El submarino nuclear dañado de la Marina francesa vuelve al mar.
El submarino nuclear Perle de la Marina francesa ha vuelto al mar tras casi un año de trabajos para reparar su cuerpo dañado por el fuego y empalmarlo con el casco de un segundo buque.
La última semana del mes de octubre, el submarino nuclear de ataque partió de la base naval de Cherburgo, donde ha estado siendo reparado por el fabricante Naval Group desde octubre de 2020, y regresó a la base principal del servicio en Toulon, según el portavoz del Ministerio de Defensa francés, Hervé Grandjean.
El submarino de ataque nuclear se incendió mientras estaba en mantenimiento en junio de 2020 en Toulon, y ardió durante 14 horas. La parte delantera del submarino fue la que más daños sufrió, mientras que la parte de popa de la nave, que alberga la central nuclear y la propulsión, quedó intacta.
La ministra francesa de Defensa, Florence Parly, anunció en octubre de 2020 que el Grupo Naval repararía la nave cortando la popa del Perle y uniéndola a la parte delantera del Saphir, un submarino nuclear que fue retirado del servicio en 2019.
Grandjean confirmó que las reparaciones, que comenzaron el 14 de octubre de 2020, habían sido un éxito, y que el Perle volvería ahora a su mantenimiento programado que estaba en curso en el momento del incendio. En un principio, se esperaba que el submarino volviera a entrar en servicio en 2022; ahora, está previsto que vuelva sólo un año después. Las mejoras introducidas en el barco durante las reparaciones prolongarán su vida útil una década más, hasta 2033, según el Ministerio de Defensa francés.
Los trabajos han costado unos 110 millones de euros (127,6 millones de dólares), de los que el Grupo Naval se ha hecho cargo de unos 50 millones de euros y el Gobierno francés de 60 millones, según Grandjean. Se necesitaron unas 350.000 horas de trabajo, incluidas unas 100.000 horas de estudios, y unos 300 empleados de Naval Group trabajaron en las reparaciones, al tiempo que se aseguraban que el programa del submarino nuclear Barracuda de próxima generación no se viera afectado, señaló.
A pesar de ser medio Saphir, el barco seguirá siendo conocido como Perle, añadió. «Es un submarino herido, pero no muerto», dijo.
La investigación sobre la causa del incendio del 12 de junio de 2020 está en curso, explicó Grandjean. Desde entonces, la Marina ha tomado medidas adicionales para evitar otro accidente de este tipo, y tiene previsto presupuestar unos cuantos millones de euros anuales para reforzar los sistemas de detección de incendios en su flota de submarinos, y llevar a cabo eventos regulares de formación entre los bomberos navales con base en Marsella, y los bomberos industriales del sector privado.
Vivienne Machi
Magnifica reparación.
Seguro que si hubiera ocurrido aquí con algún submarino de la armada se hubiera dado por perdido y ordenado su desguace.
Sldos.
Vaya complejo de inferioridad tienes.
Pues claro, aquí se tira todo porque además no sabemos ni hacer ni reparar nada de nada. El día que nos creamos las enormes capacidades de nuestros ingenieros y de la industria, en cualquier ámbito, quizás dejemos de ser un país de pandereta y a lo mejor nos entra algo de orgullo por lo que somos capaces de hacer.