El portaaviones francés Charles de Gaulle parte para una misión estratégica de cuatro meses en el Indo-Pacífico.
El portaaviones Charles de Gaulle partirá de Tolón para un despliegue crítico de cuatro meses. La misión subraya la creciente atención de Francia al Indo-Pacífico, en un contexto de intensificación de los desafíos geopolíticos en Oriente Medio, Europa y más allá.
El buque insignia de la Armada francesa se dirigirá primero hacia el este a través del Mediterráneo y navegará por el Mar Rojo antes de trazar su rumbo hacia el Indopacífico. Este despliegue se produce en un momento de crecientes tensiones mundiales, con conflictos en curso en Oriente Próximo y Ucrania, unidos a la incertidumbre que rodea el compromiso de Estados Unidos con la OTAN.
Aunque los objetivos específicos de esta misión siguen sin desvelarse, el despliegue se describe como de «naturaleza estratégica», que podría implicar operaciones cerca de zonas de conflicto, incluyendo el Mediterráneo oriental y las volátiles aguas frente a las costas de Israel y Líbano.
El Charles de Gaulle estará en el centro de un Grupo de Ataque de Portaaviones (CSG), que incluye varias fragatas multimisión, un submarino de ataque nuclear y un petrolero de reabastecimiento. El tránsito por el Mar Rojo es especialmente significativo, dada la importancia estratégica de la región como punto de estrangulamiento marítimo y su proximidad a zonas de gran sensibilidad geopolítica.
El Indo-Pacífico, destino final de la misión, es una región en la que Francia aspira a reforzar su influencia en medio de la creciente competencia entre potencias mundiales como Estados Unidos y China.
Sobre el portaaviones
El Charles de Gaulle, portaaviones nuclear francés, sigue siendo un componente vital de la Armada francesa, aunque su estado técnico refleja tanto su edad como los grandes esfuerzos necesarios para mantener sus capacidades operativas. La nave, puesta en servicio en 2001, depende de dos reactores nucleares K15, que ofrecen una autonomía casi ilimitada y permiten misiones prolongadas. Sin embargo, las exigencias de mantenimiento de su sistema de propulsión son considerables y requieren la recarga periódica del reactor y la revisión del sistema.
El mantenimiento importante más reciente, completado en 2018, incluyó la recarga del reactor y mejoras significativas para extender su vida útil hasta la década de 2030.
Diseñado con un sistema de despegue asistido por catapulta, pero con recuperación detenida (CATOBAR), el Charles de Gaulle es capaz de operar aviones avanzados como el Rafale Marine y el E-2C Hawkeye. La cubierta de vuelo y los sistemas de aviación se han reforzado con el tiempo para gestionar las tensiones de las operaciones de combate modernas.
La modernización continua ha mejorado los sistemas de combate, los radares y las defensas antimisiles del buque, mientras que las actualizaciones de las instalaciones de vida y operativas han mejorado las condiciones de sus 1.950 tripulantes, incluida el ala aérea.
A pesar de estos esfuerzos, el Charles de Gaulle se enfrenta a retos inherentes a su anticuado diseño. Su cubierta de vuelo y sus hangares, aunque eficaces, son menos capaces que los de los portaaviones más recientes, y el elevado ritmo operativo del buque como único portaaviones de Francia añade tensión a sus sistemas. El portaaviones sigue siendo una pieza central de la estrategia naval de Francia, pero sus limitaciones subrayan la necesidad de reemplazarlo.
Timothée
Un desfile para exhibir fuerza.. aunque yo tendría cuidado ya que no creo que las capacidades del «escudo» galo estén a la altura de los hipersónicos «espada» disponible por ahí.. sean hu.ties, ira.nies, chi.nos..