El Ministerio de las Fuerzas Armadas de Francia pide a Safran que produzca 1.200 bombas “Martillo” A2SM al año.
¿Es pertinente utilizar hoy la expresión “economía de guerra” cuando sabemos que, por ejemplo, el ejército francés se hizo con 3.800 carros de combate entre 1936 y 1940? En aquella época, la industria seguía representando alrededor del 30% del PIB, a pesar de las consecuencias de la “Gran Depresión” y de las convulsiones sociales. Además, en los años 30, 70.000 empresas estaban directa o indirectamente vinculadas al sector del armamento.
Según la definición generalmente dada, pasar al modo “economía de guerra” implica movilizar una gran parte de la capacidad industrial para producir armamento. Sin embargo, este no es el caso de Francia. En realidad, se trata más bien de poner en marcha la Base Tecnológica e Industrial de Defensa [BTID] para que pueda producir más y, sobre todo, más rápidamente. Esto implica desarrollar herramientas de producción y, por tanto, asumir riesgos financieros, sobre todo si los pedidos tardan en llegar.
De ahí la importancia para los fabricantes de disponer de una cierta visibilidad, que hace posible la Ley de Programación Militar [LPM]. El 24 de junio, en un balance de “dos años de economía de guerra”, el Ministerio de Defensa francés señaló que el año pasado había notificado pedidos por un total de 20.000 millones de euros. El objetivo es también seguir prestando asistencia militar a Ucrania.
En materia de defensa antiaérea, “el reto industrial para el Ministerio de las Fuerzas Armadas es aumentar su producción de misiles Aster”, que es “esencial para seguir ayudando a Ucrania a defender sus cielos, pero también para reforzar las capacidades de defensa tierra-aire” de las fuerzas francesas, subraya el informe. Tanto más cuanto que la Marina francesa ha tenido que disparar “más de veinte misiles Aster” para proteger el tráfico marítimo en el Mar Rojo contra los ataques de los rebeldes Houthi.
Para satisfacer estas necesidades, se ha hecho un primer pedido de 200 misiles Aster a MBDA por 900 millones de euros. Actualmente, se está tramitando un segundo pedido de otros 200 misiles.
“Con la economía de guerra, se pide a los fabricantes que aceleren su ritmo de producción. En el caso del pedido de 200 misiles Aster, las primeras entregas estaban previstas inicialmente para 2026, pero ahora se esperan para 2024, y la producción se triplicará en 2025. Se trata de un esfuerzo importante para la industria, pero necesario para garantizar la soberanía de nuestras fuerzas”, explicó el Ministerio de Defensa.
Esto también se aplica a las armas modulares aire-tierra [A2SM] “Hammer”, que, a diferencia de los misiles Aster, se han utilizado ampliamente en los últimos años, tanto en el Sahel como en el Levante. En enero, el presidente Macron anunció que Francia entregaría 50 de estos a Ucrania cada mes. Pero el objetivo también es reponer las existencias de la Fuerza Aérea y la Armada francesas.
La producción de A2SM se duplicará este año. “Se esperan 600 de estas bombas para 2024, con vistas a su entrega a Ucrania”, declaró el Ministerio de Defensa francés, que se ha fijado el objetivo de producir 1.200 para 2025. En otras palabras, el ritmo de producción tendrá que duplicarse de nuevo. “Safran se ha declarado dispuesta a asumir este reto”, añadió.
Como recordatorio, el A2SM consta de un kit de guiado y un kit de aumento de alcance. Montados en el cuerpo de una bomba [generalmente de 250 kg], permiten a un avión de combate atacar un objetivo con gran precisión, desde una distancia segura y sean cuales sean las condiciones meteorológicas.
El A2SM está disponible en tres versiones: INS/GPS [guiado inercial GPS híbrido], INS/GPS/IR [guiado inercial/GPS complementado por un guiado terminal por imágenes infrarrojas] e INS/GPS Láser [guiado inercial/GPS complementado por un guiado terminal láser, que permite destruir objetivos en movimiento].
La misma lógica se aplicará al misil de crucero SCALP EG, para el que el Ministerio de Defensa francés ha pedido a MBDA «40 entregas futuras, incluidos misiles reconfigurables».
En cuanto a los proyectiles de artillería de 155 mm, el objetivo es producir 100.000 de aquí a 2024 [frente a 500 al año entre 2012 y 2017], de los cuales 80.000 se entregarán al ejército ucraniano.
Por último, también se acelerará el ritmo de producción de los cazabombarderos Rafale, ya que Dassault Aviation está en condiciones de ensamblar hasta 36 al año.
Laurent Lagneau
Un excelente Kit que España debería tener a centenares para acoplarlos a sus bombas tontas.