El Ejército de EE. UU. quiere probar vehículos no tripulados con la potencia de fuego del tanque Abrams M1
Dentro de unos años, el Ejército de los Estados Unidos proyecta comenzar a probar prototipos de vehículos de combate a distancia, conocidos como RCVs, que no están tripulados, tan ligeros y rápidos como un Stryker, pero que proporcionen el mismo nivel de potencia de fuego que un tanque Abrams M-1.
Según el Mayor Alan L. Stephens, oficial del Cuerpo de Adquisición de la División de Requisitos Montados del Centro de Excelencia de Maniobras del Ejército de los Estados Unidos, un vehículo de combate no tripulado con estas características podría adelantarse a los tripulados para explorar el área, navegar por los sectores más peligrosos del campo de batalla y atacar al enemigo, mientras que el vehículo tripulado lo seguiría.
El pensamiento actual para la configuración de la prueba, es de dos vehículos no tripulados por cada RCV tripulado, con la variante tripulada controlando los otros dos. Pero esta proporción de 1:2 podría cambiarse una vez que comiencen las pruebas y se resuelvan los errores detectados. Eventualmente, dijo, vamos a probar con una proporción de 1:4 para ver si es posible.
Además, continuó, el término «no tripulado» implica diferentes niveles de autonomía. En el nivel más bajo, como ejemplo, un vehículo podría no tener personal dentro, pero sería controlado por soldados a través de un enlace de radiofrecuencia. Al más alto nivel, un vehículo podría ser completamente autónomo, y requerir inteligencia artificial y redes neuronales –algo que aún no se puede lograr-, pero claramente está en el horizonte.
Otra ventaja del RCV sobre el Abrams es que será más ligero y maniobrable. Eso significa, dijo Stephens, que será más rápido y podría ser transportado en avión, dándole al comandante del equipo de combate de la brigada más opciones en el campo de batalla.
Dado que los RCVs no estarán tripulados, eso liberará mucho espacio para la capacidad de fuego directo e indirecto, dijo, junto con un conjunto completo de sensores. Un ejemplo de un sistema de fuego indirecto, es el mortero de 81 mm. El fuego directo sería lo que puede ofrecer el arma principal de un Abrams.
Los sensores existentes, como los infrarrojos, podrían duplicarse para no sólo detectar la firma y el polvo del enemigo, sino también la firma de armas biológicas y químicas.
Los vehículos no tripulados también proporcionarían protección a la fuerza y una mayor distancia de separación, lo que significaría mantenerse fuera del alcance de fuego del enemigo.