En respuesta a China, Estados Unidos extiende la vida útil de los destructores clase Arleigh Burke.
Según la información publicada por el Departamento de Defensa de los EE. UU. el 31 de octubre, el secretario de la Marina Carlos Del Toro anunció una decisión fundamental para extender la vida operativa de 12 destructores de clase Arleigh Burke (DDG 51) Flight I más allá de su vida útil planificada originalmente de 35 años.
Esta medida tiene como objetivo mantener los activos listos para el combate en medio de restricciones presupuestarias cada vez más estrictas.
Tras una evaluación exhaustiva de cada buque, el Departamento de la Marina concluyó que estos destructores poseen suficiente integridad del casco, capacidad de combate y resiliencia técnica para operar más allá de su finalización prevista del servicio.
Esta extensión del servicio sumará en conjunto 48 años de servicio a la flota de superficie de la Marina, que abarcarán desde 2028 hasta 2035. La financiación del programa se ha propuesto dentro del presupuesto del año fiscal 2026, lo que refleja un cambio de visión de futuro en la estrategia de construcción naval de la Marina.
El secretario Del Toro destacó que los destructores de la clase Arleigh Burke juegan un “papel vital” en la proyección de poder global y son esenciales para la disuasión estratégica de la Armada en regiones en disputa.
La almirante Franchetti expresó que la decisión refleja el enfoque de la Armada en priorizar las inversiones para mantener un sólido inventario de fuerza de batalla y cumplir con los imperativos estratégicos tanto en tiempos de paz como en escenarios de conflicto.
En su opinión, esta decisión garantiza que Estados Unidos pueda seguir proyectando poder y protegiendo sus intereses a nivel mundial, especialmente en medio de desafíos fiscales.
Comentarios
La decisión de la Armada de Estados Unidos de extender la vida útil de 12 destructores de la clase Arleigh Burke es indicativa de desafíos financieros más amplios que afectan la preparación y modernización de su flota.
Esta estrategia de prolongar la vida útil de los buques existentes en lugar de invertir en nuevos buques revela una restricción presupuestaria que ha suscitado inquietudes, especialmente en medio de las crecientes tensiones de seguridad global. Si bien la extensión de la vida útil de estos buques ofrece una solución a corto plazo para mantener una presencia sólida en la flota, subraya un posible compromiso en la capacidad de la Marina para seguir el ritmo de los avances tecnológicos y las necesidades de expansión de la flota.
El actual enfoque fiscal limita el presupuesto de construcción naval de la Armada, lo que afecta a programas críticos para el crecimiento de la flota. Por ejemplo, los proyectos de construcción naval ya están experimentando una falta de financiación, con recortes que afectan a la producción de buques clave, como los submarinos de clase Virginia y las fragatas de clase Constellation.
Esta restricción presupuestaria no solo retrasa la introducción de buques avanzados, sino que también podría erosionar la capacidad y la preparación de la flota a largo plazo. Al centrarse en medidas inmediatas de ahorro de costos, como las extensiones de servicio, la Armada puede quedarse atrás en las inversiones en capacidades de próxima generación que son esenciales para contrarrestar las amenazas en el Indopacífico y más allá.
Además, la presión para mantener los buques más antiguos podría obstaculizar la innovación, en particular en el contexto de la competencia entre Estados Unidos y China. El presupuesto de modernización de la Armada prioriza la investigación y el desarrollo tecnológico esenciales, pero la reducción de la financiación en áreas como la investigación científica y tecnológica (reducida en un 30% este año) corre el riesgo de sofocar el crecimiento en dominios críticos como la ciberseguridad, la guerra de la información y la construcción naval de última generación.
En una era en la que el dominio tecnológico desempeña un papel fundamental en la disuasión estratégica, estas reducciones plantean interrogantes sobre la sostenibilidad de la postura de defensa a largo plazo de la Marina.
Los expertos advierten que esto podría debilitar la futura efectividad operativa y la línea de innovación de la Armada, dejándola potencialmente mal preparada para hacer frente a potencias globales que avanzan rápidamente, como China y Rusia.
Rudis03ARG
Las consecuencias de una disparatada politica que lleva dando tumbos de un lado para otro en las ultimas decadas, haciendo naufragar todos los grandes programas navales de los navios de superficie…..
En teoria tanto los Ticonderoga como los Burke deberian tener sustitutos empezando a navegar hace tiempo…..la realidad es el pufo de las nofragatasitalianas, ningun crucero a la vista en muchos años y mas Burke 3 en via de urgencia para salir del paso ( que no es mala solucion)
No le queda más remedio. USA no tiene la capacidad de China para poner buques en el mar. El pais asiático le da dos vueltas.
Cantidad no significa calidad. Ya se les hundió un submarino.
Vista esta noticia no tiene sentido considerar demasiado viejas las F-80
Los Burke siguen siendo unos grandísimos destructores y pueden ser un verdadero quebradero de cabeza para China en un escenario bélico, sobretodo los Burke-3. Pero que este hecho no nos impida ver la realidad, USA hace tiempo que debería estar botando los sustitutos de los Burke, y está claro que la clase Zumwalt ha sido un pífio, almenos en el apartado financiero.