muy por detrás de las líneas del frente. Esto permite a Ucrania interrumpir las líneas de suministro, los centros de mando y la infraestructura que son esenciales para sostener las operaciones rusas.
La capacidad del Su-24 de lanzar estos ataques a baja altitud, combinada con las características de sigilo del misil, aumenta enormemente la probabilidad de misiones exitosas.
Los informes recientes indican que las fuerzas ucranianas ya han empleado el SCALP-EG/Storm Shadow en varias operaciones, apuntando con precisión a centros logísticos y depósitos de municiones rusos. Los ataques no sólo degradan las capacidades operativas de Rusia, sino que también obligan a las fuerzas rusas a desviar recursos para defender posiciones de retaguardia que antes estaban fuera del alcance de Ucrania.
La integración de los misiles SCALP-EG/Storm Shadow en el avión Su-24 de Ucrania marca una evolución significativa en las capacidades militares del país. Esta adaptación ha transformado al Su-24 en una formidable plataforma de ataque de largo alcance capaz de alcanzar objetivos rusos críticos con precisión y sigilo.
A medida que el conflicto continúa, la capacidad de Ucrania para llevar a cabo ataques profundos contra activos militares rusos clave será crucial para determinar el curso de la guerra.
Con el apoyo occidental y el enfoque innovador de Ucrania para integrar tecnologías avanzadas en su flota existente, el Su-24 armado con misiles SCALP-EG/Storm Shadow representa una herramienta poderosa en la lucha de Ucrania por recuperar su territorio y hacer retroceder a las fuerzas rusas. Esta nueva capacidad bien podría resultar un punto de inflexión en la defensa de la soberanía de Ucrania.
Rudis04ARG
Bueno, para recordar. Hace más de un año que los ucranianos adaptaron esos misiles en el Su-24. Creo haber leído en alguna parte que empezaron con un aparato en alguna parte secreta de una base aérea polaca.
Lástima de las pocas existencias de esos misiles.