Estados Unidos retira el portaaviones Nimitz de Oriente Medio en plena tensión con Irán.

El Pentágono ha decidido enviar a casa el único portaaviones de la Marina que opera en Oriente Medio, una medida que reduciría la potencia de fuego de EE.UU. en la región en medio de las crecientes tensiones con Irán.

La decisión, confirmada por funcionarios de defensa, pero todavía no anunciada públicamente, surgió un día después de que los bombarderos B-52 de la Fuerza Aérea volaran sin escalas desde los Estados Unidos hasta el Golfo Pérsico en una demostración de fuerza que, según los funcionarios militares, tenía por objeto advertir a Irán de que no llevara a cabo ataques contra las fuerzas o los intereses de Estados Unidos.

El envío del portaaviones, el USS Nimitz, a la costa oeste de Estados Unidos, parece estar en desacuerdo con la idea de que se necesita una demostración de fuerza para disuadir a Irán. Esto podría reflejar una división dentro del sistema de defensa sobre si Irán representa una mayor amenaza de ataque en los últimos días de la administración Trump.

A principios de esta semana, un oficial militar estadounidense cercano a la situación dijo a los periodistas que EE.UU. habían detectado signos de que Irán se había preparado para posibles ataques a objetivos estadounidenses o aliados en Irak o en otros lugares de Oriente Medio. Esta fue la razón por la que se despacharon dos bombarderos B-52 desde Estados Unidos para sobrevolar brevemente el Golfo el miércoles, dijo el oficial.

El presidente Donald Trump recientemente citó que Irán podría atacar días después de un ataque con cohetes el 20 de diciembre contra el complejo de la embajada de EE.UU. en Bagdad por grupos de milicias chiítas apoyadas por Irán, Trump twiteó que Irán estaba sobre aviso.

«Algunos consejos amistosos para Irán: Si un americano es asesinado, haré responsable a Irán. Piénsalo», escribió Trump el 23 de diciembre.

La preocupación de EE.UU. está relacionada con la proximidad del 3 de enero, aniversario del ataque aéreo americano que mató al comandante de Irán, el general Qassem Soleimani. Inicialmente, Irán tomó represalias con un ataque con misiles balísticos contra una base militar en el vecino Irak que causó docenas de lesiones cerebrales pero ninguna muerte entre las tropas estadounidenses. Pero a los funcionarios de EE.UU. les preocupa que Irán pueda estar planeando más represalias.

Debido al potencial de escalada que podría llevar a una guerra más amplia, Estados Unidos han tratado de disuadir a Irán de nuevos ataques. Los cálculos estratégicos de ambas partes se complican aún más por la transición política en Washington a una administración Biden que puede buscar nuevos caminos para tratar con Irán. El presidente electo Joe Biden ha dicho, por ejemplo, que espera devolver a Estados Unidos a un acuerdo de 2015 con las potencias mundiales en el que Irán aceptó limitar sus actividades nucleares a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.

Estados Unidos han mantenido una presencia casi continua de portaaviones en la región del Golfo Pérsico desde que se envió el USS Abraham Lincoln en mayo de 2019, en medio de la preocupación de que Irán estuviera considerando la posibilidad de atacar los intereses de Estados Unidos en la región. Los EEUU también enviaron más aviones de ataque terrestres y restablecieron la presencia de tropas en Arabia Saudita.

El Nimitz se desplegó desde los EE.UU. en abril y debía regresar a finales de año. A principios de diciembre, su regreso previsto se aplazó, en parte debido a la preocupación por las posibles amenazas iraníes, y más recientemente se le ordenó que prestara apoyo frente a las costas de Somalia para el traslado de las fuerzas estadounidenses fuera del país.

Robert Burns