El jefe de la Fuerza Aérea italiana lanza un ataque directo contra la ‘incertidumbre’ del programa F-35.

El jefe de la Fuerza Aérea Italiana ha lanzado un ataque inusualmente directo contra el compromiso del gobierno italiano con el programa F-35, y ha afirmado que el gobierno italiano le debe a Lockheed Martin 389 millones de dólares (439 millones de dólares) por los aviones entregados.

El general Alberto Rosso ha dicho en el Parlamento italiano que se sentía «muy preocupado por la incertidumbre» que afecta al programa F-35 en Italia «y la eventual hipótesis de una caída en el número de aviones a comprar”.

«Cualquier alternativa al F-35 sería una aeronave más antigua, menos eficiente y más cara», ha dicho en una sesión conjunta de los comités de defensa de la Cámara Baja y el Senado.

El discurso de Rosso se produce después de meses de indecisiones y amenazas de anulación del programa F-35 del gobierno populista de coalición italiano, que asumió el cargo el año pasado.

Uno de los partidos que forman la coalición, el Movimiento 5 Estrellas, prometió durante su campaña oponerse al plan de Italia de comprar 90 aviones para su fuerza aérea y su armada, sin embargo, desde que asumió el cargo, el nuevo ministro de Defensa del gobierno, que fue propuesto por el Movimiento populista, ha mantenido el programa.

La ministra, Elisabetta Trenta, ha hablado de ralentizar y revisar el costoso programa, sin embargo, el nuevo gobierno de coalición no ha confirmado el número final de aviones que quiere comprar.

Para continuar aún más en la incertidumbre, el joven ministro de defensa, Angelo Tofalo, que también es miembro del 5 Estrellas, elogió el programa en diciembre como muy eficaz.

El general Rosso ha manifestado estar «preocupado» por la imprecisión del programa, al que ha llamado «el futuro de la Fuerza Aérea Italiana».

«La desaceleración o las reducciones en el número de aviones a comprar son extremadamente preocupantes para la capacidad operativa, para la industria nacional y para los beneficios económicos que trae el programa», ha subrayado.

Igualmente ha confirmado los informes de la prensa italiana de esta semana en la que señalan que el gobierno italiano está atrasado en los pagos a Lockheed Martin por los aviones, con 389 millones de euros en facturas de 2018 aún por pagar.

Italia está a punto de recibir su decimosegundo F-35, cuenta con una plantilla de 25 pilotos entrenados y recientemente ha declarado su capacidad operativa inicial el pasado mes de noviembre.

Las empresas italianas también están esperando que el nuevo gobierno ponga dinero en efectivo a disposición de los programas de defensa, ha comentado una fuente. El dinero que debía ser liberado por el ministerio de desarrollo económico del país para finales de enero para cubrir el gasto del 2019 aún no había sido asignado, señaló la fuente.

Al dirigirse a las comisiones parlamentarias, Rosso ha aprovechado la oportunidad para decir a los legisladores que apoyaba los planes de gastos de defensa de seis años que fueron promovidos recientemente por un libro blanco de defensa, pero que aún no ha sido introducido por ley.

Los presupuestos actuales estaban impidiendo que las fuerzas armadas firmaran contratos logísticos más eficientes y de varios años con la industria, agregó.

También solicitó ayuda para la empresa italiana Piaggio Aerospace, que fue declarada en quiebra el año pasado por su entonces propietario, el fondo de inversión de los Emiratos Árabes Unidos Mubadala, que también canceló su pedido de aviones no tripulados de la empresa.

Los observadores han sugerido que Mubadala estaba harto de esperar una orden prometida de la Fuerza Aérea italiana para los aviones no tripulados de la empresa, un retraso atribuido al parlamento italiano.

Tom Kington