El Pentágono añade un ‘paquete’ de aviones F-18 para ayudar a la retirada de las tropas estadounidenses en Afganistán.
El ejército estadounidense ha añadido un «paquete» de aviones de combate F-18 al dispositivo de seguridad que ofrece más fuerza para proteger a las tropas estadounidenses que se están retirando de Afganistán, según ha declarado Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto.
El anuncio, realizado por Milley durante una conferencia conjunta con el Secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, ha revelado que se desplegarán unos 12 F-18 en la región.
Los aviones de guerra se suman a un despliegue previamente anunciado de bombarderos B-52 y del USS Dwight D. Eisenhower, así como de «elementos temporales de una fuerza de tarea de los Rangers del Ejército».
El Mando Central de EE.UU., que supervisa las operaciones de EE.UU. en Oriente Medio, se ha encargado de evaluar las necesidades de seguridad de los procedimientos de retirada en curso.
Tras reconocer los recientes ataques de los talibanes en el país de Oriente Medio, Milley declaró que no se han producido ataques contra las fuerzas estadounidenses o de la coalición desde que las tropas comenzaron a retirarse de Afganistán.
Anteriormente, el portavoz del Pentágono, John Kirby, señaló que los funcionarios habían documentado «pequeños ataques de acoso», pero que «no habían tenido ningún impacto significativo». Asimismo, las fuerzas estadounidenses en Afganistán informaron que se había detectado «fuego indirecto ineficaz» en el aeródromo de Kandahar durante el fin de semana, y que se había abordado con un ataque aéreo.
Milley ha declarado durante la conferencia que entre el 80% y el 90% de todos los ataques aéreos de respuesta están a cargo de la Fuerza Aérea afgana, y ha añadido que será «clave» proporcionar un apoyo aéreo continuo a las fuerzas afganas.
Además, Milley ha anunciado que el Departamento de Defensa de EE.UU. estaba considerando una serie de opciones para ayudar a las tropas afganas una vez que los soldados estadounidenses se retiren oficialmente de Afganistán. Una de las posibilidades era entrenar a los miembros del servicio afgano en otro país.
El Mando Central de EE.UU. informó el martes que la retirada sólo se ha había realizado entre un 2% y un 6%, y que los funcionarios han identificado unas 1.300 piezas de equipo que deben ser destruidas y han transferido una base al control de los militares afganos.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, anunció en abril que la retirada de las tropas estadounidenses en Afganistán no se completaría en el plazo previamente acordado del 1 de mayo, declarando en su lugar que las fuerzas estarían fuera del país desgarrado por la guerra para el 11 de septiembre, cuando se cumple el 20º aniversario de los ataques terroristas del 11-S contra EE.UU.
Erdinç Çelikkan