En un despliegue poco habitual, el Su-57, J-15 y J-35 dominarán los cielos chinos de Zhuhai.
El cielo de Zhuhai acogerá una exhibición sin precedentes del caza ruso Su-57, el chino J-15 y el furtivo J-35A. El Salón Aeronáutico de Zhuhai, que se celebra este año del 12 al 17 de noviembre en la provincia de Guangdong, en el sur de China, ha captado el interés de los medios de comunicación chinos, que destacan la importancia de ver juntos a estos tres cazas.
Estos aviones no se limitan a exhibir los avances de la tecnología aeronáutica, sino que revelan las aspiraciones estratégicas tanto de Rusia como de China en el complejo panorama de la geopolítica militar moderna.
This Year Zhuhai Air Show to Feature J-15T, Su-57 and J-35A for the First Time. pic.twitter.com/EkzcD2Tj8j
— International Defence Analysis (@Defence_IDA) November 3, 2024
El Su-57, un caza de quinta generación, cuenta con una serie de características innovadoras, entre las que se incluyen capacidades furtivas, una maniobrabilidad excepcional y sistemas de gestión de combate de vanguardia. Con su diseño bimotor y su versatilidad en los perfiles de misión, el Su-57 está diseñado para participar en diversos escenarios de combate.
Su extraordinaria supermaniobrabilidad lo convierte en un formidable contendiente en situaciones de combate aéreo cercano, y sus principales funciones operativas abarcan la superioridad aérea, el apoyo aéreo cercano a operaciones terrestres y el reconocimiento estratégico.
En los conflictos del mundo real, el Su-57 está preparado para operar tanto de forma independiente como en coordinación con plataformas como el J-15 y el J-35A, lo que le permite abordar misiones militares complejas.
Gracias a su diseño centrado en la evasión de radares, el Su-57 obtiene una ventaja significativa en condiciones de combate. Su debut en el Salón Aeronáutico de Zhuhai subraya la creciente cooperación técnico-militar entre Rusia y China, sirviendo como emblema de las ambiciones rusas de afirmar su influencia en Asia.
El J-15, a menudo conocido como el «Tiburón Volador», es un caza pesado basado en portaaviones que sirve como principal plataforma de combate para los portaaviones chinos. Con un diseño inspirado en el Su-33 ruso, el J-15 está equipado con un robusto sistema de radar y la capacidad de portar una variada gama de municiones, incluidos misiles aire-aire y aire-tierra.
Su capacidad para operar desde las cubiertas de los portaaviones es estratégicamente importante para las crecientes ambiciones navales de China, especialmente en las disputadas aguas del Mar de China Meridional. El J-15 no sólo refuerza la defensa aérea de la flota, sino que también actúa como medio de proyección de poder, subrayando la determinación de China de dominar la región.
Por su parte, el J-35A es un caza furtivo diseñado para evadir los radares y ofrecer la máxima agilidad. Diseñado para operaciones en portaaviones, el J-35A está destinado a satisfacer las necesidades de la armada china y complementar al J-15.
Equipado con avanzados sistemas de radar y guerra electrónica, es capaz de ejecutar intrincadas misiones de combate y coordinarse con otras plataformas.
La principal ventaja del J-35A reside en su capacidad para penetrar en territorio hostil minimizando el riesgo de detección. Sus escenarios operativos podrían incluir el reconocimiento de posiciones enemigas, el asalto a buques hostiles y el apoyo a fuerzas terrestres, especialmente en operaciones marítimas.
La participación del J-35A en el Salón Aeronáutico de Zhuhai marca un momento crucial para China, al mostrar su compromiso con el desarrollo de la tecnología militar contemporánea y su capacidad para competir con otras potencias mundiales.
La presencia de estos avanzados cazas no ha pasado desapercibida para la comunidad internacional. La creciente presencia de plataformas militares chinas y rusas en Asia plantea nuevos retos para Estados Unidos y sus aliados, que siguen de cerca la evolución de la dinámica.
La opinión pública y los militares chinos están muy satisfechos con estas aeronaves, que muchos consideran símbolos de la fortaleza nacional y el avance tecnológico. La participación de los Su-57, J-15 y J-35A en el Salón Aeronáutico de Zhuhai no sólo pone de relieve las innovaciones tecnológicas, sino que también refleja la ambición de China de convertirse en líder de la aviación militar.
El interés de los medios de comunicación chinos por este acontecimiento indica el deseo nacional de exhibir sus logros y consolidar su estatus de potencia militar mundial.
Las tecnologías integradas en estos nuevos cazas representan avances significativos. Por ejemplo, el Su-57 incorpora innovaciones en los sistemas de control de vuelo, nuevos materiales diseñados para reducir la visibilidad del radar y sofisticados sistemas electrónicos, lo que dificulta su detección y seguimiento.
El J-35A ofrece tecnologías similares, pero centradas en operaciones navales, mientras que el J-15 está específicamente diseñado para afrontar los retos del combate en el mar.
A la luz de las nuevas doctrinas militares, se prevé que el Su-57, el J-15 y el J-35A desempeñarán papeles fundamentales en los planes estratégicos tanto de Rusia como de China. La forma en que estas aeronaves encajen en los conceptos de guerra en evolución será fundamental para configurar el futuro del espacio aéreo militar en la región e influirá en las interacciones entre las potencias militares mundiales.
B.Military
Puesto que en los últimos 30 años, solo el 2% de los combates aéreos concluyen en una pelea de perros y el uso de cañones y la mayor parte de bajas se efectuaron entre 30 a 120 km de distancia, esas aeronaves rusas y chinas, ante los F-22, F-35 y XQ-58A Valkyrie, tienen pocas posibilidades de supervivencia.