El Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de EE. UU. comienza a construir un arma láser aerotransportada.
El Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (AFRL) prevé la entrega, a finales de este mes, del primer montaje importante de su arma de demostración láser de alta energía autoprotegida (SHiELD).
El SHiELD es un programa de demostración de tecnología avanzada dentro del AFRL que pretende desarrollar un arma láser de energía dirigida alojada en una cápsula de avión que sea capaz de derribar misiles tierra-aire o misiles aire-aire que vuelen a velocidades Mach.
El primer montaje importante es la estructura de la cápsula SHiELD, construida por Boeing. Permitirá a los científicos e ingenieros de la AFRL comenzar a construir e integrar todo el sistema. Los restantes subsistemas, que incluyen el sistema láser y el sistema de control del haz, deberían entregarse en julio, y la prueba completa del sistema está prevista para el año fiscal 2024, dice el laboratorio. Lockheed Martin es el contratista principal del programa SHiELD.
Tras los retrasos, el AFRL subraya la dificultad técnica de derribar misiles entrantes que viajan a una velocidad superior a la del sonido.
«Son problemas difíciles de resolver», dice Jeff Heggemeier, director del programa SHiELD. «Imagínese las perturbaciones y tensiones -velocidades del viento, turbulencias y maniobras rápidas de los aviones- a las que tendría que someterse un sistema láser. Tuvimos que resolver esos retos primero, y eso llevó tiempo».
En última instancia, tener un arma láser a bordo de un avión podría alterar el equilibrio del poder aéreo. Algunos de los mayores peligros para los aviones de combate de la Fuerza Aérea estadounidense son los misiles tierra-aire, como la batería de misiles tierra-aire Almaz-Antey S-400 Triumf, de fabricación rusa.
Si el arma SHiELD funciona como se anuncia, cambiará las reglas del juego, dice Kelly Hammett, director de la Dirección de Energía Dirigida de la AFRL.
«La capacidad de derribar misiles en vuelo y de operar en entornos denegados aumenta la ventaja que tenemos sobre nuestros adversarios», afirma.
Garret Reim
No lo veo sencillo. Eso requiere de mucha potencia eléctrica y habría que ver durante cuánto tiempo hay que iluminar el objetivo para destruirlo y cuál es el tiempo de recarga del arma. Más luego habría que ver si la defensa por parte del misil no es tan sencilla como cubrirlos con una superficie reflectante.
No obstante, si están con ello, por algo será.
Pero yo lo veo más para aviones grandes que para cazas, al menos ahora, que requiere de un pod. En un avión furtivo, el pod sería contraproducente.
El gran problema que existe con las armas «laser» hasta hoy día febrero de 2021, es que todavía no se puede obtener un haz lo suficientemente potente para destruir un blanco a una distancia de sobre 5 kilómetros . Lo otro es ¿cuantos » disparos» pueden hacerse con la tecnología existente a la fecha. Otro punto ¿ se tiene la tecnología para reducir el espacio físico de generación de energía? hay sistemas «teóricamente operacionales», pero requieren el volumen de un B- 707. Como decía santo Tómas{disculpas a los agnósticos}, ver para creer.
Todo llegará en su momento . La tecnología avanza a grandes pasos y muy posiblemente a lo largo de este siglo termine viéndose algo más compacto y con una fuente de alimentación o de generación de energía mucho más ligera y sencilla de acoplar .
Y antes de 30 años al menos en aeronaves de tamaño grande , los laser de fibra y de estado solido han sido un salto frente a los laser quimicos.